Yo Como Maestro Lector

“YO COMO MAESTRO LECTOR”

Si bien, asumimos que ser maestro es un enorme reto que no cualquiera toma con la seriedad que amerita; tenemos que ser conscientes de que somos responsables de los aprendizajes dentro del aula. Ser maestro de aula implica forzosamente ser maestro de lenguaje; aunado a la capacidad para fortalecer en los alumnos las cuatro habilidades básicas hablar, escuchar, escribir y leer; estas dos últimas deben convertirse en las mayores preocupaciones de todo docente sin importar su especialidad.

Los niños y adolescentes necesitan estar rodeados de gente que lea y escriba correctamente, siendo éste un gran problema que aqueja a nuestra sociedad, puesto que, en tanto sus padres como sus maestros no leen, y co9mo consecuencia, no tienen un modelo a seguir.

Sin duda mi práctica como maestra competente debe iniciar con una práctica competente de lectura; he creído equívocamente que las lecturas que realizamos en nuestras escuelas formadoras de maestros son suficientes para desenvolverme eficazmente dirigiendo una clase; sin embargo, la realidad es muy diferente. Estar frente a un grupo es una responsabilidad enorme y un compromiso con ellos y conmigo, en la medida que debo estar bien preparada con una basta cultura general que me permita impartir mis clases.

Esto no es cualquier cosa; asumo que poseer una basta cultura, únicamente es posible si leo bastante; sin embargo, leer resulta ser una práctica un tanto complicada en la medida en que no se puede leer lo que sea, un buen lector no está completo si no ha leído literatura. La mayoría de las veces yo misma leo forzada más por la necesidad que por convicción propia y por supuesto esto repercute en el fracaso que existe en las escuelas no solo conmigo sino con la mayoría de los maestros.

El mayor error que cometieron con mi formación es hacerme creer que aspectos como la dicción y la velocidad era lo más importante de estar alfabetizada; sin embargo, no quisiera hacer lo mismo con mis alumnos, es necesario promover el gusto por la lectura y la comprensión en ellos, pero eso no puede ser posible si mi práctica activa con la lectura no comienza desde ahora.

Asumo mi responsabilidad y debo comenzar a actuar, es indispensable que me vuelva lectora; mi práctica con la lectura se irá desarrollando progresivamente, además de comenzar con lecturas pequeñas como cuentos, poemas, novelas, entre otros. Es muy importante que comencemos leyendo con los alumnos unos minutos; podemos lograr grandes cosas con la lectura diaria, incluso podemos lograr que a los alumnos les guste la lectura. Es importante recordar que en cuanto un alumno aprende nosotros aprendemos el doble.

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