Una Vida Entre El Cielo Y La Tierra

UNA VIDA ENTRE EL CIELO Y LA TIERRA

FRANCESCO

1

EL REGRESO

Cuando el espíritu se desprende de la materia,

Va en busca de su propia liberación.

Tu espíritu es como una lámpara que irradia luz;

Cuando está en contacto con el cuerpo,

Lo unico que lo opaca es la mente.

Francesco se encontró en un lugar desconocido, no sabía en donde se encontraba, pensó que estaba soñando.

Despues se encontró a una persona llamada Ariel y le pregunto que en donde estaba..

-¿Que no t habías dado cuenta de nada?

Digame:¿Estoy muerto?...¿Estoy muerto?

Ariel le dijo q se tranquilizara que el no le podía decir nada así que le dijo:

-Te voy a presentar a alguien que te enceñe a ser felíz.

2

SER FELIZ

Para el espíritu, la felicidad es siempre,

Porque la felicidad es paz.

Para una persona, forma parte

De una palabra mágica y efimera.

Al otro dia Ariel lo llevó con José su nuevo mestro y le dijo:

-¡Q tal Francesco!

-Te pedí que vinieras con la respuesta que tu hayas elegido

-Mi respuesta es que voy a aceptar tu propuesta.

Francesco pensaba que había vivido demaciado tiempo pendiente de las otras personas que de el mismo, por eso no pudo ser totalmente felíz.

-Francesco, vamos a ir por partes. Iremos recorriendo todos los senderos que conduzcan a cada respuesta, a cada inquietud que tu tengas.

Recuerda que la felicidad es diferente para cada persona y parece que estuviera siempre atada al deseo de algo. Si lo tienes, entonces eres feliz, pero esa felicidad dura los días o momentos que la puedas disfrutar y que los sueños y las ilusiones son tan necesarios como el aire que respiras.

“Deja que el ser supremo te guíe.

Deja que él te dé señales.

No fuerces nada.

3

LOS SUEÑOS

REALIZADOS

Tu espíritu sabe cómo realizar tus sueños.

Aprende a estar atento a las señales y casualidades.

Todo te está indicando que estás en camino de realizar

tus sueños.

Durante el tiempo libre, Francesco jugaba flotando en las nubes rosadas del atardecer, que eran sus preferidas.

De vez en cuando se cruzaba con otros espíritus que estaban en su misma situación, con quienes se saludaba.

Esto de hablar con sus maestros le empezando a parecer interesante.

Hoy conocería a un nuevo guía.

Ariel le dijo que este nuevo maestro se llamaba Agustín.

Su buen humor y su buena onda, según contó Ariel, lo habían ayudado a tener las antenas de la persepción más alerta para recibir esas señales.

Agustín decidio empezar a preguntar.

-Francesco, ¿Cuántos sueños cumpliste mientras vivías?

Cuando conocí a la mujer que sería mi esposa, cuando nacieron mis hijos, cuando tuve mi primer auto etc.

-Cuentame: ¿Qué sueños te quedaron sin hacer realidad?

-Muchos. Los ultimos años me había hecho al hábito de no hacerme ilusiones.

-¿Cuantos años de tu vida pasaste sin permitir soñar?

-Creo que fueron los últimos diez. Me veia demaciado viejo para hacerlos realidad.

-Cuando una persona transcurre su vida sin sueños, va como un barco a la deriva.

En cambio cuando se piensa qué rumbo tomar, el barco vuelve a encauzarse en su destino.

-Algunas personas están llenas de miedos, frustraciones, obcesiones, resentimientos, dudas, culpas.

Cuando existen estos sentimientos es muy difícil que pueda cumplir sus sueños.

¿Sabes cuál es el enemigo mas

grande que tiene el ser humano y que no permite disfrutar de la vida? El miedo.

-Ese miedo que tú nombras es el que me paralizó.

-Bueno, Francesco por hoy abandonaremos la charla. Si quieres hablar de los miedos mañana te mandare a Ezequiel, un viejo encantador, que es el encargado de tratar ese tema.

Ahora pídele a Ariel que te lleve al Parque de los Recuerdos; ya veras que te va a encantar.

4

EL PARQUE DE LOS RECUERDOS

Francesco caminó dando saltos; su cuerpo se hacía liviano y su luz brillaba con más intencidad.

Pensó qué tonto había sido al haberse atado tanto a la vida en los ultimos meces de mi enfermedad, apegandoce al dolor, al sufrimiento.

Mientras flotaba por los pasillos del Cielo, se cruzó con Ariel y le pidío que lo llevara al Parque de los Recuerdos.

Ariel le dijo cual era el camino. Ariel le pregunto:

-¿Estas dispuesto a encontrarte con tu pasado?

Francesco se rió, diciendo:

-Claro que si, estoy dispuesto a verlo, aunque te diría que nunca me había sentido tan vivo como

...