TERAMESTRE: OTOÑO 2016

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La desviación social

• Conceptos básicos o centrales:

• Anomia: condición anormal en la participación del individuo en el trabajo, según la cual éste no se integra como trabajador a una empresa común, produciéndose una falta de adaptación mutua de funciones, de relaciones significativas y estables con sus compañeros.
• Suicidio egoísta: estado melancólico de languidez que afloja los resortes de la acción, por un replegarse hacia sí mismo, desligándose del mundo exterior que crea un vacío tanto alrededor de la persona como dentro de sí misma. Es un estado de individuación exagerada que lleva a quitarse la vida, pues toda interacción pierde sentido.
• Suicidio altruista: Surge de sentimientos violentos y se da siempre en medio de la acción. La energía individual se pone al servicio de un móvil exterior que ordena el propio sacrificio en beneficio de otros, de la comunidad, de sus valores y principios.
• Suicidio anómico: producido por un trastorno de hábitos, por una pérdida de objetivos, consecuencia de la inadaptación del individuo a los cambios sociales.
• Anomia (definición #2): la quiebra de la estructura cultural, que sucede en particular cuando hay una disfunción aguda entre las normas y los objetivos culturales y las capas socialmente estructuradas de los individuos del grupo para obrar de acuerdo con aquellos.
• Anomia simple: produce efectos de inquietud y separación a nivel del grupo.
• Anomia aguda: grado de desintegración que produce angustias pronunciadas.
• Indicadores subjetivos: referentes a la percepción que el individuo tiene de la situación y de sí mismo en ella.
• Desviación primaria: Puede surgir en una amplia variedad de contextos sociales, culturales y psicológicos, y que a lo sumo tiene solo implicaciones marginales para la estructura psíquica del individuo y que consiste en el hecho o circunstancia desviante en sí. Ejemplo: tener una cicatriz deformante o cometer un robo.
• Desviación secundaria: es la conducta desviante o los roles sociales basados en ella, que se convierte en medio de defensa, ataque o adaptación a los problemas manifiestos u ocultos, creados por la reacción societal a la desviación primaria. Ejemplo: estigmatización y su efecto sobre el individuo deforme o conocido como ladrón.
• Normas sociales: “puntos de referencia para la acción” o probabilidades más o menos grandes de que en algunos casos la conducta individual sea sancionada; esto incide en las expectativas de los sujetos.
• Metas: factores que, dentro de límites físicos y biológicos, afectan la elección. Como tales, son abstracciones inferidas de actos.
• Valoración: proceso de selección y ordenamiento que ocurre cuando los acontecimientos son mediatizados por los procesos cognitivos de la corteza cerebral, lo cual resulta en la preferencia de varias vías de acción.
• Desviación positiva: conducta que desecha las normas establecidas con fines casi siempre altruistas, pero las sustituye por otras que aportan mayores beneficios al grupo.
• Desviación negativa: rechazo de las normas con empleo de medios considerados ilícitos por el grupo y cuyas consecuencias son dañinas para él y además con fines predominantemente egoístas.
• Marginal: Grupos, dentro de un sistema social dominante, que no participan ni en la producción, ni en las decisiones, ni en los beneficios; que no están incorporados, porque ese mismo sistema origina la separación entre integrados y marginales, debido a sus relaciones de producción.
• Proceso de socialización: mecanismo por medio del cual se imparten a los individuos las normas, valores, creencias y actitudes del grupo, adaptándolos a él. Se ejerce sobre la persona desde que nace, a través de familia, escuela, grupos de pares, equipo de trabajo, medios de comunicación.
• Normalización: Por una parte, comprende las acciones específicas que el grupo ejerce sobre el individuo que ya ha cometido una infracción de las normas o cuya conducta comienza a desviarse, y que estarían destinadas a volver a atraerlo hacia la normalidad habitual (consejos, amenazas, advertencias, prohibiciones); todas aquellas señales que indican el disgusto o reprobación de los demás ante una conducta específica para mantener la cohesión dentro del mismo, ya que la conducta desviante tiende a separar al desviado del grupo adaptado. Por otra parte, el grupo puede adoptar modos de comportamiento generadores al margen de sus normas y adaptarlos a ellas, darles el visto bueno, “normalizarlos”.
• Control social: se ejerce mediante la promulgación de normas y pautas de comportamiento y las correspondientes sanciones ligadas a su incumplimiento.
• Control social activo: proceso continuo para la implementación de metas y valores, responsable de las integraciones sociales emergentes, de orden colectivo, en el cual se revisan esos valores y se determina cuáles serán los dominantes.
• Control social pasivo: conformidad con las normas tradicionales expresadas en las costumbres, en las pautas transmitidas culturalmente y en los hábitos y maneras de actuar surgidos en cada grupo.
• Estigmatización: proceso por el cual se adjudican ciertas características desacreditadoras a individuos que incurren en actos desviantes y que pasan a ser definidos por ellas. Antes les cortaban la mano a los ladrones; a las prostitutas las tatuaban con una flor de lis en el hombro.
• Estigma (según Goffman, 1970): atributo profundamente desacreditador que hace a su poseedor diferente a los demás… y lo convierte en alguien menos apetecible, y en casos extremos, en una persona casi enteramente malvada, peligrosa o débil.
• Desacreditados (estigmatizados): aquellos que saben que la consideración de su diferencia por los otros es ya un hecho.
• Desacreditables (estigmatizados): son los que creen que aún no es conocida ni es perceptible para quienes los rodean y que, por tanto, todavía no son discriminados.
• Carrera desviante: acceso gradual a la desviación con el cambio de intereses y actitudes.

• Ideas centrales que se manejan en el material

• La sociedad ejerce sobre sus miembros un control que opera mediante normas y que está destinado a impedir cierto tipo de desviaciones y a canalizar otros, dentro de límites y cauces indicados también por esa normatividad, pues así como crea las normas para lograrlo, en las cuales se establece cuál es la conducta a seguir, el modelo a imitar también señala cuáles son las acciones inadecuadas, la conducta sancionada, el modelo negativo.
• El control social es una moneda de dos caras: por el anverso, la adaptación, socialmente aceptada y esperada; en su reverso, la desviación, socialmente condenada; pero ambas son producto del mismo sistema.
• La estructura sociocultural fija objetivos, propósitos e intereses culturalmente definidos que van a ser internalizados por los individuos como los adecuados, los “legítimos”; igualmente, al mismo tiempo, define, regula y controla los modos admisibles de alcanzar los objetivos, así como también señala los proscritos para la consecución de bienes de fortuna.
• Los patrones culturales socializan al individuo, ya que al ser seguidos por éste, hacen de él un adaptado cuando esos patrones corresponden a los modelos positivos, o un desviante cuando corresponden a modelos negativos. Una sociedad tiene tantos patrones de adaptación como de desadaptación o inadaptación.
• El mismo grupo social sienta las bases para la conducta desviante y, de hecho, empuja a ciertos individuos hacia ésta, ejerciendo sobre ellos una doble presión. Por una parte se trata de inculcarles los valores y la ideología del grupo, hacerlos asumir las actitudes del grupo, hacerlos cumplir las normas. Y por otra, se les rechaza, señala y aparta, impidiéndoles, por desviantes, el acceso a la integración adaptada. Para cumplir uno y otros aspectos, el grupo utiliza mecanismos específicos.
• Gracias a los agentes transmisores de normas a seguir, el individuo aprende a vivir en sociedad, a comportarse como lo hace la mayoría y como se considera adecuado hacerlo. La conducta “correcta” se refuerza con la interacción diaria.
• Las tensiones familiares son una fuente de inadaptación. La familia es el ámbito básico en que se produce el proceso de socialización en nuestra cultura. Ella es la agencia fundamental de trasmisión de pautas y normas de conducta. Si un individuo no internaliza estas normas y valores, ni las insertas en un contexto claro, se generarán trastornos de conducta que pueden llevar a la desviación. Entre el 70% y el 80% de los menores con trastornos de conducta, de los que una buena parte serán adultos delincuentes, son hijos abandonados por el padre o miembros de familias disociales.

• Idea más interesante:

• Toda sociedad genera posiciones adaptadas y posiciones desviantes, que critica y señala, pero que, aun considerándolas dañinas, mantiene, creando a veces una doble justificación para su consideración: una negativa, de crítica, y otra positiva, que justifica su existencia, considerándola como un mal necesario (ej. prostitución). La sociedad ejerce sobre sus miembros un control que opera mediante normas y que está destinado a impedir cierto tipo de desviaciones y a canalizar otros, dentro de límites y cauces indicados también por esa normatividad, pues así como crea las normas para lograrlo, en las cuales se establece cuál es la conducta a seguir, el modelo a imitar también señala cuáles son las acciones inadecuadas, la conducta sancionada, el modelo negativo.

• Comentario crítico:

Es increíble cómo funciona la sociedad. Aquellos que son “inadaptados” o desviantes para ésta, realmente tienen muchos obstáculos para volver a ser aceptados por la sociedad. Una vez que una persona comete un error, la sociedad se vuelve un duro juez de este individuo, sin tener éste la culpa total, ya que el entorno en donde uno vive o las circunstancias incitan a “desviarse” y a no aceptar las normas establecidas en la sociedad, ya que no son siempre de beneficio para todos en general. A la vez, parecemos robots: si no cumplimos con ciertos requerimientos muy rigurosos en la sociedad, somos inadaptados.

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