Relámpagos de Agosto - Sinopsis

Universidad Humanista de las Américas
Licenciatura en Nutrición
Derechos Humanos
Kassandra Vanessa Lozano Sánchez

        Jorge Ibargüengoitia fue un escritor mexicano conocido por ser un auto con un alto sentido crítico plasmado normalmente de manera sarcástica en sus novelas, cuentos e incluso artículos periodísticos.  Los relámpagos de Agosto fue su primer novela. Esta novela ganó el premio de Casa de las Américas en 1964.

        Esta novela está escrita en primera persona, siendo el personaje principal y narrador José Guadalupe Arroyo, o “Lupe” para sus compatriotas. Los personajes de la novela son ficticios, sin embargo está inspirada en hechos reales del México postrevolucionario. Se le atribuye participar en el género de la sátira debido a que se le considera como “el reverso humorístico de la novela de la Revolución”.

La novela se basa en las memorias del general jubilado “Lupe”, quien busca excusarse a lo largo de su relato por los errores cometidos durante una revolución en la que fue partícipe para poder, de cierta manera, limpiar su reputación. Intenta explicar ciertos hechos que considera han quedado ambiguos y desmentir las memorias de otros exrevolucionarios.

Las memorias de dicho personaje empiezan cuando un antiguo compañero revolucionario suyo y ahora presidente electo, González, lo invita a formar parte de su nuevo gabinete. Él, emocionado, se dirige a la Ciudad de México para celebrar dicho acontecimiento. En este viaje se encuentra con Macedonio Flores, otro viejo conocido. Este personaje fue desterrado de México y decide regresar aun considerando los peligros que pueden suceder. Él le menciona a Guadalupe que no la ha estado pasando bien e incluso le pide dinero, a lo que nuestro personaje principal se niega. No obstante, le invita a comer con él. Comen juntos y después de platicar Macedonio se excusa para ir a los sanitarios. Pasa el tiempo y Macedonio no regresa, por lo que Guadalupe decide pagar la cuenta y retirarse al lugar donde dejó sus pertenencias. “Lupe” inmediatamente se da cuenta que no estaba su pistola de cacha de nácar en donde él la había situado, por lo que acusa a Macedonio de habérsela robado debido a que este también se bajó del tren antes de su destino. Nuestro narrador indica que esta es la “primera mala pasada” que le jugaría el destino.

Ya preparándose para bajar en la ciudad de México, Guadalupe nota una agrupación de gente alrededor de un vendedor de periódicos. Él sigue con sus actividades sin darle importancia a este acontecimiento hasta que escucha que el presidente electo había muerto debido a un ataque. Al llegar a la estación le marca por teléfono a otro compañero suyo, Germán Trenza, al que también se le había prometido un puesto en el gobierno. Ambos deciden ir al funeral y después hablar acerca de lo que harían para que se pudiera mantener esa promesa de su ahora difunto compañero.

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