¿Somos Signos De Lo Real?

¿SOMOS SIGNOS DE LO REAL?

‘’El bus acelera su marcha y la ciudad desaparece. Baudrillard dice que <<un simulacro es la suplantación de lo real por los signos de lo real>> No hay lo real, tan sólo la ventanilla que nos refleja. Nosotros, los pasajeros, suplantamos la realidad, somos el paisaje. ¿Somos los signos de lo real?’’

Tomado del texto la ventanilla del bus, 1999.

Considero que me llamo mucho la atención desde un principio encontrar este texto, la ventanilla del bus en esta prueba de lenguaje. Ya había tenido la oportunidad de leerlos en algunas otras ocasiones y el texto ya había despertado en mi curiosidad y sorpresa. Principalmente podría decir –sin temor a ser muy metafórico- que el texto tocó una brecha olvidada en lo profundo de mi ser, un brecha que se ilumino al observar la pregunta ‘’ ¿somos signos de lo real?’’.

Para responder esta pregunta debemos definir lo que son los signos y lo que es lo real, es decir los términos que llevan completamente el hilo conductor de la pregunta (por decirlo así).

Un signo es una unidad capaz de trasmitir contenidos representativos, es decir, es un objeto material, llamado significante, que se percibe gracias a los sentidos y que en el proceso comunicativo es portador de una información llamada significado. En el signo, el significado es preciso. Es Objeto, fenómeno o acción material que, natural o convenientemente, representa y sustituye a otro objeto, fenómeno o señal.

Lo real es aquello que indiscutiblemente está allí, una verdad inalterable, privada de toda subjetividad, opuesta a lo imaginario, a lo posible y a lo necesario, y también distinta de la realidad contingente percibida. Desde el punto de vista perceptivo es lo contrario de lo aparente.

Teniendo en cuenta estas 2 definiciones de los conceptos principales, podríamos decir entonces, que los signos de lo real son elementos materiales que transmiten contenidos significativos que buscan representar la verdad inalterable de lo real.

Podríamos ser artífices de lo real, como instrumentos de este concepto, tan interpretables como el universo mismo, solo que de modo alguno pervertimos la visión de lo real. Vale la pena aclarar que lo real es ciertamente distinto a la realidad; lo real ya está, inmutable y perceptible, la realidad es construida por los seres humanos acorde a sus ‘’necesidades’’ y conveniencias, pues acomodamos lo hechos y situaciones reales a lo que nos sacia existencialmente.

Tal es el apetito existencial, que buscamos comprender las diversas visiones de lo real que componen todo el medio que nos rodea, pues queremos de modo alguno controlar lo que sucede a nuestro alrededor, acrecentando el deseo mental de dominar ideológicamente al otro, pretendiendo conocerle mejor que a nosotros mismos

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