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Pensamiento de un Joven sobre la situación de Venezuela.


Enviado por   •  2 de Febrero de 2016  •  Ensayos  •  1.268 Palabras (6 Páginas)  •  150 Visitas

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Castellano 5”C”                                                                                                                              2/Feb/ 2016

Flores Dugarte Diana Leimar #10

“Pensamiento de un bachiller”

Nuestra vida está llena de altos y bajos, triunfos y fracasos, esperanzas y desesperanzas, fortalezas y debilidades, abundancia y escasez, risas y llantos, de bondades y sacrificios. Actualmente nos tocó vivir un realidad distinta a la que nuestros padres e incluso nosotros imaginábamos,  pero la realidad es que no somos ajenos a esta situación, En donde nuestro miedo permanente es que te puedan robar en un bus, en un restaurante, en una fiesta, no hay ni un lugar en donde te sientas seguro, En donde los policías piden a los motorizados dinero en cambio que los deje ir rápido, donde los médicos en el hospital donde la salud es gratuita te piden desde alcohol hasta un acetaminofén porque no tienen insumos, que los venezolanos tengan que quedarse una noche afuera de un abasto para comprar alimentos de primera necesidad  y productos de la higiene personal a precio regulado, Sin estar seguro si puedas comprar o conseguir por lo que hiciste cola estando a la intemperie propenso a cualquier cambio climático sin contar a los ladrones.  Cuando se veía que los venezolanos en total llámese niño, Joven, señor... Se preocuparan por la escasez y el alto costo de la vida; ¡Pues si! los niños de 4 a 7 años preguntan si hoy se podrán tomar un tetero porque no hay leche, que es el alimento primordial en la edad de crecimiento, ¿Cómo le decimos a un hermano de meses o de 1 año,  No se consigue leche cuando encuentre te hago el tetero? No se puede, el hambre no espera. Una encuesta realizada por el gobierno y por la Universidad Católica Andrés bello en el 2013 dice que 7 jóvenes estudiante de cada 10 no están pensando irse del país pero 3 de cada 10 jóvenes quieren hacerlo una cifra preocupante en un país donde la migración no era una opción, si se aplicará esa encuesta este año 2016 los resultados que se obtendría seria de susto y verdadera preocupación. ¡Aquí no estamos viviendo estamos es sobreviviendo! En donde la justicia no sirve es comprada, ¿Pero cómo no va hacer así? si el día de trabajo de cualquier empleado sea doctor, profesor, obrero es alrededor de 600 bolívares por día y quien trabaja y cumple horario no puede hacer cola,  en la cual los índices de trabajadores en los últimos 4 años se ha incrementado en edades comprendidas de 14 a señores de 64 años ¿Qué debería hacer un joven de 14, 15, 16 y 17 años? Para mi concepto seria preocupándose solo por salir bien en clases y mas nada y bueno, así no los decían a nosotros; mientras los señores de a partir de 55 años en adelante es estar en sus casas descansando ¿A quién le gusta ver a sus padres y abuelos pasando trabajo? ¡A nadie muchachos!. A nosotros los bachilleres nos toco vivir ese modelo político, social en donde nos dividieron en un cierto momento como venezolanos, hermanos, familia por su posición política, cultural y educativo donde nos estuvieron violando a nuestros derechos de una educación libre de ideologías de preferencia política. Buena parte de los jóvenes solo ven futuro marchándose a otro lugar. Una nueva forma de exilio va configurándose, diferente a la de Pérez Jiménez: no te sacan esposado en un avión, pero te sacan obligado por las circunstancias. Todo emigrante es un exiliado porque nadie quiere irse de su casa, de su gente, de su lengua. Efectivamente el país se ha venido desdibujando en los últimos años, parece una caricatura de sí mismo. Acaban de aumentar el sueldo mínimo y es el equivalente a un Pantalón comprado en los buhoneros; la seguridad que el ciudadano tiene es la de que será víctima de algún delito; padecemos desabastecimiento de ideas y de  principios. El panorama es desolador, pero lo será mucho más si no asumimos el protagonismo de nuestro porvenir. Puede que el desencanto nos lleve a pensar que somos una tierra sin destino, esperanza ni futuro. A diferencia de otras sociedades que nunca han conocido la democracia, nosotros, con todas las deficiencias que tuvo, la conocimos. Queremos ser parte de este proceso de cambiar el modelo erróneo económico y no lo digo yo,  lo dice el día a día de cada venezolano, hay que recordar que Venezuela es un país de grandes riquezas naturales. Además de petróleo, el mayor recurso del país tiene oro, bauxita, hierro, carbón, recursos hidroeléctricos o perlas como las que vemos aquí y que le dieron el nombre a la isla de Margarita para ser aprovechadas; cuenta con playas maravillosas por el norte del país en particular en los roques, morrocoy, tucacas como también margarita, cabo san Román, choroní. Los andes como Laguna negra, laguna de mucubaji, pico Humboldt; médanos de coro en falcón, rio Orinoco en amazonas, el Ávila en caracas. Una de las regiones más interesantes de Venezuela, es sin duda la que se encuentra al sur del Orinoco La Gran Sabana y Canaima son dos de los lugares que allí se encuentran, Es decir, nuestra nación se presta para ser explotada en turismo. La juventud Venezolana recupero sus esperanzas es realmente maravilloso y esperanzador que después de 16 años de abuso y atropello, aun nosotros los jovenes defendamos nuestros ideales y principios con la misma fuerza que lo han hecho los jóvenes venezolanos de otras épocas. Recuerda que la conciencia no se vende y los principios no se negocian. Prohibido desanimarnos nos tenemos que enfocar y organizar, la vida en Venezuela de principios e ideas, de tolerancia y democracia, de honestidad y trabajo, de instituciones y derecho la que se quiere recuperar es posible, el futuro de este país somos nosotros, si lo creemos lo podemos lograr recuerden que la energía es lo que mueve todo.Venezuela es de nosotros y somos nosotros quienes tenemos que dictar nuestro destino. No seremos ricos por las reservas petroleras más grandes del planeta, seremos un país verdaderamente rico cuando la riqueza esté en nuestras conciencias, en nuestro corazón, cuando seamos capaces de construir una sociedad de leyes y de respeto, donde una multa se pague y la viveza sea un mal recuerdo y no nuestra cotidianidad. Cuando las universidades sean nuestras verdaderas reservas de futuro. Por eso estamos orgullosos de ser parte de las nuevas generaciones, que somos los guardianes de la esperanza.

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