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Un Sueno Para Venezuela


Enviado por   •  3 de Marzo de 2013  •  9.377 Palabras (38 Páginas)  •  356 Visitas

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LA INFLACIÓN: CONCEPTOS BÁSICOS

José Toro Hardy, 1993

1. Introducción

La inflación es un fenómeno tan antiguo, que se remonta a la aparición del

dinero como medio de intercambio. De hecho, las únicas sociedades inmunes al riesgo

inflacionario serían aquellas en las cuales el intercambio de mercancías se realizase

solamente a través del trueque. Ello se debe a que en esencia, la inflación es un

fenómeno monetario.

A lo largo de la historia existen infinidad de ejemplos que ponen de manifiesto

el daño que puede experimentar una sociedad como consecuencia del problema que

estamos analizando. En las economías modernas el fenómeno puede llegar a adquirir

tal relevancia, que al referirse a la inflación Lenin llegó a afirmar: "La mejor forma de

destruir la civilización occidental, sin disparar un solo tiro, es desquiciar su moneda".

Las consecuencias que se derivan de un proceso inflacionario pueden llegar a

adquirir características verdaderamente catastróficas, al perturbar las bases mismas

sobre las cuales se asienta la actividad económica de una nación. Vale la pena analizar

con detenimiento el fenómeno que nos ocupa.

Con frecuencia suele afirmarse que existe inflación por el mero hecho de que

los precios sean altos. Esto último, por sí solo, no constituye una prueba de que ella

exista. Conviene pues comenzar par definir el fenómeno. Al respecto Sabino precisa el

término en su "Diccionario de Economía y Finanzas".

La inflación consiste en un aumento general del nivel de precios que obedece a la

pérdida de valor del dinero. Las causas concretas e inmediatas de la inflación son

diversas pero, en esencia, se produce inflación cuando la oferta monetaria crece

más que la oferta de bienes y servicios.

De la explicación anterior se deduce que cuando la cantidad de dinero a la

disposición del público crece a mayor velocidad que los bienes y servicios que a

éste se le ofrecen, el dinero será cada vez más abundante. En tal caso, el dinero se

comportará como cualquier otra mercancía, aplicándosele al mismo los postulados

de la Ley de la Oferta y la Demanda: un exceso en la oferta de dinero provocará una

merma en su valor, haciendo que se requiera entregar más unidades monetarias para

obtener una misma cantidad de bienes. En otras palabras, un aumento en la masa

monetaria, que no se traduzca en un aumento paralelo en la producción de bienes y

servicios implicara sencillamente que un mayor número e unidades monetarias estarán

compitiendo por adquirir una misma cantidad de bienes. E1 resultado no será otro que

un aumento en el precio de los últimos.

En teoría, el aumento de los precios provocado por un excedente en la oferta

monetaria debería terminar con la inflación una vez que se hubiese igualado la

demanda con la oferta a un nuevo nivel de precios más elevado. Lo verdaderamente

pernicioso del fenómeno inflacionario es su carácter acumulativo. Así, en la práctica,

unos precios más altos provocan costos más elevados lo cual a su vez conduce a

precios aún más altos. lo cual induce a una mayor emisión de dinero.

Se crea pues un círculo vicioso en el cual precios y costos van

incrementándose en forma sucesiva v progresiva. De no romperse este círculo a

través de medidas concretas de política fiscal y monetaria, el proceso continuaría,

teóricamente, de manera indefinida, llegando a transformarse en un fenómeno que se

autoalimenta conocido comúnmente bajo la denominación de "espiral inflacionaria".

De los diversos conceptos hasta ahora mencionados se puede deducir que

la inflación implica un aumento continuo y generalizado en el nivel de los precios

y servicios que se producen y se prestan en una economía, lo cual evidentemente

conlleva una merma en el poder adquisitivo del dinero.

Se destacan en la definición anterior los términos "continuo y

generalizado", a fin de resaltar que un alza en el precio de algunos productos

específicos, resultado de situaciones excepcionales como las que surgirían a raíz de

malas cosechas o de disminuciones temporales en la oferta de algunos bienes, o

también aquellas que se manifiestan por ejemplo en caso de huelgas u otras

contingencias transitorias— no pueden ser considerados como inflación. En los casos

antes mencionados, una vez superada la situación extraordinaria que provocó la

escasez de algunos bienes y el consiguiente aumento de sus precios, el nivel de los

mismos debe volver a la normalidad, con lo cual quedaría descartada la condición

de "continuidad" implícita en el concepto de inflación. En esos mismos casos, habría

igualmente que desechar el concepto de aumento

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