Teatro Anterior A 1939

Teatro anterior a 1939

El género del teatro anterior a la Guerra Civil Española (a principios del siglo XX), mucho menos renovador que la lírica o la narrativa, mantiene aún la tendencia realista anterior (Echegaray) y las representaciones con estética y trasfondo romántico, pero se producen diversos intentos de renovación. Entre estos intentos de renovación se diferencian dos vertientes dramáticas: la comercial, cuyo único objetivo es entretener al público, tuvo mucho éxito en ese tiempo y la renovadora.

El teatro comercial estaba destinado a satisfacer la demanda de entretenimiento por parte del público burgués de la época. Es un teatro costumbrista, cómico o melodramático, que evita conflictos ideológicos y continúa con las tendencias tradicionales y puesta en escena realistas. Temáticamente, distinguimos tres corrientes:

• Comedia burguesa: se caracteriza por el realismo de los diálogos y ambientes. Hace una crítica de costumbres y creencias de la case alta pero de forma sutil y amable. Su fundador fue Jacinto Benavente que fue Premio Novel en 1922. Benavente compuso una obra caracterizada por la mesura, y representa sobre todo a la alta burguesía ya que era el público habitual. Las obras más importantes son: “Los intereses creados”, “La malquerida”, “Señora Ama” y “El nido ajeno”.

• Teatro poético en verso de temática histórica o fantástica, que exalta los valores nobiliarios y los mitos nacionales, recordando el pasado con nostalgia. Sigue la moda francesa. Destacan Eduardo Marquina con “Las hijas del Cid” y “En Flandes se ha puesto el sol” y Francisco Villaespesa con “La leona de Castilla” y “Aben-Humeya”.

• Teatro cómico que presenta costumbres y tipos populares, de forma semejante a los sainetes del XVIII. Surgió a principios del siglo XX y este teatro iba acompañado de elementos “liricos” y se podía dividir en teatro con música: “La Revista”, “Vodevil” y “Opereta” y el teatro sin musuca: “El sainete” y “El astracán”. Autores representativos son Carlos Arniches, los hermanos Álvarez Quintero y Pedro Muñoz Seca.

Los hermanos Álvarez Quintero (Serafín y Joaquín) se especializaron en ambientes andaluces. Obras: “Malvaloca”, ”Mariquilla terremoto”, ”El traje de luces”, ”Las de Caín”.

Pedro Muñoz Seca fue creador del Astracán. Su obra más importante es “La venganza de don Mendo” y “Los extremeños se tocan”.

Carlos Arniches fue el que más éxito tuvo en el teatro. Es alicantino y fue un maestro del Sainete y de la Tragedia grotesca. Obras: “El santo de la Isidra”, “La señorita de Trevélez”, “Los Caciques” y “ ¡Que viene mi marido!.

Dentro del teatro renovador, destacan una serie de autores renovadores:

El mayor renovador fue Ramón María del Valle-Inclán, cuya obra evoluciona desde el realismo hasta el esperpento. Escribió teatro poético de temática realista y cercano al estilo modernista “El yermo de las armas” y “El marqués de Bradomín”; teatro de ambiente rural

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