Guía número uno: “Ejercitando los tipos de narradores”

Guía número uno: “Ejercitando los tipos de narradores”

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Lee atentamente los siguientes fragmentos y determina qué tipo de narrador predomina en cada uno.

Justifica tu elección y subraya alguna parte del texto que la confirme:

1. “Guevara dejóse caer en su sillón, pálido. No se atrevió a contestar pues sabía que no podría mantener la serenidad ¡Se había cumplido su maquinación! Estaba salvado. El buque tenía un excelente seguro y la investigación terminaría con el sobreseimiento total para la compañía… pero… ¿qué ocurriría? ¿Sería capaz Arratia de hacer un disparate? ¿Por qué seguía a bordo?”

(Un naufragio oportuno, Francisco Camus Riquelme)

2. “La pequeña que tenía el pupitre delante del mío en el 5º A se llamaba Millie Adams. No recuerdo mucho acerca de ella, porque yo tenía nueve años en ese entonces; ahora voy a cumplir doce. Lo que recuerdo con toda claridad son aquellas sus golosinas y que, de pronto, no la volvimos a ver. Mis compañeros y yo acostumbrábamos molestarla mucho; más adelante, cuando ya fue tarde, deseé que no lo hubiéramos hecho. No era porque tuviéramos nada contra ella, sino porque era una chica. Usaba el cabello peinado en trenzas que le colgaban en la espalda; yo me divertía metiéndolas en mi tintero, o si no, pegándoselas con chicles. Purgué más de una penitencia por ese motivo.”

(Si muriera antes de despertar, William Irish)

3. “El aduar se recortaba a los pies de una cadena de lomas que rompían con la planicie del paisaje. Y se veía mucho movimiento de gente en el mediodía. Hogares encendidos, seis o siete por lo menos, esparcidos en el área central del campamento. Felipe no pudo evitar sentirse conmovido. Hacía mucho que no tenía ante sus ojos una toldería que le hurgara la memoria. Además de otro detalle del tamaño de una catedral: entre ese ir y venir de gente, debía estar Kalia. Uno de aquellos puntos, o más bien sombras ínfimas en movimiento, podría ser su propia madre”.

(Barragán, Pavel Oyarzún)

4. “Conversaron toda la tarde allá afuera; castigado como estaba, pude ver cómo sus caras iban cambiando con cada momento de la charla: primero sonreían, luego comenzaron a gritarse y finalmente vi las lágrimas rodar por las mejillas (aunque debo decir que no sé si éstas eran de alegría o de tristeza).”

5. “Se interrumpió aquí y me hizo preguntas referentes a Duveen, mientras yo explicaba que, aunque mi jefe no podía ir personalmente a investigar el problema, me había enviado para que yo pudiera reunir todos los detalles posibles y luego informarle. Había llevado cartas de mi jefe para el señor Slanning, y en seguida fuimos juntos al Ice House y nos sentamos durante media hora en aquel famoso restaurante mientras él las examinaba. Durante ese tiempo, tuve libertad para examinar la vida de la ciudad, bajo el sombreado balcón donde nos sentábamos.” 

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