Yo Nunca Te Prometí La Eternidad
lamaleon23 de Enero de 2013
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INTRODUCCIÓN
Difícil es comenzar un análisis de una obra con expectativas teórico – literarias, pues las corrientes y los métodos son tantos y tan diversos que podría obnubilarnos el pensamiento. Por eso esta introducción nos sirve, antes de inmiscuirnos de una vez en esa tarea, para organizar el trabajo, las ideas y el procedimiento.
Nuestra obra elegida es Yo nunca te prometí la eternidad, de la escritora argentina Tununa Mercado. Obviamente nuestro objetivo será ver cómo esta escritora resuelve los diferentes problemas que se le presentan a la hora de redactar una novela. Para eso intentaremos aplicar todas las teorías y métodos estudiados en Teoría Literaria. Aspiramos a comenzar desde cero este análisis, para lo que utilizaremos bibliografía de varios teóricos que se refieren a diferentes formas de analizar una obra literaria, pero no contemplaremos análisis propiamente referidos a la obra seleccionada.
Intentaremos atravesar la obra completamente, deteniéndonos en la mayor cantidad de detalles posibles que sirvan para ilustras las teorías referidas. El recorrido será circular, pues comenzaremos con el afuera, siguiendo por el adentro para regresar otra vez a la superficie. ¿Qué queremos decir con este recorrido afuera-adentro-afuera? Nos referimos a que comenzaremos con aspectos más generales y en cierta manera externos a la historia y a la narración en sí, para luego meternos de lleno en ella, y volver a salir, pero por otra salida. Desarrollaremos a continuación cada una de estas partes.
Nuestra primer tarea va a ser hablar sobre la estructura externa de la obra, cómo está organizada y dividida y cuáles son sus paratextos. También a esta instancia corresponde su análisis insertando la obra dentro de un género literario y por lo tanto haciendo una rápida referencia al mismo y a la teoría de la ficcionalización. Y por último incluiremos aquí la referencia al tipo de narrador con el que cuenta la obra. Para esta primera parte, nuestros teóricos de referencia serán Barthes, Jakobson, Bajtín y Genette, entre otros.
El segundo punto, en el cual dijimos que nos adentraríamos ya en la obra en sí, corresponde un análisis de la historia que se cuenta y del relato o la manera de ubicar en el tiempo de la narración esa historia (partiendo de los términos presentados por Genette). También haremos un análisis de tipo paradigmático, observando el tipo de descripciones que utiliza Mercado y los personajes que aparecen en la obra, para ello haremos referencia a los críticos del formalismo ruso en general y a las más modernas teorías culturales.
En nuestro último punto, como dijimos, volvemos al afuera. Pero no el mismo afuera del comienzo, sino que esta vez nos referiremos más bien a la relación de la obra con el lector, siguiendo la estética de la recepción tan ampliamente desarrollada.
Habiendo hecho una introducción general al trabajo, creemos que también nos corresponde en este preludio introducir la obra y su autora, pues a fin de cuentas es en torno a estos elementos que nuestra investigación se desarrolla.
Tununa Mercado nació en Córdoba en 1939, pero vivió mucho tiempo en Francia y en México (a donde tuvo que huir exiliada durante el período de la dictadura militar argentina). Luego de escribir varias obras, entre ellas una referida a su propio exilio, Mercado decide encarar, en 1998, la producción de esta obra maestra que cuenta la historia, basada en un hecho real, de una madre que pierde a su hijo mientras intentaba huir de Paris, ocupada por los nazis en 1940. La búsqueda desesperada, las andanzas posteriores, un presente en México del hijo desaparecido se entrelazan en esta obra que recopila escritos de los personajes reales y los mezcla con la excelencia narrativa de la propia autora.
PRIMERA PARTE: ESTRUCTURA EXTERNA
Partes de la obra
La estructura externa es ya un tema importante, es como la envoltura del relato. Veamos cómo Mercado desarrolla y resuelve este problema: Yo nunca te prometí la eternidad consta de 25 capítulos. Cada uno de esos capítulos está dividido en cesuras (espacios en blanco entre algunos párrafos) que marcan a veces un cambio de focalización, a veces un cambio de tema y a veces un salto abrupto en el tiempo. Cada capítulo se centra en un personaje o en un momento de la historia en especial.
Los capítulos no siguen un orden cronológico de la historia. Hagamos aquí una primera referencia rápida al uso del tiempo, solo para comprender un poco más la estructura de la obra, luego volveremos sobre este tema. En la obra se unen al relato principal que es la historia de Sonia y su familia (cuya amplitud va desde la huída iniciada en la guerra, con algunos saltos hacia atrás, hasta el presente posterior, en México, luego de la muerte de Sonia), otras historias de otros personajes que se relacionan de alguna manera con la protagonista. Resulta entonces evidente que el entramado se presenta muy complejo: no sólo son varias historias, sino que además ninguna sigue un orden cronológico constante. Pero eso lo veremos más adelante, lo que nos sirve en este momento es marcar que cada capítulo se centra en alguna parte de la historia central, la de Sonia y su familia, la cual dispara siempre algún tipo de digresión.
Paratextos
Los paratextos son otro elemento importante, mencionado ya por Genette, que lo dio a llamar paratextualidad . A través de ellos se produce el primer acercamiento del lector a la obra, y con ellos se puede plantear ya un primer problema de interpretación. Veamos pues cómo trata este tema Mercado.
En la portada nos encontramos primero con el nombre de la autora y luego con el título de la obra, en letras más pequeñas; y de fondo una foto antigua, en blanco y negro de una niña, junto a un joven un poco más grande pero del cual no podemos ver más que media cara, es decir que la foto está cortada. El centro es, pues, la niña, que lleva el pelo recogido y un gran moño en la cabeza. La foto nos sitúa ya en épocas pasadas y nos revela además algo sobre la obra: se tratará sobre la vida de una niña o mujer.
El conjunto de la foto y el título abre el primer código hermenéutico. Nos referimos a “código hermenéutico” siguiendo la definición dada por Barthes: “conjunto de unidades que tienen la función de articular (...) una pregunta, su respuesta (...) o también un enigma y llevar a su desciframiento” (BARTHES, 1986: p.12). Aquí se abre el interrogante de quién será esa joven y a qué se refiere un título como este, tan llamativo. Este código hermenéutico encuentra su resolución en seguida de comenzada la obra: en el primer párrafo se habla ya de una joven, que recibirá el nombre de Sonia, y que está muerta, hecho que se relaciona directamente con el título. Varias palabras se convierten en semas que connotan el hecho de la muerte: sepultada, tenue, la muerta, pulverización, polvo, cenizas, muerte. Obviamente, luego de leída la obra entera, este código hermenéutico se abre aún más y se cierra de forma más completa con otros datos. Nos damos cuenta que es la narradora, obsesionada por escribir la historia de Sonia para dejar aunque sea algo de ella eterno, no puede, sin embargo, retenerla por completo: Yo nunca te prometí la eternidad, le dice la narradora a su propio personaje, como para defenderse de antemano de algún tipo de reproche. Sin embargo, creemos que sí logró mantener a Sonia eterna, a Sonia como personaje, y de una manera maravillosa.
Volviendo a los paratextos, la obra no tiene dedicatoria ni epígrafes. Los capítulos están encabezados solamente por un número. Cuenta sí con una especia de epílogo titulado “Agradecimientos”, en donde la autora se refiere a las personas que la ayudaron en la creación y publicación del libro: amigos, consejeros, informantes, traductores, etc.
Género literario
El problema del género literario fue siempre ampliamente discutido. ¿Se puede clasificar todas las obras dentro de algún género literario? Sin lugar a dudas, la obra elegida se ubica claramente bajo el título de lo que se dio a llamar nueva novela histórica, surgida en Latinoamérica. Este género, cuyo antecedente inmediato es el Romanticismo, surge en nuestro continente como un mecanismo más de búsqueda de la identidad latinoamericana. Hija del nacionalismo de la novela histórica del Romanticismo, la nueva novela histórica busca realizar una mirada crítica a hechos del pasado que ayuden a explicar un poco más el presente.
Ingresemos en la relación que mantiene este texto con otros textos que también son considerados nuevas novelas históricas (architextualidad ). No tenemos problema para clasificar a Yo nunca te prometí la eternidad dentro de este género literario, siguiendo la definición que de este género hizo Seymour Menton . Lo que sí necesita ser analizado con más detenimiento es cómo Mercado resuelve los problemas planteados por este género literario. Para ello nos referiremos a dos temas centrales:
1) El problema del género literario y sus mecanismos
2) El problema de la identidad latinoamericana
La dominante de esta época, usando un término que Jakobson utiliza para referirse a los cambios en la literatura y a la elección en las diferentes épocas de un modo particular de hacer arte, es justamente tomar un hecho histórica, utilizar incluso personajes reales e insertarlos en una novela en donde realidad y ficción se confunden. Este género sigue ciertos mecanismos que veremos cómo se cumplen en nuestra obra (punto 1) y tiene como fin una búsqueda de la identidad latinoamericana (punto 2). Desarrollaremos a continuación el punto uno, e insertaremos
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