Tp de literatura

T.P DE LITERATURA

Alumna: María Paula Pecelis

5º “A”

Elaborar un texto que reúna las características semejantes a las historias leídas:

Tener en cuenta: puntuación, redacción, extensión 1hoja y media en Times New Roman

        En ambas historias se describen las pasiones, las angustias, los temores, la debilidad humana, el cambio de la sociedad española del siglo XIX.

Ambas novelas “El abanico” y “Las novelas de Torquemada” nos presentan una cruda realidad, sin romanticismos, sino una realidad descriptiva y objetiva de un tiempo ya pasado, ambos autores Emilia Pardo Basan y Pérez Galdós nos dan desde lo literario una comprensión de la realidad de su tiempo.

         En “El abanico” el novio de Bertina nos muestra con su personaje esa ambivalencia de la época entre lo tradicional y lo moderno, por un lado quiere mostrarle la “fiesta brava” de la plaza de toros y por otro quiere que su novia se comporte de una forma recatada y al observar Sandalio Aguilar a Bertina siente una mezcla de celos, machismo, desilusión sobre la reacción de su novia en la fiesta brava. Donde la autora parece mostrarnos que habían mujeres en esa época que no estaban bajo las reglas y costumbres represivas, sino que su espíritu femenino emerge y Bertina se nos muestra como una mujer moderna, liberada de prejuicios que la hacen ver como una emancipadora y tal vez algo fría y al observar esto el novio se horroriza y rompe el noviazgo.

       En “El abanico” se nos muestra la realidad de la sociedad española del siglo XIX donde el abanico pareciera que es un símbolo no solo como objeto de elegancia femenina, sino, como un símbolo de tapar algunas cosas que están “mal” o están silenciadas en la sociedad. El deseo de Sandalio Aguilar como hombre de que la mujer se proteja de la brutalidad, la realidad, el mundo y la sociedad.

        Y el personaje de Francisco en “Las novelas de Torquemada” es un prestamista usurero de los primeros años de la restauración española, se nos presenta como un hombre vulgar, desolado, sin valores espirituales, cosificado por lo material, con un gran vacío existencial.

       Francisco Torquemada logra amasar un importante capital a base de prestar dinero, de la usura, exprimiendo sin piedad a las pobres victimas que caían en sus manos. Francisco Torquemada sufre un duro golpe al ver enfermar a su hijo, entra en una especie de crisis y trata de humanizarse, congraciarse con Dios para rogarle salvar la vida de su hijo para ello perdona el cobro a varios inquilinos y hace caridad con un hombre necesitado  pero no es un arrepentimiento que surja de una convicción de valores sino que Francisco Torquemada quiere convertir una situación delicada en una operación de negocios porque el con buenas obras quiere comprar “la vida de su hijo”, en este personaje la avaricia puede más que cualquier otro instinto.

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En ambas historias los personajes y las situaciones son realistas, imparciales y objetivas, y aunque son novelas que nos retratan la sociedad española del siglo XIX podríamos encontrar ciertos paralelismo en el actual siglo XXI con nuestra situación actual, donde siguen habiendo usureros como Francisco Torquemada que especulan con la necesidad de los otros, seres sin valores espirituales ni empatía por el otro con un alta dosis de egoísmo y vacío existencial, donde el motor de su existencia es lo material.

      También en el siglo XXI encontramos mujeres como Bertina adelantadas a su tiempo liberadas de prejuicios, audaces porque van en búsqueda de su realización personal y luchan por hacerse un lugar en un mundo que parece reservado para hombres, revindicando el lugar de la mujer.

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