Núcleos del predicado en oraciones simples y compuestas

¿Cómo identificar núcleos de predicado de distinta clase y las relaciones entre ellos?

Los núcleos del predicado son fáciles de identificar, al menos su en una cuestión sintáctica,

es decir, en la forma que clasificamos las palabras dentro de una oración, con el fin de

explicarnos cuál es su función dentro de ella.

Por ejemplo:

“El perro muerde”

Dentro de esa oración, es sencillo determinar que la palabra que indica una acción es

“muerde”, y que ese verbo, o esa palabra que indica acción, está conjugado, o variado de

cierta manera en que coincida con “El perro”, porque no es “El pero mordieron”. Además de

ello, nos es posible determinar el tiempo a partir de esa acción indicada, porque es “muerde”,

no “modera”, por lo que nos está indicando una acción en el presente. De igual forma,

podemos saber el modo en que nos están diciendo ese mensaje, podrían habernos dicho: “El

perro podría morder”, o “No toques al perro porque muerde”; pero están eligiendo decirnos

simplemente qué ocurre, que “El perro muerde”, es decir, nos están contando una acción

verdadera, algo que realmente ocurre: un hecho.

Ahora, la cuestión se complica cuando nos enfrentamos a más de un verbo, o sea más de una

oración. Porque estas oraciones pueden estar juntas. Pues, de hecho, no es común que

podamos expresar una idea a través de una sola palabra o incluso secuencia de palabras, en

ocasiones es necesario ocupar sentidos completos unidos, para transmitir lo que deseamos

transmitir.

Por ejemplo:

“Fui a la tienda y no encontré jamón”.

Sintáctica y gramaticalmente “Fui a la tienda” y “Y no encontré jamón” son dos oraciones

distintas, pues ambas contienen un verbo, o expresan cada una acción diferente, por lo que

ambas tienen un sentido “completo”. Pero podríamos preguntarnos, ¿entonces por qué

están juntas?, ¿por qué se les percibe en una misma secuencia de palabras? A lo que yo

contestaría: pues precisamente por que una oración, no alcanzaría para expresar lo que yo

quería transmitir, qué a pesar de ir a la tienda a buscar jamón, no lo encontré.

En el libro “Redacción sin dolor”, Sandro Cohen hace uso del término “proposición” para

denominar a “una oración o conjunto de oraciones”, entendiendo este conjunto de oraciones

con algo en común, o relacionadas de alguna manera. Este término, aunque no es usado en

todas las gramáticas, sí nos ayuda a darnos cuenta de que el ejemplo anterior no es una

oración como tal, sino una proposición que contiene dos oraciones, en términos de Cohen.

Ahora bien, aquí sería un buen punto de partida para definir que son las oraciones

coordinadas y subordinadas, una vez que ya sabemos que es de práctica común ocuparlas,

como ya lo vimos.

Podríamos decir que las definiciones de ambos términos “oraciones coordinadas” y

“oraciones subordinadas”, son más sencillas de lo que realmente son los conceptos. Siendo:

Las oraciones coordinadas son aquellas que contiene más de un verbo pero que tiene mismo

valor en la proposición. Mientras que las oraciones subordinadas, contienen una oración

principal y una subordinada, o dependiente.

¿Pero no contradice la afirmación de que una oración tenga más valor que otra, a que ambas

tengan un sentido completo gramatical y sintáctico? En realidad, no, pero sí puede ser

confuso.

Es por ello que, en lo personal, me parece más adecuada la definición que explica Fernando

Castro, al decir qué “una oración subordinada

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