LA CONEJA ROSADA

LA CONEJA ROSADA

“Una amistad verdadera, no se mide con tiempo, se siente con amor y afecto”

En un bello prado bajo un hermoso árbol, vivía una linda conejita rosada; era la única en tan inmenso paisaje. Un día apareció brincando una blanca liebre que se llegó al centro del árbol a contemplar a tan linda pero triste conejita, con valentía se acercó y dijo: -coneja de gran belleza, ¿me permites acompañarte en tan gran tristeza? La coneja muy asustada, le pregunto- ¿Quién eres? ¿De dónde eres? ¿Qué quieres? Ya que ella no era muy tímida por vivir sola y no tenía experiencia en relacionarse con los demás. [pic 1]

La liebre confundida le contesto – Calma; me confundes, no tienes por qué temer, no te are daño; solo soy una simple liebre que al igual que tu esta triste. Tu tristeza se refleja en tu mirada, ¿me la puedes contar?  y si me dejas podría ayudarte. La coneja respondió: - tienes razón estoy muy triste, pero, pero si no das respuesta a mis preguntas no te contare nada.

La liebre sonrió y se sentó a contestar sus preguntas: -Soy Ema, vengo de muy cerca y quiero conocer nuevas personas para no sentirme tan sola. La coneja muy contenta se acercó donde la liebre la abrazo y de inmediato una amistad floreció.[pic 2]

Juntas caminaron alrededor del árbol para contarse sus amarguras, desgracias y lo triste que eran cuando estaban solas, dé tanta platica perdieron la noción del tiempo y callo la tarde, la liebre se dio cuenta que la casa de la hermosa coneja era muy pequeña y debía regresar a casa.

-Tengo que marcharme, dijo la liebre. La coneja coloco cara de asombro y temía no volver a ver a su nueva amiga, pero la liebre continúo diciendo, pero volveré mañana a visitarte. –ella sonrió muy contenta y respondió: -aquí te estaré esperando.

La liebre y la coneja desde aquel día todos los días se reunían a compartir bellos momentos, con el pasar de los días les surgió la idea de hacer una promesa: Prometamos juntas alrededor de estos cultivos “Nuestro AMOR durara lo que tarde en crecer esta huerta de zanahorias, si tenemos problemas; la volveremos a sembrar así cultivaremos siempre nuestra amistad”.[pic 3]

Con esta promesa ellas sentían que estaban asegurando su amistad, con el fin de que nadie la destruya; los días pasaron después de esta hermosa promesa, juntas siempre visitaban la huerta para compartir momentos únicos, los demás animales que pasaban por ahí miraban que su amistad era más fuerte y sincera.

Pero de repente un día la liebre no llego.

- ¡No tardara! preocupada, dando vueltas en el árbol se repetía así misma la hermosa conejita rosada. Pensó que se le presento algún inconveniente que ya le contara. Al darse cuenta que pasaban las horas y la liebre no llegaba, La conejita triste se asomó por su ventana a mirar la huerta de amistad y se dio cuenta de que un burro estaba ansioso de llevarse las ricas y deliciosas zanahorias. 

Salió corriendo y le dijo al burro, que haces por aquí nunca te había mirado por mis cultivos. El burro respondió –tu no, pero yo a ustedes si, y como hoy no las mire por esta huerta me acerqué. La conejita con una cara asustada miro al burro, y el continúo diciéndole que paso con tu amiga la liebre, con una sonría de burla.

...