Resumen Del Canto 11 Y 12 De La Divina Comedia

CANTO UNDECIMO

Séptimo circulo. Dante y Virgilio llegaron al final de una escarpada ladera, la cual estaba compuesta por grandes piedras que formaban un círculo, este lugar era el sitio reservado para las más crueles torturas. Ellos decidieron descender de forma lenta, ya que querían que su olfato se acostumbrara un poco a tan nauseabundo hedor; mientras descendían de aquella ladera, Virgilio comenzó a contarle a Dante como estaba compuesto ese lugar, le explico que ese lugar estaba dividido por tres círculos los cuales se iban reduciendo por grados, estos círculos estaban llenos de espíritus malditos, los cuales se separaban de acuerdo al grado de su pecado.

Las personas fraudulentas se encontraban en lo más profundo y eran ellos los que recibían los peores castigos; en el segundo recinto se encuentran las personas que fueron hipócritas, aduladoras, los falsarios y ladrones, en general todos aquellos que engañan a la gente para su provecho. Los violentos se encontraban en el primer círculo, pero como la violencia puede ejercerse sobre tres personas, este espacio también se encontraba dividió por otros tres círculos; en el primer círculo son atormentados los que hieren cruelmente y los destructores, en el segundo están los que se hieren a sí mismos o a sus bienes y en el último están los que ejercen la violencia contra dios o contra la naturaleza.

Mientras seguían caminando Virgilio le siguió contando de una forma detallada a Dante como estaban distribuidas aquellas almas.

CANTO DUODECIMO

Al descender por fin de aquella ladera, Dante y Virgilio se topan con un mino tauro, el cual, al verlos se comenzó a morder a sí mismo, demostrando el descontento que le producía el verlos ahí; Virgilio entonces le grita a la bestia la cual después de escuchar lo que Virgilio le dice se enfurece más y empieza a correr de un lado a otro; Virgilio le indica entonces a Dante que baje rápido por una quebrada, la cual al sentir las pisadas comienza moverse.

Primer recinto del séptimo círculo. Al llegar al borde de aquella quebrada, Virgilio le empieza a contar a Dante quienes son esas criaturas que se encontraban ahí, las criaturas que ahí habitaban eran centauros, los cuales vigilaban que ninguna alma tratara de salir de donde se encontraba, aquellos monstruos lanzaban flechas a cualquiera que intentara salir, ellos castigaban a las almas de aquellos que fueron violentos contra el prójimo, esas almas se encontraban sumergidas en un rio de sangre, del cual no se les permitía tratar de salir a la superficie.

Al verlos, los centauros trataron de atacarles, pero después de que Virgilio se acercara al líder y le explicara la razón del por qué se encontraban ahí, los centauros los dejaron pasar y hasta los ayudaron a pasar por aquel rio de dolor. Mientras Dante y Virgilio caminaban por

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