“La crítica a la crítica” Por: Andrés Felipe Molina Correa

“LA CRÍTICA A LA CRÍTICA”

Por: Andrés Felipe Molina Correa

La América Idiota surge, esencialmente, como una guerra contra la pericia. Es esa la idea principal de una afirmación que evidentemente se sustenta en una serie de hechos mencionados en el artículo por el autor Pablo Alejandro Mejía, donde se genera una polémica debido a las posturas de dos fuentes fidedignas; como lo son: “La ciencia” y “la fe”, y la interpretación que se le da a dichos discursos en un país como Estados Unidos de Norte América, donde hay cabida para el pluralismo y la libertad de elección y expresión.

Ha de entenderse la concepción de Ciencia como: El intelecto, la razón y verdad, y ha de concebirse la fe como: Confianza. Para muchos opositores del Cristianismo, tener fe es contrario a utilizar la razón y es eso exactamente lo que está implícito en ese texto argumentativo, que connota la diferenciación entre una sociedad con y sin “fe e intelecto”, pero finalmente; ¿Tiene una claridad sobre la verdad absoluta? La ciencia quizá sea inexacta y no necesariamente debe desligarse el intelecto de la confianza. Acá solo se aprecia un repetitivo caso de segregación, donde los idealistas, spoilers, escritores, filósofos, entre otros, son quienes escriben de forma crítica y expositiva sobre un tema que en este caso abarca la idea central de todo el artículo: “La diversidad”, ellos mantienen una postura argumentada en la controversia sobre la forma en la que repercute la intelectualidad de un “gringo” en el resto del mundo, que es válida, pero desgastante. Para comprender mejor la adaptación de esta historia apreciamos el caso del científico estadounidense Robert Jastrow; quien afirma: “Para el científico que ha vivido con su fe en el poder de la razón, la historia termina como una pesadilla. Ha superado las montañas de la ignorancia; está a punto de superar el pico más alto y, cuando se levanta sobre la última piedra, un grupo de teólogos, que llevan ahí sentados por siglos, le dan la bienvenida.” Con este podemos ejemplificar que, aunque ambas ramas ofrezcan conocimientos y “verdades” diferentes, pueden conjugarse y accionarse en un modelo esquemático que abre las puertas a la expansión de la intelectualidad. Puede evidenciarse así que la sociedad consumista y moderna que está puertas afuera de nuestras casas; hace parte de un régimen controlado por organizaciones que deben regular la masa, y conllevan a la toma de decisiones que se prescriben en la sociedad pero de todas formas siempre será el libre albedrio el que actúe individualmente en cada ser, como lo es el caso de Jastrow. Hacemos parte de un sistema binario que tiene autonomía y que puede ser crítico y pensante. Sin embargo, no es suficiente para los opositores que pasan eternidades acusando, satanizando y aburriendo al mundo moderno con afirmaciones severas, exageradas en ocasiones y ciertas de algún modo, las cuales se suman a las creencias y experiencias personales que finalmente conllevan a la “LIBERTAD DE PENSAMIENTO” que ellos mismos juzgan. En la actualidad, los medios tienen el poder, y eso es indiscutible, por más que existan géneros televisivos, entre ellos el “informativo”, la información se ve tergiversada por un discurso que solo desea dar a conocer verdades manipuladas para la mente de los consumidores, quienes se someten a la agenda setting del imperialismo cultural. Hay que diferenciar una cosa de la otra, está la política, la religión, la cultura y el pensamiento; en todas hay un sinfín de discursos que DEBEN implementarse porque conocer sobre estos es precisamente los que nos ayuda a enriquecer nuestros conocimientos y conseguir autonomía en el momento de adoptar un criterio argumentado. Si nosotros mismos apreciamos lo no cierto; claramente sabremos lo que a final de cuentas debemos creer, pero nada es absoluto, y es por eso que ahora hacer

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