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LA SENSACION DE ESTAR CERCA


Enviado por   •  6 de Junio de 2021  •  Ensayos  •  1.762 Palabras (8 Páginas)  •  84 Visitas

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LA SENSACIÓN DE ESTAR CERCA

Se puede especular que hay pocas cosas más terribles que no encontrarse. Se puede aceptar que lo único insoportable es que no halla cosas o situaciones insoportables.

Todo resultó en aquel inicio del dos mil veinte, cuando Sofía, una adolescente de dieciséis años escuchaba a su profesor de letras hablar sobre el sentido de la vida que se expresa en toda el área de las humanidades.

A Sofía no le agradaban tanto las humanidades, ella apostaba por el entendimiento del área de la higiene y la salud. La poesía, la literatura, el lenguaje y la filosofía le aburrían. Los padres de Sofía eran enfermeros y vivían acomodados más nunca se sintieron más que otros. Bajo estos valores educaron a Sofía.

Desafortunadamente, a mitades de febrero, los padres habían caído en cama por una posible gripa muy fuerte. No hallaban recuperación pronta y se veían mal cada día. Sofía perdía cualquier concentración en sus deberes.

La última vez que asistió a la escuela, antes de que dieran la noticia mundial, fue en una clase de su profesor. – Es el más aburrido de todos – le dijo a su amiga Nancy. Pero aquel día, Sofía encontró repentinamente mantener la atención por un momento. – El mundo, se encuentra inmerso en dolores – comentó el profesor a la clase -, y necesita de cambios y sacudidas para aliviarse.

Sofía consternada por la premisa, recordó que ella y sus padres habían intentado todo para la mejora de su salud. Así que, envuelta en la desesperación, le pareció en tono de burla lo que había dicho el profesor; se acercó a él y con numerosas estacas de ironía en los labios.  

  • ¿Cómo podría aliviarse mis padres con esa ridícula sacudida que menciona? –preguntó Sofía−. ¿Acaso cree que sus historias de filósofos, reflexiones y pensamientos estéticos sirven para las situaciones reales? ¡No tienen ningún sentido!
  • Por supuesto, todos los cambios sociales vienen de la necesidad de transformación porque algo se anda pudriendo −contestó el profesor−. Así igual los cambios individuales.
  • ¡ja, ja, ja! ¿Cree que mis padres puedan aliviarse con sus sacudidas? ¿Así de fácil?
  • El alivio no siempre requiere ser físico. Puede venir de donde sea −. Respondió firmemente el profesor sosteniendo una mirada sencilla a los ojos de Sofía. Sofía no entendía. Sonó la chicharra.

Por la tarde, los medios de comunicación anunciaban el origen de una pandemia global llamada COVID 19 por un virus que había sido originado en el oriente y había cobrado demasiadas vidas. Los noticieros hablaban seriamente de sus efectos. Era la confirmación de un suceso histórico y un modo de condena a la humanidad. Fue entonces que Sofía fijó su mirada de sorpresa sobre el televisor; dejo caer el vaso con agua y la medicina para sus padres como si cayera un elevador despotricado que se rompería en instantes lanzando furtiva escarcha de cristales y gotas a los linderos de la habitación donde se encontraba sus padres.

Los síntomas de la rara enfermedad, informados por los medios, eran los mismos que los de sus padres. Sofía condenó entre lágrimas a sus padres en el ocaso.

  • ¡No pueden morir!  seguro que eso es lo que tienen −exclamó Sofía.
  • Tranquila hija, eso lo supimos desde antes, pero no quisimos alarmarte. −contestaron.

Al cabo de dos semanas, Sofía preocupada, y luego del paro escolar, buscó la forma de ayudar a sus padres. No empeoraban con rapidez, pero, parecía ser que no existía forma de sanar. Buscó formas de hacer dinero, no conseguía mucho. Se acababan los ahorros de sus padres y el salario modificado no les alcanzaba para las medicinas, y, en logró vender algunas cosas de la casa. Mientras, poco a poco iban escaseando las cosas de la casa para vender, Sofía se encuentra con un libro de poesía y un álbum de bocetos de escritos en una caja oculta donde también había un velo de novia y un búho adherido a una sonaja.

  • Ma, ¿Qué es esto tan…raro? −preguntó Sofía.
  • Estas son nuestras reliquias -, contestó su madre con una mirada de sorpresa y nostalgia.
  • ¿Reliquias?
  • Sí, Sofi. Estos son nuestros anhelos invertidos en el amor y la familiar.
  • ¿Anhelos invertidos? No entiendo nada – contestó Sofía.
  • Así es, mira. Este libro es una obra que tu madre y yo escribimos durante la preparatoria. Es un libro de poemas que nos enseñó hacer la profesora Arizmendi – contestó su madre.
  • ¿Te acuerdas, amor? Justo cuando lo terminábamos sabíamos que queríamos ser poetas y nos inscribimos a la facultad –enfatizó su padre.
  • ¿La facultad? Pero ustedes son enfermeros, no poetas –expresó incrédula y con risas, Sofía.
  • ¡Oh sí!, es que ahí llegaste tú... –contestó su padre.

A partir de ahí, Sofía especuló que ella había sido la causa de que sus padres abandonaran la carrera de filosofía y letras y dedicarse a la enfermería, y se soltó en llanto. – ¿Fue por mí que no lograron sus sueños? – cuestionó, Sofia. Y su padre, con la sonaja en la mano se la acercó y le dijo, − Fue por ti que los logramos en realidad…

Su madre admitió que la noticia de su llegada fue una sacudida, pues suponía ponerse a trabajar y estudiar, − pero eso nos abrió un panorama y nos hizo más fuertes −le dijeron−. Tuvimos que valernos de la publicación del libro para sacar dinero para el proceso del embarazo −comentaba su padre-. −Manteníamos el sueño de ser poetas y padres −recalcó su madre.

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