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Seguridad Integral


Enviado por   •  17 de Julio de 2013  •  2.327 Palabras (10 Páginas)  •  502 Visitas

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VALORES ÉTICOS QUE DEBE TENER UN VERDADERO POLICIA

Un profesional es alguien que ha cursado una carrera universitaria, con el compromiso de actualizarse continuamente y quien además de dominar bien su disciplina, manifiesta una clara vocación hacia ella, aunado al interés fundamental de servir a la sociedad.

Y si bien estas particularidades aportan una idea de lo que hoy es un verdadero profesional, es conveniente reunirlas con otras e integrar un decálogo que lo distinguen como ser humano y complementan la actividad que desarrolla y que igual son imperantes en el área policial:

DIGNIDAD.- Con una conducta ejemplar, guiada por una conciencia recta y responsable, es portador de la dignidad de su profesión.

VERDAD.-Su formación intelectual y moral no le permite bajo ninguna circunstancia faltar a la honradez y veracidad.

SERVICIO.- Manifiesta un real y honesto espíritu de servicio como corresponde a su profesión.

SOCIABILIDAD.- La relevancia de su actuación, radica en función del beneficio a la sociedad.

COMPAÑERISMO.- Es indispensable en cuanto que el intercambio de criterios y opiniones entre colegas enriquece siempre la actividad.

LEALTAD.- Cualidad difícil pero determinante, con ella se ofrece no únicamente amistad, sino cuanto sabe y puede hacer por quienes le rodean.

RESPETO A OTRAS PROFESIONES.- Interprofesionalmente respeta los principios de otras disciplinas, pero conservando su propia libertad de interpretación.

SECRETO PROFESIONAL.- A excepción de la moral o de la ley, en contadas ocasiones, la norma y la tradición, lo obligan a mantener el secreto profesional.

ALGUNOS PRINCIPIOS ÉTICOS

Entendemos por “principio” una afirmación fundamental de la que se derivan una serie de consecuencias o conclusiones. No son algo añadido a la persona, como cualquier calificativo, sino que fluyen como atributos de su misma realidad y se fundamentan en su naturaleza. Los principios se caracterizan por lo absoluto de sus exigencias, la universalidad de su validez y la inmutabilidad de su contenido.

PRINCIPIO DE IGUALDAD:

Todos los seres humanos son iguales, tienen los mismos derechos y obligaciones, y forman un todo que podemos llamar familia humana. El axioma: “no hagas a otro lo que no quieras para ti”, expresa la estricta reciprocidad en las relaciones humanas. Exige una manera de pensar y de vivir.

Es evidente que la igualdad de que se trata es una igualdad de naturaleza y de todo lo que de ella se deriva. El principio de igualdad se opone a las discriminaciones raciales, de religión o de origen étnico, y la que se basa en la diferenciación sexual.

PRINCIPIO DE HUMANIZACIÓN:

Llamamos principio de humanización al dinamismo que mueve al hombre a crecen en conciencia, libertad, responsabilidad, sentido social y a realizar y promover los valores humanos. El principio de humanización lo podemos enunciar así: todo hombre está llamado a hacerse cada vez más humano. Este principio se traduce más en un proyecto de crecimiento que en un conjunto de normas. En términos jurídicos podemos decir que es el derecho y la obligación que la persona tiene a desarrollarse en todos sus aspectos, en orden a una meta: ser plenamente lo que ya es. Los deberes brotan de él, no como imposiciones extrínsecas al hombre, sino como exigencias de su realidad, de los valores que lo realizan y de la dignidad de la persona. Este principio habla del hombre abierto a todos los valores y lo ubica en un horizonte sin límites; fundamenta y compendia los derechos humanos, por cuanto el hombre tiene el derecho y la obligación de desarrollarse en todos los campos.

PRINCIPIO DE SOLIDARIDAD:

El principio de solidaridad surge de la naturaleza social del hombre. Esta condición del hombre que nace, vive, crece y se desarrolla en sociedad le da también un sentido de finalidad: el hombre está orientado de forma inmediata al servicio de los demás. En el orden práctico este servicio se hace realidad en el ejercicio de la profesión, la búsqueda del bien común y la atención a los más necesitados.

El principio de solidaridad se puede enunciar así: cada persona ha de contribuir al bien común según sus posibilidades, de acuerdo con los diferentes estratos del bien común. Y tiene derecho a recibir de los demás todo lo que necesita para vivir y desarrollarse, si por justas causas él mismo no puede adquirir lo necesario.

PRINCIPIO DE SUBSIDIARIDAD:

El principio de subsidiaridad surge del derecho que tienen todas las personas a crecer y a desarrollar sus facultades y exige que quienes tienen mayor capacidad, autoridad, experiencia o conocimientos, no asuman los trabajos, las decisiones, las funciones y obligaciones que pueden ir asumiendo la persona subordinada, porque con eso se impide su crecimiento.

Este principio trae consigo la obligación de atender al desarrollo de la persona y de dejar en sus manos todo aquello que pueda realizar por sí misma. Es de suma importancia que la persona sea agente activo de su propio desarrollo, porque tratarla como objeto dentro de un plan sería despreciar su dignidad, su libertad y su responsabilidad.

REPERCUSIONES ACTUALES Y EXPECTATIVAS

La falta de estricta aplicación de los deberes y valores generales e inherentes al área deviene en actos de diversa índole por parte de los miembros efectivos de las diferentes corporaciones policiales en nuestro país, como la tan famosa corrupción en todas sus formas y en todos los niveles, la tortura, la prepotencia, la negligencia y otros más.

Una policía ética y moralmente bien preparada cumple cabalmente con sus funciones y con su propósito histórico de velar por la seguridad de la sociedad y de cultivar su espíritu de lealtad, profesionalismo, entrega, honradez y sacrificio.

La sociedad volverá a depositar su confianza en los cuerpos policiales cuando en la medida de su recta actuación derivada de una verdadera preparación profesional se note la gran diferencia y se realice el binomio POLICIA – COMUNIDAD.

Por tanto las limitantes a vencer estriban en el desconocimiento y falta de reconocimiento de la ética policial como ciencia de aplicación en el área de seguridad pública; falta de aplicación de recursos

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