Reflexión Personal Huck Finn

Una novela suele dejarles a sus lectores un mensaje, o una memoria de lo que esa obra represento para ellos. Una buena novela suele penetrar más al fondo del lector, llegar a sus sentimientos y pensamientos y lograr que razone. En mi caso, Huck Finn fue una novela de este tipo. Aparte de hacer que me diera cuenta de muchos aspectos de admirar de su protagonista también aprendí lecciones y logré interpretar algunos mensajes de vida, que nos transmiten los personajes y las circunstancias.

El aspecto que más me hizo rectificar y que llamó mi atención en todos los aspectos fue el “libertinaje de Huck Finn”. Aunque al inicio el muchacho vive con sus tías, siempre tiene esta mente rebelde y traviesa que para mí es muy importante y más para un niño como Huck. SU mente rebelde le permite buscar soluciones y pensar rápido, es un ser capaz. El libertinaje comienza cuando Huck finge su muerte y escapa de todo y de todos. Un niño, solo en el Mississippi pudo haber muerto, abusado de que no tiene responsabilidades y vivir la vida de mil maneras distintas. Huck en cambio, nos enseña que, siendo pobre y no teniendo nada, siempre se puede hacer lo correcto y obrar hacia el bien; utilizar ese libertinaje para bien y convertirlo en libertad.

Huck Finn vive sus aventuras dedicadas a salvar a su compañero Jim del racismo. Ese hecho me impacto ya que este niño pudo haber huido de más responsabilidades y no meterse en circunstancias de vida o muerte, solamente por ayudar a un esclavo negro. Sin embargo Huck nos sigue enseñando lecciones de vida, al demostrarnos que lo más importante es servir y que la felicidad se encuentra haciendo felices a los demás. Huck utiliza su “libertinaje” enfocado hacia el bien, cosa que para cualquiera es un reto.

El impacto que Huck me causó a mí, como lector va más allá del buen pensamiento y el ser “maduro” y es que Huck demuestra que tener un pensamiento bueno o una gran inteligencia no vale nada si esto no se pone en práctica. Huck tenía un gran sentido de la amistad y gran valentía, virtudes que si este no las hubiese puesto en práctica durante su aventura con Jim jamás hubiésemos descubierto ni admirado tanto. En resumen, las buenas intenciones y los buenos pensamientos resaltan más cuando los convertimos en obras, y es eso lo que nos enseña Huck.

Otro aspecto relevante, que quizá mencione anteriormente, es la madurez de Huck. Para un niño de esa “clase social” y edad, el nivel de madurez que presenta y la habilidad para analizar las situaciones y saber reaccionar depende las circunstancias del problema es admirable. Twain puso en el niño una profunda habilidad de resolver problemas y de no dejar que las tentaciones sobrepasen su ética y maneras de pensar. Esto es admirable.

Si nos ponemos a pensar, pocas son las personas que tienen una voluntad tan fuerte que no rinden ni caen ante las tentaciones, y pocas son las personas que se enfrentan

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