Siempre contigo.

Siempre contigo

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Devanhy Aguilar, Sarai Canseco, Melisa ,Americo Rodriguez, Desireé Viezca

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Estoy caminando hacia la parte de atrás de mi escuela, hay unos jardines preciosos. Le dije que nos encontráramos ahí y cuando doblo hacia la derecha lo puedo ver.

-¿Cómo te ha ido Valeria? - Me dice con una gran sonrisa en su cara.

-Otra vez se burlaron de mí, no sé porque pero siempre lo hacen.

-No te preocupes, solo no les hagas caso. ¿Quieres jugar?

Se levanta de un salto y yo hago lo mismo, siempre jugamos el mismo juego: las escondidas. Él es mi mejor amigo y también el único que tengo. Tiene el cabello muy negro y sus ojos parecen dos luciérnagas, los tiene de un verde brilloso. Tiene 9 años, es solo un año mayor que yo.

-¡Oswald! ¿Dónde estás?

Era mi turno de contar pero no lo puedo encontrar. Cuando grito no me responde. ¿Le habrá pasado algo? ¿A dónde fue? Después de un largo ratono tengo más remedio que irme a mi casa, la escuela está casi vacía salvo por la directora que sigue dándole ordenes al conserje de la escuela.

Mi casa no está muy lejos de la escuela, empiezo a caminar sin muchas ganas de llegar, mientras me pregunto a donde se fue Oswald. De repente oigo una pequeña risa. ¡Es él! Corro hasta una sección donde hay muchos árboles y me detengo cuando ya no oigo nada.

-¡Oswald! ¿Dónde estás?

Paso por unos árboles enormes y de repente lo veo. Está inclinado hacia algo que está en el suelo.

-¡Ya te encontré! No se vale, solo podíamos escondernos adentro de la escuela. - Le reclamo, pero parece no escucharme.

 Cuando se levanta se transforma en algo grande y horrible. Doy un paso hacia atrás y luego empiezo a correr y gritar. Nunca he estado en esta parte del bosque así que pronto pierdo el camino por donde había venido. ¿Qué es eso? Es un monstro. Parece como un lobo gigante. Negro como el carbón y con grandes colmillos. Sus ojos son de un amarillo brillante. Oigo los grandes pasos y veo a los arboles sacudiéndose, después empieza a gruñir y aullar. Pero sigo corriendo, tengo mucho miedo, no sé qué hacer. De repente me tropiezo, no se conque, y caigo. Me doy la vuelta y lo veo. Está muy cerca. Empiezo a llorar y el monstro empieza a correr hacia mí. Cierro los ojos y grito, esperando a sentir esos grandes colmillos comiéndome. Pero en vez de eso siento unos cálidos brazos que me cargan. ¡Es mi papá! No abro los ojos por temor a que el monstro nos esté siguiendo y solo me pongo a llorar.

Cuando llegamos a la casa por fin abro los ojos y veo unas maletas. Cuando por fin me calmo, mis padres me explican que vamos a salir. Me dicen que me llevaran a un lugar tranquilo y que ahí tendré muchos amigos y me ayudaran con algunos problemas que tengo. No sé qué problemas, pero me subo en el carro. Luego aparece Oswald y le cuento sobre el viaje y él me promete que nunca me dejará.

FIN

Preparatoria No. 7 Puentes

Literatura[pic 4]

Lic. Laura Mireya Gonzalez Rangel

Grupo: 309

Equipo: “Los realistas”

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