La hermosura perversa del ser humano cambiante

La hermosura perversa del ser humano cambiante

“No te dejes engañar, corazón, por su mentir, por su llorar, no te olvides que ella es mujer, no te dejes convencer”. Del tango “No te engañes, corazón”.

Es esa la introducción que se nos da en el libro que, más que ser una obra literaria, es un ensayo con una meticulosidad casi científica, que ahonda tal vez demasiado en algo y da muestra de la labor investigativa que puede estar detrás de una “simple” libro.

La mujer llega a ser, muchas veces, la perdición de un hombre; pero no por la astucia o maldad propia de estas, sino más bien por la ingenuidad del hombre. Dicha situación de “opresión” da a luz un término: perversidad. Pero, que es realmente la perversidad, ¿será algo malo o algo bueno? Perverso, supuestamente, es sinónimo de maligno, desventajoso, cruel. Pero hay que darnos cuenta de algo, ¿no juega lo perverso un papel fundamental en la vida diaria de la persona? ¿Qué no es acaso tan necesario ver cosas “perversas” en nuestra cotidianidad como lo es comer?

Resulta ilógico pensar que los problemas, los obstáculos, las vallas que se nos ponen en la vida son algo de poco provecho, un estorbo. Por el contrario, como se diría en la jocosa Barranquilla, “la vida es como el cucayo, dura pero sabrosa”. La gracia existencial de la que somos capaces de disfrutar está dada solo en la medida en que existan situaciones, cosas o personas que nos hagan darnos cuenta de lo milagroso y hermoso que es tener las cosas buenas de las que podemos disfrutar día a día.

He allí la majestuosidad de lo indeseado, de lo molesto, de lo perverso. He allí la necesidad de personas malintencionadas, enfermas, con mentalidades totalmente opresivas y abusivas. Sin estas, nunca encontraríamos momentos u oportunidades para avanzar. La mujer perversa, entonces, a lo largo de la historia, ha jugado el papel más relevante de todos, ha sido el motor de cambio en todo momento.

La mujer en los tiempos bíblicos, la perfidia femenina en el mundo antiguo, la perversión clásica o la clásica perversión, todos y cada uno de los capítulos de esta obra es un pedazo de historia imperdible, que desvela no solo maldad y perversidad sino, más que eso, revolución, espíritu subversivo y cambiante. En conclusión, siempre que las personas estén detrás de un mundo mejor, con avances y carente de problemas; estarán detrás de la búsqueda de situaciones incómodas, personas extrañas, malas, perversas; estaremos detrás de seres como las mujeres perversas de la historia.

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