ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Linguistica

Priscila198914 de Noviembre de 2013

11.115 Palabras (45 Páginas)244 Visitas

Página 1 de 45

Universidad de Panamá

Centro Regional Universitario

Facultad de Humanidades

Escuela de Español

Priscila López de Pineda

3-722-1342

Materia:

Literatura Clásica I (Grecolatinas)

(Español 115ª)

Trabajo Final

La Odisea

Profesora:

Nelly Molinar de Naar

1er año

Sábado, 6 de julio de 2013

Introducción

A continuación en el presente trabajo estaremos desarrollando el reconocimiento de los recursos poéticos dentro de la odisea, entre los que tenemos la figura antropológica, figura lógica, figura intensionales en el texto de La Odisea, y como cada una de estas figuras han enriquecido el lenguaje de la misma, su función como hilo conductor para cada párrafo.

Contenido

1. Reconocimiento de los recursos poéticos dentro de la odisea.

1.1 Figuras antropológicas.

1.2 Figuras lógicas.

1.3 Figuras patéticas.

1.4 Figuras intensionales.

1.1 Figuras antropologicas

Capítulo 1

Casi todos los que habian sobrevivido a los horrores de la guerra de Troya estaban de nuevo tratando de sobreponerse a la cruel angustia del recuerdo. Tan sólo Ulises, a despecho de la natural impaciencia que le hacia soñar en voz alta con su dulce Penélope, con Telémaco-hijo único de ambos-, con la Itaca; la pequeña isla que contituía su reino.

En el anterior párrafo, se distingue claramente como se narra el infortunio del protagonista de nuestra novela La Odisea-Ulises- , y sus más anhelado deseo que es volver a su tierra junto a su hijo y esposa.

Capítulo 2

El anciano Haliterses Mastórida interpretó el augurio exclamando:

-¡Grande es el infortunio, que os amenaza! Ulises no permanecerá mucho tiempo alejado de los suyos, con lo que vuestra muerte aparece inevitable. ¡Cambiad de conducta y aplacad su cólera antes de que sea tarde! Mis predicciones no son caprichosas, pues emanan de una ciencia que jamás engaña. Así, cuando Ulises marchó a Ilión, predije que volvería en el décimo año y sin que nadie le conociera. Pues bien: ¡este es el vigésimo año, y el augurio de las aves confirma mis predicciones!

Eurímaco le tomó a burla:

-Vete a divertir a tus hijos con semejantes patrañas; ¿No vuelan sobre nosotros infinidad de aves todos los días? ¿Es que cada una de ellas supone un presagio? Ulises está bien muerto, lejos de nosotros ¡De poco valdrán esas picardías incitando a Telémaco contra nosotros! Lo único que has conseguido es hacerte más odioso. Y quede bien claro que seguiremos consumiendo el patrimonio mientras Penélope se obstine en la burla de diferir su casamiento.

En los dos párrafos anteriores, el anciano Haliterses adivino del reino de Itaca predice el regreso de Ulises a su tierra natal, y termina siendo la burla de los pretendientes de la reina Penélope, que en su ignorancia y sed de reinar hacen caso omiso de lo dicho por este anciano.

Cuando Télemaco regresó al palacio dispuesto a seguir las consignas de “Mentor-Minerva”, Antínoo salía a su encuentro le dijo enson de burla:

-¡Impetuoso Telémaco! ¡Déjate de proyectos y discursos, y ven a comer y beber con nosotros! Entretanto, los aqueos dispondrán esa nave con la que quieres ir en busca de tu progenitos.

Otro de los concurrentes añadió:

-Lo más probable es que termine errabundo sobre el Océano. Y esto sí que nos fastidiaría, porque entonces tendríamos que repartirnos sus bienes y dejar a su madre en el palacio con el marido que eligiese.

Antínoo, uno de los pretendientes o quizás el más osado de ellos se burla de Telémaco, sabiendo que este planea viajar para encontrar a su padre, mientras tanto uno de los príncipes cree saber el lugar donde viajará y según este comprara veneno para acabar con todos.

Capítulo 3

Minerva instruyó al hijo de Ulises:

-Ve directamente a Néstor y pregúntale por tu padre; él te dirá la verdad de cuanto sepa, ya que que es hombre que odia el dísimulo y la mentira.

Apena los pilios vieron a los expedicionarios, se adelantaron a recibirles y ofrecerles asiento en la mesa, junto a Nestórida, Trasimedes y el padre de ambos Néstor.

Minerva, fiel a Ulises guía a Telémaco a buscar respuestas sobre su padre.

Contestó Telémaco:

-¡Oh Néstor, gloria insigne de los aqueos! Yo tan sólo pido a los dioses fuerza para poder castigar la insolencia de los que cometen en mi palacio los mayores excesos, me ultrajan y urden toda clase de felonías. Pero a lo que veo, los dioses no nos tienen de su mano ni a mí.

-Amigo querido- le repllicó Néstor-, ya he oido hablar de aquellas iniquidades. Pero dime tú si voluntariamente te sometes o bien si los itacenses se han puesto en contra tuya, acaso por obedecer a las deidades. ¡Ojalá Minerva se interesara por ti tanto como por tu padre cuando estábamos en Troya! ¡Jamás dios alguno amó a un hombre tan manifiestamente como ella lo demostraba por Ulises! Y quién sabe si algún día, protegida por la olímpica, tu padre aparece de improviso y castiga tanta insolencia…

Telémaco cansado de los pretendientes de su madre pide ayuda de los dioses y hacerlos pagar por todo lo que han transgredido, su madre, su palacio y su persona.

Capítulo 4

A la vez, la esposa de Menelao quiso narrar un episodio en el que todos pusieron su mejor atención.

-Quisiera referiros todos los trabajos del pacientísimo Ulises, pero esto es imposible. No obstante, os contaré una de sus muchas hazañas durante el sitio de Troya. Cierto día, luego de haberse molido el cuerpo a vergajazos y vestido como un vil esclavo, entró en la ciudad de las anchas calles sin que nadie lo reconociese, excepto yo, que no me deje confundir por los harapos. Al pretender interrogarle, su astucia le llevaba a eludir las respuestas o darlas tan confusas, que toda identificación resutaba imposible. Mas cuando le hube lavado y ungido con aceite, y tras de jurar que no le decubriría a los troyanos, Ulises me habló puntualmente de los propósitos de los aqueos.después de la confidencia supo llegar a su campamento, llevándose cuanta información interesaba a sus futuros planes.

Ulises haciéndose pasar por un esclavo, reúne información necesaria para más adelante urdirun plan de cómo conquistar Troya.

Entonces, Minerva creó un fantasma en un todo semejante a Iftíma, hermana de Penélope, hija del magnánimo Icario y esposa de Eumelo. La aparición dijo a la reina estas palabras:

-No te dejes abrumar por la tristeza, pues los dioses inmortales no quieren que te domine la aflicción.

Minerva utiliza una aparición para dar un mensaje a Penélope.

Dicho lo cual, el forastero se sentó junto a la lumbre, sobre la ceniza. Y Equenio, que era entre los feacios el varón de más edad y mayor elocuencia, rompió el silencio para decir:

-Alcínoo: sería injusto que tu huésped continuara sentado sobre las cenizas del hogar. Levántale y que tome asiento en uno de estos sillones. Que le despensará la presente mesa con los más delicados manjares.

Equenio, feacio reprende a Alcínoo pues demora en darle posada a Ulises.

1.2 Figuras Lógicas

Ahora, Neptuno habíase trasladado al lejano país de los etíopes-dos pueblos que habitan los confines de la tierra, hacia el ocaso y el orto del Sol, respectivamente-. Y aprovechando su ausencia, los demás dioses celebraron consejo para tratar de la suerte de aquellos mortales que regresaban de la guerra y que, como Ulises, no habían podido alcanzar todavía sus hogares.

Salido del panorama, Neptuno, los dioses aprovechan la ocasión para reunirse y tratar la suerte de los mortales sobrevivientes de la guerra.

Y le contestó el que reúne las nubes, Júpiter: «Hija mía, ¡qué palabra ha escapado del cerco de tus dientes! ¿Cómo podría olvidarme tan pronto del divino Ulises, quien sobresale entre los hombres por su astucia y más que nadie ha ofrendado víctimas a los dioses inmortales que poseen el vasto cielo? Pero Neptuno, el que conduce su carro por la tierra, mantiene un rencor incesante y obstinado por causa del Cíclope a quien aquél privó del ojo, Polifemo, igual a los dioses, cuyo poder es el mayor entre los Cíclopes. Lo parió la ninfa Toosa, hija de Forcis, el que se cuida del estéril mar, uniéndose a Neptuno en profunda cueva. Por esto, Neptuno, el que sacude la tierra, no mata a Ulises, pero lo hace andar errante lejos de su tierra patria. Conque, vamos, pensemos todos los aquí presentes sobre su regreso, de forma que vuelva. Y Poseidón depondrá su cólera; que no podrá él solo rivalizar frente a todos los inmortales dioses contra la voluntad de éstos.

A pesar de que Neptuno odie a Ulises por desafiar a los dioses y matar a su hijo, tiene que comprender que los dioses están de parte de Ulises y no podrá acabar con la vida de éste.

Y le contestó luego la diosa de ojos brillantes, Minerva:

«Padre nuestro Cronida, supremo entre los que mandan, si por fin les cumple a los dioses felices que regrese a casa el muy astuto Ulises, enviemos enseguida a Hermes, al vigilante Argifonte, para que anuncie inmediatamente a la Ninfa de lindas trenzas nuestra inflexible decisión: el regreso del sufridor Ulises.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (64 Kb)
Leer 44 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com