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Nicolasa Y Los Encajes


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2014  •  1.267 Palabras (6 Páginas)  •  210 Visitas

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El dolor está en nuestra vida cotidiana, en el sufrimiento escondido, en la renuncia que hacemos y culpamos al amor por la derrota de nuestros sueños.

Paulo Coelho

Muchas veces al hablar de vida cotidiana lo primero que viene a la mente es qué has realizado últimamente en tu vida, de manera constante, ¡tanto! que por un momento dejaste de preguntarte por ello. Alimentarse, asearse, pasear a cierta hora, la delgada línea con el hábito ni siquiera puede distinguirse .De la vida cotidiana también son el trabajar, el divertirse, actividades tan contarías y a la vez en común porque son cotidianas. El cotidiano es el presente, la realidad propia de cada quien y desde la cual se interpreta el mundo y al sujeto mismo que es el único responsable de cómo manejar lo cotidiano que en sus vidas habita, para la mayoría de las personas la palabra cotidiano es igual a monotonía, pero no confundamos, ya que la monotonía, a mi punto de vista, se relaciona con el aburrimiento y la falta de emociones, sin embargo lo cotidiano es lo que nos construye el día a día para valorar los pocos momentos inusuales que se nos presentan de vez en cuando, para después recordarlo como algo épico. El objetivo en este ensayo es plantear los diferentes puntos de vista dependiendo la forma de vida que cada persona y si lo cotidiano es un bien o un mal para sus existencias.

Nicolasa y los encajes, una novela que consta de 20 historias diferentes que a su vez son muy comunes por lo ya antes mencionado, aborda los minúsculos dramas cotidianos, el trabajo, la soledad, el abandono etc. Describiendo con una objetividad que no elude el detalle.

Cuántas veces no hemos visto esos rostros con gesticulaciones no tan agradables, contestaciones sin gracia o un mal servicio cuando visitamos algún tipo de negocio, pues lo que nosotros esperamos es un recibimiento agradable ya que se está pagando por eso, a quién no le molesta un mal servicio cuando lo único que uno busca es relajarse por un momento y despejar el pensamiento un buen rato de lo cotidiano que nos aqueja y no disfrutamos, o contrariamente repasar lo faltante para que llegue el momento de realizar las actividades cotidianas que nos agradan y llevamos a cabo con gran gusto.

Como es parte del ser humano tenemos un toque de narcisismo, la mayoría de las ocasiones pensamos que sólo a nosotros nos aqueja este tema, cuando la verdad no es así, ¿acaso nos hemos puesto en los zapatos de las personas con las caras largas que nos atienden?, son seres humanos que al igual que nosotros tienes una vida, que al analizarlo debe de estar más jadiada que la nuestra, pues basta con mirar sus rostros.

¨ ¿Viene todos los días? ¨, le preguntó la señora con las manos metidas bajo el chorro de agua. Sorprendida por su curiosidad le contesto secamente, apenas levantando la mirada de la novela desgastada que hojeaba muy frecuentemente para entretenerse con los dibujos. Sí, todos los días, de tres a diez, menos el lunes. La dama sonrió compasiva por el espejo mientras se retocaba los labios. Sacó una moneda y la dejó caer sonoramente en la charola. Ella solo un gracias monótono y trato de volver al asunto.

No cuesta nada dar un buen trato, ser tolerantes y más humanos, dar cosas buenas para que sea reciproco, entendamos que en este mundo de miseria existen muy pocas razones para tener un buen humor durante todo el día. No siempre se estará en la misma situación, mínimamente se vivirá algo que haga devolver la vitalidad, las energías, rencarnar emociones ya fallecidas.

Si le interesa posar como modelo para un grupo de amigas que nos reunimos a dibujar, llámeme. Soy Alicia Cárdenas.

Vicenta estaba en cantada Aprendió a sentarse como una estatua, a presumir sus redondeces, sus arrugas, su pecho. Disfruto ese trono, ese silencio

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