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Aristóteles parte del ser individual, al observar seres particulares ve el hecho claro de que todo ser cambia. En todo cambio hay un sustrato, un sujeto que no cambia.

NicollayeleenDocumentos de Investigación30 de Junio de 2017

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La Metafísica: Análisis del Ser

Aristóteles se propone realizar un profundo análisis del Ser, de todo ser. Ante el problema presocrático (ser y cambio, Parmenides-heraclito), Platón había creído encontrar la solución en el mundo de las Ideas (lo que permanece) y el mundo sensible (lo que cambia).

Pero Aristóteles se pregunta: ¿Cómo explicar el ser de las cosas si *el ser*, según Platón, no está en ellas mismas?; ¿Cómo explicar el movimiento si las ideas son estáticas?

Aristóteles inicia su reflexión desde la observación directa. Su proceso es de abajo arriba, lo contrario de Platón, que procedía de arriba abajo. No parte del mundo de las Ideas, sino desde la realidad concreta de cada ser. Él es un gran biólogo y está acostumbrado a observar la vida de los animales.

La Sustancia y el Accidente:

Aristóteles parte del ser individual, al observar seres particulares ve el hecho claro de que todo ser cambia. En todo cambio hay un sustrato, un sujeto que no cambia.

La sustancia es lo que permanece de tras de toda mutación, esta es la naturaleza o el principio fundamental del ser. Una sustancia no es la suma de los elementos que la componen sino algo distinto de ellos. La sustancia es el principio constitutivo del ser entero, en su integridad absoluta.

Los accidentes dependen de la sustancia para poder existir. Aquella es, un ser en sí y este es un ser que tiene que existir en otro.

Existen dos sustancias:

  • La Primera: lo particular (esta mesa, este árbol o Juan)
  • La Segunda: lo universal (no Juan, sino el hombre)

El ser tiene explicación desde lo particular y lo universal, no se da por una parte la sustancia primera y por otra la segunda.

La Potencia y el Acto:

Surge al enfrentarse con el problema de la explicación física del movimiento. Naturaleza no es un ser estático pero tampoco es todo movimiento.

Aristóteles afirma que la naturaleza es el principio del movimiento y del cambio. Esta tiene una fuerza interna que hace que crezca, se desarrolle, cambie, se transforme.

Si no hubiera potenciabilidad, el movimiento, el cambio, la acción, serían imposibles.

En todo ser se puede considerar dos aspectos:

  • Lo que ese ser ya es: acto
  • Y también, su poder llegar a ser lo que todavía no es: potencia

El movimiento es el paso de la potencia al acto.

El ser en acto procede del ser en potencia.

Ejemplo: Si cerramos los ojos no vemos, pero tenemos la capacidad, la potencia de ver.

El Hilemorfismo:

Es la doctrina que contempla la realidad física, natural, concreta, como compuesto de materia y forma. Solo se trata de seres físico, no espirituales.

Tienen materia y forma (la casa, hombre y mármol), son dos principios que forman un todo sustancial, un solo ser. Toda sustancia corporal, concreta es un compuesto de materia y forma; estas no se pueden separar.

La materia no puede existir por si sola sino siempre unida a otro coprincipio sustancial que es la forma.

  • Materia Segunda: es la materia física (madera, mármol, bronce, etc.), es perceptibles por los sentidos.
  • Materia Prima: es algo no perceptible por los sentidos sino solo por la inteligencia.

Aristóteles da prioridad a la forma sobre la materia; ella es la esencia del individuo.

Análisis de Las Causas:

El ser es dinámico, es actividad, tiene una naturaleza que es principio de actividad; y es precisamente en las causas donde aparece el aspecto dinámico del ser.

Causas son todos aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera.

Las causas pueden ser:

  • Intrínsecas: causa material (el algo indeterminado que puede llegar a ser cualquier cosa); causa formal (se identifica con la esencia y la naturaleza).
  • Extrínsecas: causa deficiente (si no hubiera causa deficiente, nunca podría haber movimiento o cambio; es el que hace que pase de una forma a otra, tiene un sentido dinámico). Causa final (es el final por el que se hace algo, todo movimiento, todo cambio siempre se hace en vista a un fin.

Antropología de Aristóteles

El conjunto de Cuerpo y Alma: una unión sustancial

Es un conjunto sustancial, el cuerpo funciona como una materia y el alma como forma. Cuerpo y alma no son la suma de dos entidades, sino una nueva que se llama Hombre.

Las actividades de esta nueva sustancia son actividades humanas, ni solo materiales ni solo espirituales.

El alma es un principio vital, tener vida es tener movimiento por sí mismo. Aristóteles da prioridad al alma sobre el cuerpo; el cuerpo existe por el alma y en orden al alma.

No es el alma lo que siente o piensa, sino todo el Hombre, gracias al alma; la afirmación de la total unidad del ser vivo.

Se distinguen tres clases de alma:

  • Vegetativa: propia de las plantas; lleva en si la función del crecimiento, nutrición y reproducción.
  • Sensitiva: propia de los animales; supone un orden más alto en la jerarquía de los vivientes: los animales tienen apetencias, deseos, percepciones sensibles y movimiento local.
  • Racional: propia del Hombre, tiene la capacidad de pensar y entender.

Su Epistemología:

Como no admite prexistencia del alma, explica conocimiento a partir de los datos que le proporcionan los sentidos. El alma racional no puede pensar nada sin representaciones que entren por los sentidos (no hay nada en el entendimiento que no estuviere en los sentidos).

Se distinguen varios niveles de conocimiento:

  • Sensación: produce memorias sensitivas.
  • Imaginación: del recuerdo nace en los hombres la experiencia.
  • Experiencia: es la coordinación racional de las sensaciones.
  • Entendimiento: facultad racional discursiva. Entendimiento pasivo: los sentidos actúan como potencia; entendimiento activo: extrae los conceptos que percibe el entendimiento pasivo, se mueve y pasa de la potencia al acto…

La Ética de Aristóteles

Toda ética parte de una concepción del ser humano, es decir, de una antropología. Y, por supuesto, todo ser humano hace referencia a un Hombre concreto que se sitúa en un marco histórico concreto, social, político, cultural, etc.

Al conjunto de la ética y de la filosofía política se le llama filosofía moral. De las dos la más importante es la filosofía política.

Vamos a analizar tres puntos fundamentales que se entrelazan, como son el bien la felicidad y la virtud.

El Bien:

Para Aristóteles existe una correlación entre en ser y el bien. No hay un Ser único, sino muchos seres; tampoco hay un Bien único, sino muchos bienes (en contra de Platón); tampoco plantea el Sumo Bien en abstracto, sino en concreto, porque para él no existe un Sumo Bien absoluto.

Define el bien en función del fin; su ética es finalista. El fin al que tiende el hombre es el bien; el fin y el bien coinciden. Nadie tiende al mal.

El fin de la vida del hombre es un bien de tal categoría que detrás de él ya no hay nada más: este bien es la felicidad; esta felicidad es algo concreto,  tiene una entidad, no es una cosa abstracta, etérea.

El bien no es una inactividad, el bien es dinámico. Tiene que ser perfecto, definitivo, suficiente por sí mismo, pues tiene que hacer al hombre más hombre, más completo, más perfecto.

La Felicidad:

  • La felicidad es un bien supremo y coincide con el fin supremo.
  • La felicidad es autosuficiente, se desea por sí misma y nunca en orden de otras cosas.
  • La felicidad, como bien perfecto, no es para el hombre solitario, sino para el que se relaciona con los demás seres, porque el Hombre es *por naturaleza un ser político*, un ciudadano.
  • La felicidad es una actividad del alma que se basta a sí misma y es la actividad racional.
  • La felicidad no es propia de esclavos, ni de animales, ni de niños, pues requiere una vida entera y una virtud perfecta.
  • La felicidad va unida al éxito al bien obrar y a los bienes exteriores.
  • La felicidad es una acción conforme a la virtud perfecta.

La Virtud:

Regulariza y dirige todos los actos de la vida humana, “la felicidad es una cierta actividad del alma conforme a la virtud perfecta.

  • Virtudes Éticas: morales como la fortaleza, la justicia, la amabilidad, la veracidad, etc.
  • Virtudes Dianoeticas: las intelectuales, como la sabiduría, la prudencia, el arte, etc.
  • La virtud procede del hábito: ninguna virtud moral se origina en nosotros por naturaleza; el convertir la virtud en hábito es propio de la voluntad. El ámbito engendra la costumbre: es un modo de estar en el mundo (político, social, etc.), en una palabra, su concepción de la felicidad.
  • La virtud es huida de la mediocridad. Es más importante la actitud interna que la recepción mecánica de actos.
  • La virtud es un acto voluntario y libre, el acto de la misma contiene cinco elementos:
  • Conocimiento del objeto y del fin
  • Voluntad de alcanzarlo
  • Deliberación de los medios adecuados para conseguirlos
  • Elección reflexiva
  • Firmeza en la dedicación de obrar
  • La virtud consiste en el término medio entre dos extremos. Ese término medio no es ni puede ser uno, ni único, ni idéntico para todos.

La virtud es una capacidad racional de saber escoger, según la recta razón de cada uno, lo que estima lo que es el término medio entre dos extremos.

La felicidad, es pues, esfuerzo inteligente por poner en orden su propia naturaleza, por desarrollar todas sus cualidades, en hacer que funcionen todas sus excelencias, en poner en acto todas sus potencias.

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