Miguel De Cervante

Entre mí y el cielo pasaran mis quejas, sin querer que las oiga el mundo, el cual juzga por los sucesos de las cosas, sino conforme a él se le asienta en la estimación dijo Leocadia. Yo hare como que no nací en el mundo, o que si nací, fue para ser desdichada, Leocadia vio un crucifico de plata, el cual tomo y se lo puso en la maga de la ropa no por devoción ni por hurto, sino llevada de un discreto designio suyo.

Por medio de aquella imagen podrían, haciendo que los sacristanes de los pulpitos de todas las parroquias de la ciudad, que el que hubiese perdido tal imagen la hallaría en poder de los religiosos que los señalen y que así se podría saber quién es el dueño de la imagen es decir el enemigo de la familia. Leocadia sintió que era mejor vivir retirada y escondida ante la sociedad, ya que le harían burla por el suceso.

El día señora que mis padres oyeron decir que su sobrino estaba tan malparado, creyeron y pensaron que se les había cerrado el cielo y caído todo el mundo a cuestas. A la fe, señora y madre mía, justo es y bueno que los hijos obedezcan a sus padres en cuanto les manden.

Rodolfo contesto la hermosura busco, la belleza quiero, no con otra dote que con la honestidad y buenas costumbres que si esto trae mi esposa, yo serviré a Dios con gusto y daré buena vejez a mis padres

Rodolfo y Leocadia vivieron felices y gozaron de sí mismos, de sus hijos y de sus nietos, permitido todo por el cielo y por la fuerza de la sangre, que vio derramada en el suelo el valeroso, ilustre y cristiano abuelo de Luisico.

D) Rodolfo y sus camaradas, cubiertos los rostros miraron a la madre, la hija y la criada., la mucha hermosura del rostro de Leocadia comenzó a imprimirse en la memoria de Rodolfo que despertó el deseo de gozarla a pesar de todos los inconvenientes que pudiesen sucederle, comunico su pensamiento con sus camaradas para volver y robarla. Arremetió Rodolfo con Leocadia y cogiéndola en brazos dio a huir con ella lo cual no se pudo defender y quedo desmayada Leocadia. Ciego de la luz del entendimiento, a oscuras robo la mejor prenda de Leocadia y como los pecados de la sexualidad, la barra del término de los deseos de Rodolfo.

Un caballero de aquella ciudad llamado Rodolfo a quien la riqueza, la sangra ilustre, la inclinación torcida, la libertad demasiada., le hacían hacer cosas y tener atrevimientos en su vida.

Se veían necesitados de favor, como hidalgos pobres, no sabían de quien quejarse sino de su corta ventura. (Familia de Leocadia)

Todo lo que vio y noto de la capacidad del cuarto, observo ricos adornos de aquella estancia le dio a entender que el dueño debía de ser un hombre principal y rico pensó Leocadia.

Rodolfo imagino quien podía haber llevado el crucifico y como rico no hizo cuenta de ello.

Se dispuso la voluntad de Rodolfo de cumplir la de su padre, el cual le dio crédito de mucho dinero.

E) La vestimenta utilizada por Leocadia en la cena por ser presentada ante Rodolfo como su esposa, siendo invierno, era una saya entera d terciopelo negro, llovida de botones de oro y perlas, cintura y collas de diamantes; delante de ella venían dos doncellas, alumbrándola con dos velas de cera en dos candeleros de plata.

F)Para describir los lugares en los que se desarrolla la novela, en primera instancia, reconocemos el tiempo en que se inicia a desarrollar, como dice

…”una noche de las

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