La verdad

¿Cómo pueden las distintas formas del conocimiento ayudarnos a distinguir entre algo que es verdad y algo que se cree que es verdad?

¿Qué es “la verdad”?. La verdad en sí misma no es un hecho cierto sino que se trata de una opinión elaborada por alguien sobre la base de sus propias creencias y sus capacidades interpretativas. La verdad absoluta no existe ya que el concepto de verdad es siempre subjetivo, ya que lo verdadero, es verdadero para “alguien” en un lugar y un momento determinado. La verdad es en si misma un juicio de valor por lo tanto es el producto de una comparación lógica con el estándar previamente adoptado por aquel que está juzgando y su opinión surge como consecuencia de la comparación entre su capacidad de percepción y la creencia personal de lo para que él o ella es cierto o verdadero.

Si en línea con este razonamiento aceptamos que la verdad es un juicio de valor basado en una interpretación personal, las distintas formas de conocimiento pueden concebirse como herramientas para elaborar y sostener la opinión resultante de los juicios de valor realizados.

Por otra parte si bien la razón es independiente de la experiencia es cierto que sólo se expresa a través de ella, de modo que no existe ningún conocimiento sin la experiencia que ahora entendemos será interpretada de acuerdo a la estructura de razonamiento de cada persona.

Sabiendo que las personas vivimos en nuestros propios espacios de interpretación personal, el supuesto de que sabemos como "las cosas son" es falso, porque “las cosas son” singularmente para cada persona. Desde este pensamiento promotor, el gran desafío se basa en llegar a aceptar que las interpretaciones que hacemos de la realidad son diferentes según las distintas capacidades interpretativas que tenemos los seres humanos y que no existe "la verdad" de manera absoluta, dado que nuestras interpretaciones están basadas en cuestiones biológicas, culturales, temporales y personales, que harán que cada ser humano perciba y entienda, es decir “interprete” de manera única y singular, el mismo hecho o concepto. Por ejemplo, si hoy en día la prensa publicara una noticia sobre un general que pretende casarse con una adolescente de 14 años sin duda lo juzgaría de depravado y sería un estigma social. Pero si nos ubicamos en 1812 en donde los patrones culturales de la época validaban esta práctica que hoy en día puede parecernos aberrante, la “verdad” es que el General San Martín es inobjetable.

Si entonces los seres humanos podemos vernos como observadores que realizamos interpretaciones y si aceptamos que existen tipos de observadores diferentes según las épocas, culturas y biologías, podremos entender por qué cuando discutimos por tener razón y sostener la verdad de las cosas, en realidad estamos defendiendo nuestras creencias dentro de la acotada capacidad

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