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“EL NIÑO Y LA CIENCIA”

“Si hay un pensamiento infantil, hay un pensamiento científico infantil”

Todo pensamiento es válido para llegar a un objetivo.

Los niños desde temprana edad van construyendo teorías explicativas de la realidad de un modo similar al que utilizan los científicos. No necesariamente deben ser experimentos, sino que el niño con el medio ambiente puede realizar diferentes actividades.

Debemos propiciar en los niños una actitud de investigación que funda sobre los criterios de relatividad y no sobre criterios dogmáticos. Esto significa que hay que ayudar a los niños a darse cuenta de que ellos saben(lo mínimo) y que son constructores de teorías y esta se debe poner en juego para saber si les sirve o es necesario modificarlas para dar una explicación a la realidad.

Presentando a la ciencia a través de conceptos demasiado simples

Este se basa en la idea de que un niño no puede entender las realidades complejas y esto provoca un desinterés en los niños, que normalmente prefieren continuar con sus investigaciones fuera de contexto de la escuela y de este modo ellos solos van construyendo un conocimiento para la escuela y por otro que responde a sus curiosidades y se mantiene fuera de ella.

Presentando a la ciencia a través de conceptos muy complejos, pero de un modo simple.

Se establece el presupuesto de que de otro modo los niños no lo entenderían, pero sin embargo dan como resultado una distorsión en los conceptos.

Las conclusiones son de preocupación, ya que lo más serio no es que no lo supieran, sino que no se hayan tomado el trabajo de buscar la explicación correcta.

Lo más preocupante no es tanto que un maestro sepa poco, sino que no se dé cuenta de que sabe poco. Y lo grave es que piensen que saben y transmitan a sus alumnos conceptos científicos complejos como si fueran simples, de un modo erróneo y sin tener en cuenta que quizás los niños nunca tendrían la posibilidad de reverlos.

Al proponer cosas que el niño no comprende, la escuela obliga a desarrollar un conocimiento típicamente escolar, que le sirve dentro de la misma y que conforma al docente, pero que lo aleja de intentar comprender algunas de las explicaciones que la ciencia construye día a día acerca de los fenómenos del mundo.

Estimular a los niños a que busquen sus propias teorías cientìficas y partir de los conocimientos previos de los mismos.

a) El sistema circulatorio.

Este se especializa en enseñar cosas que no se saben correctamente, especialmente en el campo de las ciencias.

b) La pedagogía del agujero

Es uno de los mayores esfuerzos de un maestro en generar inquietudes y despertar curiosidades.

Cuando los niños en una clase elaboran una pregunta, uno puede elegir claramente dos caminos posibles; uno cerrar esa puerta abierta con una respuesta que ellos deben creer y supuestamente aprender, y otra abrir otras puertas de manera tal que pueden encontrar solos la solución a su primer problema, o bien acercarse a la misma.

El experimento en el aula – el taller de ciencias en la escuela.

El experimento científico no sirve para obligar a la gente a creer, sino que es una técnica que el investigador utiliza para poner a prueba su teoría y así verificar si esta resiste a la prueba.

Esto significa que el experimento es una cuestión de azar, ya que uno no puede decir el resultado que va a tener, sino hasta tenerlo ya visto.

Es importante que a veces propongamos un análisis, una evaluación y una relación con la realidad, para que nuestros resultados sean correctos.

Educación Ambiental

Esta es una temática que ha tomado cierto auge en los problemas de ciencia. Ya que esta se utiliza

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