Texto narrativo Caso degollados

Mientras caminaban se percibía el miedo, como si supieran que algo les iba a pasar. Terminaron su jornada de trabajo, su vocación, ser profesores era lo que los apasionaba. Enseñar y dejar una huella en cada uno de sus alumnos. Cuando salían del establecimiento un frenado brusco que paralizo todo lo que los rodeaba, Manuel y Jose fueron abordados por 6 agentes siéndolos de manera violenta al vehículo. Lo que siempre temieron estaba pasando, el miedo era más que evidente, lo que se difundía de boca a boca entre sus amigos ahora les estaba pasando. Manuel se mostraba asustado, temeroso y en lo único que pensaba era en su familia. Entre los gritos y golpes Jose no reaccionaba,  era una objeto sin vida arriba de ese vehículo, lo único que se podía apreciar eran sus lágrimas de tristeza.

En las semanas anteriores Manuel les enseñaba a sus alumnos la importancia de educarse y de generar unión para lograr lo que quisieran incluso si el mundo estuviera en su contra, emocionado les decía que nadie los podía pasar a llevar y que sus metas solo dependían de ellos cómo en la canción que le dedicaba su madre cuando él era pequeño.

Entre tanto golpes ambos perdieron el conocimiento y Jose despertó en una silla con los pies y manos amarradas,  solo escuchaba gritos

-¿Dónde están? suelta la información perro de mierda

Le preguntaban mientras con la culata del rifle lo golpeaban en la cabeza. Jose solo escuchaba los gritos de Manuel a los lejos, gritos desgarradores, sin saber lo que estaba pasando.

Manuel no podía más, de las descargas eléctricas y los golpes no cesaban,  solo paraban las descargas de electricidad para preguntar sobre información, Manuel lo único que podía sentir era dolor y risas de parte de los uniformados, ya no aguantaba más.

Todo acabo, sus cuerpos sin vida estaban en un potrero, con un corte en el cuello y con evidencia de haber sido torturados. Manuel, Jose y Santino. Hoy representados con tres sillas donde caben todos los alumnos que ellos le enseñaron.

Receta de Pan Amasado

500 gramos de harina sin polvos de hornear.

1 cuchara pequeña de sal.

1 cuchara pequeña de azúcar.

1 taza de agua tibia

2 cucharadas de manteca derretida y tibia.

1 sobre de levadura rápida

En un jarro colocar el agua tibia, agregar el azúcar y revolver. Agregar la levadura y dejar reposar 5 y 8 minutos

En un bol colocar la harina y la sal, revolver, hacer un volcán  y poner en el centro la manteca derretida, y la mezcla de agua, azúcar y levadura.

Amasar todo hasta obtener una masa

Hacer un tronco con la masa y cortarla en 12 trozos iguales cubrirlos con un paño de cocina e ir trabajando cada bolita dándole forma de pan.

Dejar subir  por 1 hora en un lugar tibio cubiertos con el paño de cocina.

Precalentar el horno a 350F o 180C.

Pinchar los panes con un tenedor y llevar al horno. Hornear por 25-30 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.

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