La dama tracista en las comedias de espada de Calderón de la Barca
Alfre DitoEnsayo3 de Mayo de 2018
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LA DAMA TRACISTA EN LA COMEDIA DE CAPA Y ESPADA DE CALDERÓN DE LA BARCA.
ALFREDO POBLADOR CLAVERO
LITERATURA ESPAÑOLA
DEL SIGLO DE ORO II[pic 1]
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………..…… 2
2. CALDERÓN DE CAPA Y ESPADA. LA DAMA DUENDE, EL ESCONDIDO Y LA TAPADA Y CASA CON DOS PUERTAS MALA ES DE GUARDAR…….….…..3
3. QUE PUEDEN MUCHO AMOR, INGENIO Y MUJER. LA DAMA TRACISTA…………………………..…………………………………………………7
4. ¿ES DAMA O ES TORBELLINO? LA DAMA TRACISTA VISTA POR LOS PERSONAJES MASCULINOS………………...……………………………………18
5. CONCLUSIONES…………..……………………………………...…………….22
6. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA……………………………………...………23
1. INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objeto analizar la figura de la dama tracista en La Dama Duende (1629), El Escondido y la Tapada (1636) y en Casa con dos puertas mala es de guardar (1629), todas comedias de Pedro Calderón de la Barca. El grueso del trabajo girará en torno a La Dama Duende, por ser ella la que ofrece un despliegue mayor de artimañas y trazas confeccionadas por las mujeres que protagonizan la obra, y al análisis de dicha obra añado el de las otras dos que, por un lado, refuerzan este modelo de comedia en la cual las protagonistas hacen y deshacen a su antojo movidas por el amor y la curiosidad, y, por otro, matizan y añaden características que las distingue unas de otras. He seleccionado esas tres obras puesto que al tratarse de comedias de capa y espada dotan al trabajo de cierta unidad, pero es conveniente aclarar que la figura de la dama tracista aparece en muchas otras comedias del autor.
En cuanto a la estructura, tras un apartado en el que abordo el género de la comedia de espada de Calderón de la Barca y los argumentos de las tres comedias –de forma muy breve, pero necesarios para entender el posterior análisis- articularé el trabajo en dos grandes apartados principales: en uno de ellos analizo a las protagonistas de las obras y lo titulo «Que pueden mucho amor, ingenio y mujer. La dama tracista» parafraseando un verso de El escondido y la tapada; en el otro, me centro en la visión que tienen de ellas los personajes masculinos, titulado «¿Es dama o es torbellino?», parafraseando ésta vez un verso de La Dama Duende.
Las obras, cuyo autor ya he dicho que es Pedro Calderón de la Barca, fueron escritas durante el periodo de mayor plenitud del Barroco español, el coincidente con el reinado de Felipe IV (1621-1665)[1]. Antes de entrar a analizarlas es conveniente dar alguna pincelada sobre el autor[2]. La vida de Calderón abarca prácticamente todo el siglo XVII, pues nació en Madrid en 1600 y murió en 1681 en la misma ciudad. Su muerte y la de Murillo, al año siguiente, marcará una época caracterizada por cierto vacío cultural en España, sumada al gran declive que con Carlos II se estaba sucediendo. Estuvo en el ejército, también se ordenó sacerdote como Lope de Vega, dos detalles que plasmará en algunas de sus obras. Trabajó además para palacio en diferentes momentos de su vida, asegurándose manutención.
Fue un hombre de teatro, y su vasta producción lo demuestra: autos sacramentales, dramas religiosos, dramas filosóficos, dramas trágicos, comedias de capa y espada, comedias históricas, comedias de tramoya o espectáculo, aunque por supuesto también escribió poesía y prosa. Acudió desde pronto a certámenes poéticos como el celebrado por la beatificación de San Isidro Labrador o los de las canonizaciones de San Ignacio de Loyola y Santa Teresa de Jesús. Estos certámenes tenían gran fama en la época y a ellos asistieron prácticamente todos los autores que hoy consideramos referentes del panorama literario español barroco. En teatro, el pistoletazo de salida lo dará en Madrid con el estreno de la obra Amor, honor y poder en 1623. Su éxito fue enorme, quizá no tan ruidoso como el de Lope de Vega –al cual admiraba-, pero es innegable que no conoció fracaso. Incansable ingenio, estrenó su última en el carnaval de 1680 titulada Hado y divisa, de Leónido y Marfisa y cuando estaba trabajando en el segundo acto para la fiesta del corpus, la muerte le sorprendió.
2. CALDERÓN DE CAPA Y ESPADA. LA DAMA DUENDE, EL ESCONDIDO Y LA TAPADA Y CASA CON DOS PUERTAS, MALA ES DE GUARDAR.
Las tres comedias seleccionadas pertenecen a las que Marcelino Menéndez Pelayo llamó comedias de capa y espada: «comedias de costumbres, o sea, las que vulgarmente se llaman comedias de capa y espada, las cuales, por la riqueza de la trama y la variedad de elementos, se han llamado también comedias de enredo […], de intriga.»[3]Ya en 1690 Bances Candamo, escritor y dramaturgo, las definía así: «Las de capa y espada son aquellas cuyos personajes son solo caballeros particulares, como don Juan o don Diego, etc., y los lances se reducen a duelos, a celos, a esconderse el galán, a taparse la dama, y, en fin, a aquellos sucesos más caseros de un galanteo»[4].
La acción de las tres girará en torno a dos temas: la honra y el amor. En cuanto a la honra, ya dijo Lope de Vega en el Arte nuevo de hacer comedias (1609): «los casos de honra son mejores, porque mueven con fuerza a toda gente»[5]. Y Calderón, que admiraba al Fénix de los ingenios por encima de todo, y que sabía que el teatro de su época se dirigía a la masa de la sociedad, pues era la que pagaba, no lo dudó en ningún momento. Pero este teatro no es que se pusiera al servicio del pueblo ni que defendiera sus intereses, sino que las comedias de capa y espada eran representaciones sin apenas profundidad psicológica ni trascendentalismo, dedicadas a deleitar a los espectadores. Es por ello que, paralelo a la honra, aparezca el tema del amor, móvil por antonomasia de la mayor parte de la literatura a lo largo de la historia. Bruce W. Wardropper[6] plantea que Calderón en este tipo de comedias deja a un lado la responsabilidad, dejando al galán y a su dama campar por las tablas con libre albedrío e imprudencia, pero sin entender el amor que se profesan como algo desenfrenado, sino como siendo consecuentes con la realidad social.
Dichas comedias conllevan un enredo, que es la base y alma de su argumento. Este enredo, en el caso de las comedias seleccionadas, va a estar tejido por lo que se conoce como dama tracista o tramoyera[7], pero lo cierto es que en otras comedias la traza la crea el criado –en el papel de gracioso- o la criada. Como afirma Rosa Navarro «la dama miente, engaña, finge para conseguir lo que quiere, que es el amor del caballero que ella elige, o que el amor le lleva a elegir».[8] Para Luis M. González González «hablar de los personajes femeninos en la comedia del teatro español del Siglo de Oro es sinónimo de hablar de trasgresión»[9] Asegura que hay una constante búsqueda de la libertad por su parte.
Los dos temas principales, honra y amor, se manifiestan en dos grupos en las comedias seleccionadas. Los hombres, en estos casos familiares de las damas protagonistas, abogarán por la defensa del honor de éstas enclaustrándolas, pero ellas burlarán con la fiel ayuda de sus criadas esta imposición, movidas por el amor y la curiosidad. En La Dama Duende son don Luis y don Juan los que tienen a su hermana doña Ángela escondida en una habitación porque al enviudar, ha quedado con deudas pendientes y debe permanecer oculta hasta que consiga reponerlas. La honra de doña Ángela que según sus hermanos ellos mismos deben salvaguardar descansa en que no es aceptable que una dama como ella, hermosa y viuda, esté a merced de los demás hombres. En El Escondido y la Tapada es Celia la que se supedita al yugo de su hermano Félix, pues éste ha ido a Italia a luchar en una guerra, pero sigue sometiéndola hasta el punto de volver antes de lo previsto para solucionar los rumores que de ella llegan. En cuanto a Casa con dos puertas mala es de guardar, son Marcela y Laura, dos damas en este caso, las que por estar en edad de casarse se encuentran bajo la protección de hermano y padre respectivamente.
El amor, como ya he dicho, será lo que mueva a estas tres damas a burlar a sus masculinos familiares. En La Dama Duende don Manuel, amigo de don Juan –hermano de doña Ángela- llegará a la ciudad y se hospedará en su casa, así que ella se las ingeniará para llegar hasta él. En El Escondido y la Tapada será César el que llegue a la ciudad pero no por casualidad, sino llamado por la propia dama, Celia, la cual aprovechando que su hermano no está le invita a ir a su propia casa. En Casa con dos puertas mala es de guardar, los caballeros de los cuales están enamorados Marcela y Laura son, respectivamente, Lisardo y don Félix. Además del amor y la honra, el patrón que siguen las tres comedias es bastante parecido, así como los recursos de los que hace uso.
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