Narradores

Actividad: Los narradores.

Propósito: El alumno desarrolla su habilidad para modificar al narrador de un texto a partir de la lectura del mismo.

Narrador: Testigo

Cuando tu madre te conto lo que sucedía, se apodero de ti una tremenda duda y una preocupación que iba en aumento, aun cuando tu tratabas de no pensar en ello.

Veinte días antes, tu madre se había fracturado una pierna al perder el pie en la escalera de tu casa. Fue un verdadero triunfo conseguir una habitación en el Hospital de Santa Rosa, el mejor de todos los sanatorios de la ciudad. Como tus tenias una urgente necesidad de salir de viaje, precisabas a como dar a tu madre en un buen sitio donde disfrutara toda clase de atenciones y cuidados. Sin embrago, tu experimentabas remordimientos por dejarla sola en un hospital, agobiada por el yeso y los dolores de la fractura. Pero tu trabajo en Tractor and Agricultural Machinery Co. te exigía ese viaje. Como inspector de ventas debías controlar, de tiempo en tiempo, las diferentes zonas que abarcaban los agentes de viajeros, pues generalmente sucedía que algunos de los vendedores no trabajaban exhaustivamente sus plazas, en tanto que otros competidores realizaban magnificas ventas. Tu trabajo te gustaba y la compañía se había mostrado siempre muy generosos contigo, “Valioso elemento”, según el criterio de los jefes. Te habían otorgado un magnifico sueldo y te dispensaban muchas consideraciones. En estas circunstancias, tú no podías negarte cuando te necesitaban. La única solución que encontraste fue dejar a tu madre en un buen sanatorio, al cuidado de una enfermera especial.

Durante las tres semanas que duro tú viaje, el hospital te tuvo al tanto, diariamente, de la salud de tu madre. Las noticias que recibías eran bastante favorables, con excepción de “un aumento en la temperatura que se presenta después de media noche, acompañado de una marcada alteración nerviosa. El día de tu regreso te presentaste en la oficina tan solo para avisar de tu llegada y corriste al hospital a ver a tu madre. Cuando ella te vio lanzo un extraño grito, que no era una exclamación de sorpresa ni de alegría. Era el grito que puede dar quien se encuentra en el interior de una casa en llamas y mira aparecer a un salvador. Así lo sentiste tú. Era la hora de la comida. Con gran sorpresa comprobaste que tu madre casi no probaba bocado, no obstante que tenía enfrente su platillo favorito: chuletas de cerdo ahumadas y puré de espinacas. Estaba pálida, demacrada, y sus manos inquietas y temblorosas delataban el estado de sus nervios. Tú no te explicabas que le había sucedido. Siempre había sido una mujer serena, controlada, optimista.

Actividad: Los narradores.

Propósito: El alumno desarrolla su habilidad

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