Muchas Manos Pocas Acciones

Muchas Manos Pocas Acciones

El estado de Honduras cuenta con una serie de instituciones, cuya misión es proteger a la niñez y a la juventud. Pero la misión de estas instituciones se ve imposible de concretar esto debido al aislado apoyo y acciones por parte del estado y de la población civil en general.

Las consecuencias de esta falta de interés la sufren directamente los niños y jóvenes que cuentan con los escasos recursos y apoyo que dichas instituciones les brindan.

Como seres humanos, llenos de virtudes, de habilidades y sobre todo dotados de conocimiento, nos hacemos llamar “seres conscientes”; seres conscientes de la problemática política, seres conscientes de la realidad política, de la realidad económica, de la realidad social de nuestro empobrecido país.

“Empobrecido” es quizás la descripción más sensata que define perfectamente la realidad en la que nos tocó vivir. Pobre la nación, pobre sus ciudadanos, y con pobreza no solo se encierra el factor económico, sino el factor más importante: Factor Consciencia.

Conciencia, las que nos permite evaluarnos y decir: “lo hice bien”o“lo hice mal”. Pero ¿De qué nos sirve ser conscientes de que las cosas están bien o están mal?, si nos falta fuerza de voluntad, porque nuestro espíritu solidario fue sepultado por la indiferencia y el egoísmo; y en este sentido no hay nada que nos mueva a emprender acciones voluntarias. Acciones que sin importar su magnitud, transformen vidas y resuciten nuestro espíritu.

Pero es imposible decirnos: “Nopuedo hacer nada”, gritarnos: “No poseo los recursos”. Basta detenerse tan solo un minuto y reflexionar que desde nuestras limitaciones y desde nuestra pobreza hacer grandes cambios no es imposible.

Porque al ver una persona con una discapacidad física o mental extendiendo sus manos con la esperanza de recibir dinero para saciar su hambre, sacar el billete con menos valor de tu bolsillo y seguir tu camino con tu pobre conciencia y tu difunto espíritusolidario gritándote: “Eres bondadoso porque lo ayudaste”. Cuando únicamente lo que hiciste fue comprartúconciencia.

Y no existe alguien sobre la faz de la tierra que nunca haya manifestado palabras para quejarse por algo que hace falta, por eso que no se logró, por las puertas que se cerraron, por los intentos fallidos e incluso palabras para aquejar también lo que nos sobra, de lo tanto que poseemos y de lo tedioso que es administrar el ego de nuestro y difunto espíritu de solidaridad y de nuestra ya moribunda consciencia.

Cada quien tiene “lo que se merece”, afirmamos los hombres conscientes, si tienes dinero es porque has trabajo arduamente y te lo mereces; si no tienes nada que comer, es porque has desperdiciado tu tiempo, en consecuencia te lo mereces; si no tienes guardias que velan por tu seguridad e integridad, es porque tu vida no es tan relevante

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