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La justicia y la injusticia: dos perspectivas paralelas


Enviado por   •  3 de Abril de 2017  •  Resúmenes  •  1.569 Palabras (7 Páginas)  •  207 Visitas

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La justicia y la injusticia: dos perspectivas paralelas.

Determinar cómo se manifiesta la justicia y la injusticia y cuál de estas es conveniente

En el libro República II se hace la recopilación de los diálogos entre Sócrates, Glaucón, Adimanto y Transímaco acerca de si es mejor ser justo que injusto o viceversa. En medio de estas discusiones surgen temas que van desarrollando en gran medida  para así llegar a la conclusión de que debe prevalecer en una ciudad y en los individuos que la componen; justicia o injusticia.

Transímaco propone a Sócrates convencerse por completo de que es mejor lo justo que lo injusto, a lo que Sócrates acepta. Esta conversación inicia haciendo referencia a que existen tres clases de bienes; los primeros son aquellos que queremos poseer pero que no tienen interés en los resultados que genera ya que son efímeros, como lo es la alegría. Los segundos son esos que se aprecian tanto en gracia a sí mismos como a las consecuencias que de ellos se derivan, ente estos puede estar la inteligencia o la salud y el último de los bienes, son los penosos pero que su resultado es benéfico, estos son los que nos generan una ganancia luego de ejecutarlos, como lo es la medicina.

Aristóteles hace alusión a lo que produce la justicia y la injusticia cuando su amparo es el alma tomando como punto de referencia el discurso deTransímaco, dice que la vida del justo es mucho mejor que la del injusto, que cuando se comenten injusticias, esto es por naturaleza un bien, pero que sufrir estas es un mal. “una vez los hombres comenzaron a cometer y sufrir injusticias y a probar las consecuencias de estos actos, decidieron los que no tenían poder para evitar los perjuicios ni para lograr las ventajas que lo mejor era establecer mutuos convenios con el fin de no cometer ni padecer injusticias” (Madrid, Alianza, 1980, p. 46) A partir de esto se empezaron a decretar leyes las cuales llamaron legal y justo a lo que estas mismas determinan.

La justicia es interpretada como un acto de impotencia o temor a cometer injusticias, ya que quien se atreve a cometer estas es considerado como un verdadero hombre. Nadie es justo en por voluntad propia, ya que todo hombre piensa que a veces es más conveniente ser injusto, ya que si estos tiene algún fracaso son capaces de repararlo por sí mismos además este hombre se colma de apariencias, haciéndose ver como un ser intachable y bondadoso. Por el contrario el hombre justo es un hombre que está dispuesto a no parecer bueno, sino a ser bueno.

Glaucón dice que es necesario analizar la tesis contraria, los que prefieren la justica que la injusticia, estos hombres no alaban la justicia en sí misma sino el peso moral que de esta resulta, es decir, quien sea justo se puede valer de una buena reputación, de matrimonios y de cargos públicos. Para estos hombres, además es relevante la opinión de los dioses ya que según ello les otorgan grandes bendiciones. Existen hombres que prolongan aún más las recompensas, el individuo cumplidor de sus compromisos dejará a sus hijos una sucesión de juramentos.

La mayor parte de hombres admiten que la templanza y la justicia son buenas, pero que son embrolladoras a la hora de practicarlas, en cambio los actos injustos son agradables para practicarlos y son fáciles de conseguir, teniendo en cuenta que esto se deriva de una opinión dada por convención. “Dicen también que generalmente resulta más ventajoso lo injusto que lo justo, y están siempre dispuestos a considerar feliz y honrar sin escrúpulos, en público como en privado, al malo que es rico o goza de cualquier otro género de poder y, al contrario, a despreciar y mirar por encima de hombro a quienes sean débiles en cualquier aspecto o pobres, aun reconociendo que estos son mejores que los otros” (Madrid, Alianza, 1980, p. 52) Por ello los Dioses han destinado cosas buenas para los hombres justos y por el contrario desgracias para los que no lo son.

A los jóvenes se les inculca el obrar bien pero ellos deben concurrir sobre la posición justa o la injusta ya que en muchos casos se refuta la idea de que el hombre injusto lleva una vida maravillosa si sabe aparentar la justicia, ya que como dicen varios sabios, la apariencia es capaz de vencer la  realidad, en todo caso, si un hombre quiere ser feliz debe seguir los pasos que le ha venido marcando su tradición. En el caso del injusto, para que este no sea sometido a castigos, existen unos métodos para persuadir y para abusar de un conjunto de personas para conseguir su propio bien.  Cuando se es justo, se tiene la ventaja de no temer a las sanciones de los dioses, pero para ello hay que renunciar a las ganancias que posee la injusticia, ya que con esta, cuando se comete alguna falla lo único que se hace es suplicar a los dioses y de esta manera se obtendrá el perdón.

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