Había una vez, en una tarde cálida de verano

Había una vez, en una tarde cálida de verano, un hermoso rio cristalino lleno de muchas especies de animales y plantas que convivían armónicamente, junto al rio, había una planta nuclear. Los Trabajadores de la planta tenían la instrucción de eliminar todos los desechos nucleares directos al río, afectando peligrosamente toda la vida silvestre y animal que existía.

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Los animales del río comenzaros a sufrir extraños cambios, una especie de mutación genética afecto a todos los animales que existían, se formaron animales extraños y peligrosos. Entre los más peligrosos se encontraba la Fragaraña que era una especie de Fragata Francesa, una Piraña, el Anguigrejo, parecido a un cangrejo una Anguila, la Mantaburon que era un tiburón y una Mantarraya. A la mañana siguiente, los animales marinos radioactivos viajaron directo al mar llegando a la playa donde habían personas disfrutando, producto de estos cambios tan extraños de no saber para donde arrancar, desesperadamente comenzaron a atacar a las personas.

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El caos se apodero de la ciudad, hasta que el alcalde de la zona afectada y los dueños de la planta nuclear decidieron conversar con los animales que no paraban de atacar producto de su miedo:

-¿y si hacemos un trato? - y los animales respondieron

- ¿Qué clase de trato?-

 -Nosotros dejamos de tirar nuestros residuos y ustedes dejan de atacar a la gente.-

Para los animales el trato fue un alivio, ellos no tenían la intención de hacer daño, pero la radiación y contaminación había afectado mucho a todos los animales, tanto que no sabían porque atacaban a las personas.

De apoco las cosas se fueron solucionando, el rio se fue limpiando y descontaminando de los desechos radioicativos que provocaba su mutación, por lo que los animales dejaron el mar para volver a su hogar, el rio.

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