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La bella despierta


Enviado por   •  23 de Junio de 2019  •  Apuntes  •  1.970 Palabras (8 Páginas)  •  176 Visitas

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LA BELLA DESPIERTA

PERSONAJES

Abuelo cuentacuentos

Bella Durmiente (representa a la mujer pasiva que espera por su príncipe)

Cenicienta (representa a la mujer sometida, dedicada únicamente a las labores domésticas)

Rapunzel (representa la ingenuidad extrema y el temor a los cambios)

Bruja (mujer sofisticada y elegante)

La obra se realiza en un escenario minimalista, ya que se requieren accesorios que sean fácilmente desplazables, como una camilla, un perchero y una mesa.

Ingresa el Abuelo, saludando y motivando al auditorio. Hace preguntas interactivas. Indica a los niños, en pocas palabras, en qué consiste la obra que presenciarán. Se desplaza lentamente, apoyado en su bastón. Finalmente, se ubica en un rincón del escenario, en una silla mecedora. Toma un libro de cuentos y comienza el relato.

ABUELO: Había una vez, hace unos años atrás, tres princesas (1). Sus nombres eran La Bella Durmiente (2), Cenicienta (3) y Rapunzel (4) ¿Las conocen? Cada una de ellas tenía una vida que creían era feliz. Lo que no sabían, es que hay muchas formas de encontrar la felicidad… la felicidad muchas veces depende de la forma en que vemos la vida. La felicidad la encontramos cuando somos auténticos y hacemos las cosas que nos gustan.

        La Bella Durmiente hacía lo que mejor sabía hacer: dormir y esperar.

(Entra la Bella Durmiente, mira a su alrededor como buscando a alguien. Se recuesta en una cama. Cierra los ojos e intenta dormir infructuosamente. Se mueve en la cama exageradamente. Se sienta en la cama. Vuelve a mirar a su alrededor. Se recuesta nuevamente. Finalmente se pone de pie y se mueve por el escenario, siempre mirando al horizonte, buscando, esperando, mientras dice…)

BELLA DURMIENTE: (con expresión de exagerada angustia) ¡Oh, mi bello príncipe! ¿Dónde estás? Llevo años esperando que me despiertes con un beso de amor verdadero. Y aunque duermo y duermo, nunca llegas ¡¡Me aburro de tanto dormir!! (golpea el suelo con los pies. Se descontrola. Luego recupera la compostura) Pero debo ser una princesa bien educada. Seguiré durmiendo, mientras espero a mi amado príncipe. Seguiré durmiendo. Seguiré durmiendo. Seguiré durmiendo (se recuesta suavemente en la cama e intenta dormir).

ABUELO: La Bella Durmiente siguió durmiendo por muchos años mientras, esperaba y esperaba. Esperaba y esperaba. Esperaba y esperaba. Mientras tanto, en otro lugar del reino, la Cenicienta hacía lo que mejor sabía hacer: limpiar. Todo el día limpiaba su casa. Limpiaba y limpiaba. Limpiaba y limpiaba. Limpiaba y limpiaba.

CENICIENTA: ¡Ya terminé de asear la cocina y me quedó perfecta! (canta y sigue sacudiendo aquí y allá. Tararea canciones de raeggetón, por ejemplo, y realiza pasos divertidos) Mañana continuaré limpiando, limpiando y limpiando ¡Ah! Y pasado mañana… pasado mañana sí que será un día especial. Limpiaré toda la casa con un nuevo producto, con Míster Músculo, triple acción desengrasante y desinfectante ¡La casa quedará reluciente! ¡Qué bella es mi vida! Seguiré limpiando, limpiando y limpiando (sale del escenario, dando vueltas, rebosante de felicidad).

ABUELO: La Cenicienta siguió limpiando por muchos años. Limpiaba y limpiaba. Limpiaba y limpiaba. Limpiaba y limpiaba. Mientras tanto, en otro lugar del reino, Rapunzel vivía en su alta torre. Y hacía lo que mejor sabía hacer: sentir temor. Apenas se asomaba por la ventana, y corría rápidamente a esconderse. A veces, muy temprano, se acostaba en su cama tapada hasta las orejas. Cualquier animalito que se le acercara, la hacía gritar despavoridamente.

RAPUNZEL: ¡Qué hermoso día para salir a caminar por el prado! Nooooo. ¡Verdad que le tengo miedo al pasto y a los árboles! Y si mejor me pongo a cocinar algo rico. Noooooo ¡Ya se me olvidaba que le tengo miedo al fuego! Mejor voy a ver un rato televisión. Nooooooo ¡No puedo ver tele porque las figuras que ahí aparecen me producen pesadillas! Mejor solo me voy a sentar un ratito. Noooooo ¡Casi olvido que le tengo miedo a las sillas! Mejor voy a… (grita despavorida) ¡También le tengo miedo a eso! (Se mueve de un lugar a otro, y cada cosa que ve, por insignificante que esta sea, la hace gritar horrorizada. Apunta hacia arriba, y grita. Apunta hacia abajo, y grita otra vez. Sale del escenario gritando llena de terror)

ABUELO: Y así continuó la miserable vida de Rapunzel: gritaba de miedo. Gritaba de miedo. Gritaba de miedo.

        ¿Qué les parecen estas princesas, niños? ¿Creen que llevaban una vida de princesa? ¿qué les faltaba?

        Así transcurrió el tiempo. Pasaban los años y la Bella Durmiente esperaba y esperaba; la Cenicienta limpiaba y limpiaba; y Rapunzel gritaba y gritaba de miedo.

        Hasta que un día, por una de esas increíbles circunstancias que hoy no vamos a detallar, las tres princesas se encontraron. La Bella Durmiente, la Cenicienta y Rapunzel coincidieron en el mismo lugar y a la misma hora…

(Las princesas están todas en el mismo escenario, pero no se han visto aún. La Bella Durmiente se estira en la cama, La Cenicienta limpia el piso arrodillada y Rapunzel se mueve tímidamente por el escenario, dando suaves pasos en punta de pies)

BELLA DURMIENTE: (estirándose, canta) ¡Otro día más sin verte! ¡Otro día más! Ohhhhh. Me espera otro día. Me espera otro día de espera (ríe sin ganas) Me espera otro día de espera ¡bah!

(En otro lugar del escenario)

LA CENICIENTA: (Limpia el piso y canta) ¡Sacúdete! ¡Sacúdete! (Friega el piso con mucha energía) Me espera otro día de limpieza (Hace un paso como el de Shakira en el suelo)

RAPUNZEL: (Observa a La Cenicienta en el piso. Cuando La Cenicienta la mira, grita asustada) ¿Q-quién eres? (le pregunta a La Cenicienta)

LA CENICIENTA: Soy La Cenicienta ¿y tú? (le pregunta desde el piso)

RAPUNZEL: Soy Rapunzel.

LA CENICIENTA: ¿Y qué haces aquí? (Extrañada, mientras se pone de pie)

RAPUNZEL: (Retrocediendo, asustada) Hoy decidí salir brevemente de mi torre… pero mejor ya me voy (trata de huir del lugar rápidamente, pero La Cenicienta la detiene de un brazo)

LA CENICIENTA: ¡A ver! ¡Espera! ¿Para dónde vas tan apurada?

RAPUNZEL: Ya de te dije. Me voy a mi torre. Déjame. Tengo miedo

LA CENICIENTA: Tranquila (tiernamente) No tengas miedo (ordenándole) ¡Mejor toma esa escoba y ayúdame a barrer!

RAPUNZEL: Pero le tengo miedo a las escobas (toma la escoba, temblando de terror)

LA CENICIENTA: Barre. Es lo mejor. Así el tiempo pasa y no tienes que pensar en nada.

RAPUNZEL: Está bien (ambas asean el lugar. Una con mucha energía. La otra con miedo)

        (Mientras, la Bella Durmiente observa la situación, a cierta distancia. Intenta acercarse, pero decide acostarse nuevamente. Rápidamente se levanta y se acerca a ambas princesas)

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