INMORTALIDAD

INMORTALIDAD

Jueves 15 de septiembre, María se encontraba revisando su Instagram, sería raro no ver a una adolescente de 15 años pasar el tiempo frente a un objeto que seduce y condena el cuerpo y el alma. Son las 11:11 de la noche y ella sigue esperando ansiosa la respuesta del príncipe de cabellos de oro y ojos de rubí. Ansiosa comienza a morderse los dedos, se agarra su delicado cabello como queriendo estampar su mente en un portal de fierro. Suena el móvil; es él, comienza su efímero sueño:

_ Hola mi princesa, disculpa estaba haciendo mis tareas. La universidad es muy dura, pero con esfuerzo todo se logra.

_ Hola mi bebé, lo sé, pero, ya me sentía sola, nadie me entiende, tú me salvas. Y dime cuando nos veremos.

_ Mañana a las 12:00 en el parque de la esquina, te recojo y vamos al cine, ¿te parece?

_ Me encanta la idea, hasta mañana amor, descansa.

Apaga el móvil han pasado 30 minutos y no puede dormir, soñando con el día, el día que iba a englobar toda su inexistencia.

Viernes 16 de septiembre, 9:00 am, se perfuma, escoge el mejor vestido, se coloca joyas y como toda “diva adolescente” comienza a colocarse joyas, no recuerdo si eso fue lo más superfluo o tal vez gastar 40 soles en bombones y rosas. Las horas pasaron y salió de su casa sin dejar huella de su desolada presencia.  

_ Donde estás, no te veo, dijiste que vendrías con una camisa negra y pantalón blanco.

Le deja el mensaje de voz más inocente del mundo.

_Llegó en 5 minutos, ten paciencia princesa.

En un chasquido su universo se congelo y lo único que observa es como el paisaje se torna oscuro. Pierde la razón y no recuerda donde esta.

_Soy María tengo 20 años, y no se si soy mujer, no se que es vivir, solo se que me utilizan, que me colocan tacones cuando mis pies desean pisar libertad. Lo único que anhelo es gritarle al mundo que necesito una segunda oportunidad. Si lo sé, mi príncipe no fue más que un sueño de primavera. En realidad, ahora estoy perdida en un mundo donde el deseo carnal es lo único que vale, donde la codicia y lujuria alimentan el ser de las personas. Yo, les digo, no sean ingenuas, no cran que las rosas son blancas, porque en esta vida siempre hay un manto negro que las cubrirá hasta matarlas. Dejen de soñar, vivan la realidad, busquen ser alguien, busquen su verdadero camino.

Eso fue lo que logre ver en las noticias del martes, era una carta que había dejado una muchacha que había desaparecido, solo lograron encontrar un collar donde estaban sus padres, Lo único que logro ver fue el paraíso celestial.

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