Lenguaje Y Cerebro
yeliza2316 de Febrero de 2014
460 Palabras (2 Páginas)366 Visitas
Lenguaje y cerebro
cap. 11 de Enrique Bernárdez,
¿Qué son las lenguas?, Alianza
Editorial, 1999
La localización del lenguaje en el cerebro
Hace ya siglos se adelantó la hipótesis de que cada parte del cerebro
está especializada en una función determinada. Durante mucho
tiempo no hubo forma de comprobar o desconfirmar esta idea, que
se convirtió sin embargo en un lugar común: generalmente partimos
del supuesto de que cada cosa está en un sitio, y así debe suceder
también con el cerebro. Los estudios modernos permitieron
confirmar aparentemente esta idea intuitiva (y filosófica).
Durante el siglo pasado, dos neurólogos comprobaron que las
lesiones en ciertos lugares del cerebro tenían efectos curiosamente
sistemáticos sobre el lenguaje. Si la región afectada era la que se
denomina de Broca, por su descubridor, los problemas consistían
principalmente en dificultades relacionadas con la producción del
habla: podía ser imposible recordar las palabras que había que
aplicar a los objetos, o las frases carecían de toda coherencia o las
desinencias morfológicas se repartían por las palabras de la frase en
forma aparentemente caótica, etcétera. Una zona próxima, llamada
de Wernicke, tenía como consecuencias problemas en la percepción
del habla; por ejemplo, que el enfermo era incapaz de comprender lo
que se le decía, aunque pudiera expresarse de forma normal. Estas
enfermedades, llamadas afasias, son de diversos tipos y cada uno
corresponde aproximadamente con una lesión localizada. Parecería,
por tanto, que en esas áreas de Broca y Wernicke se localiza nuestra
capacidad de lenguaje.
Ambas áreas están muy próximas y se sitúan en uno de los dos
hemisferios en que se divide el cerebro: el izquierdo; y suele decirse
que es este hemisferio izquierdo el que se encarga de prácticamente
todo lo que afecta al lenguaje. Iremos viendo estas cosas un poco
más despacio, empezando por lo más general: la lateralización.
Los dos hemisferios cerebrales y sus funciones
El cerebro está dividido longitudinalmente en dos partes o
hemisferios. El izquierdo se encarga de todo lo que hacemos con
nuestros brazos y piernas del lado derecho e, inversamente, el
derecho se encarga de la parte izquierda de nuestro cuerpo. Esto es
así en las personas diestras y en buena parte de las zurdas, aunque
muchos zurdos tienen los hemisferios cambiados, valga la expresión.
El caso es que aunque otros animales, especialmente los monos
antropoides, tienen también una diferencia clara entre los dos
hemisferios, en ninguno es tan marcada como en los seres humanos.
Según algunos, esa diferencia está relacionada con el predominio de
los diestros desde los orígenes de la humanidad: como las
actividades que implicaban precisión se realizaban con la mano
derecha, el hemisferio que la guía, el izquierdo, fue desarrollándose
más para ese tipo de acciones. Más adelante veremos de qué forma
es posible que la actividad acabe reflejándose en la arquitectura
cerebral.
En general, el hemisferio izquierdo está especializado en las
actividades que implican análisis, así como en aquellas que se han
ido automatizando. El lenguaje es en gran parte automático; no
tenemos que estar constantemente planificando cómo hablar, y
somos inconscientes de la mayor parte de nuestra actividad
...