Parte no material del ser humano

Apuntes clave:

Syche: Parte no material del ser humano

El ser humano: es un compuesto de un cuerpo (material) y una mente (no material)

Complejos: Inseguridades

Men sana, incorpere sano: Mente sana, cuerpo sano

Opulencia: Abundancia

1.-  EL ANIMAL HUMANO: UN CUERPO Y UNA MENTE

Los seres humanos somos unos animales especiales provistos de un cuerpo y unos instintos que nos impulsan a la acción, pero estamos dotados asimismo de una mente, de una racionalidad, lo que nos convierte en unos seres peculiares, complejos e imprevisibles.

Como otros animales, somos gregarios y vivimos formando sociedades. Por otra parte, y también gracias a la racionalidad, hemos desarrollado un lenguaje muy evolucionado que nos ha permitido ocupar un lugar de privilegio en el mundo.

En efecto, el lenguaje conforma nuestro pensamiento y ese pensamiento nos permite ser conscientes de que cada uno de nosotros somos un ser distinto. Descubrimos el “yo” al estar “entre los otros” y nos planteamos cómo comportarnos ante los demás.

Nuestra conducta está determinada en primer lugar por nuestra biología. Somos animales con un cuerpo que impone una serie de obligaciones. Ese cuerpo somos nosotros y debemos cuidarlo si queremos vivir bien. Por eso, reflexionaremos en primer lugar sobre nuestro cuerpo para detenernos después en la complejidad de la razón humana, de nuestra mente o pensamiento.

1.- Nuestro cuerpo.-

No solo “somos” sino que “estamos” en el mundo, existimos ocupando un espacio físico, somos materia. Parte de nuestra conducta corporal no depende de nuestra voluntad: nuestra sangre sigue recorriendo nuestras arterias y venas con independencia de nuestra voluntad; nuestros párpados se cierran y se abren sin control racional por nuestra parte; nuestro corazón bombea sin detenerse la sangre que lleva la vida a nuestro cuerpo… tenemos hambre, sed, dolor y placer y no siempre es resultado de decisiones libres nuestras.

Tampoco nuestro cuerpo es resultado de una elección libre. Tenemos el cuerpo que nos ha tocado. La herencia biológica nos determina. Y qué decir de las posibilidades que pueden ocurrir en nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida que tampoco dependen de nosotros: accidentes (caseros, automovilísticos, laborales, etc.) enfermedades (algunas verdaderamente graves e incluso mortales).

Es decir, somos un cuerpo que podemos organizar y controlar con nuestra mente, pero como acabamos de ver no a un 100%. Siempre habrá cosas que se nos escapen.

Dos son los ámbitos en los que se puede reflexionar acerca del control de nuestro cuerpo: el referido a su salud y el estético.

El objetivo primero y último es aprender a querer y a cuidar nuestro cuerpo. Eso significa asumir que hemos de vivir con el que nos ha tocado y que podemos embellecerlo cuidándolo en diferentes formas.

A.- El cuerpo y la salud.

El aspecto relacionado con la salud corporal es, sencillamente, fundamental. Ya hemos señalado antes que dejamos de lado aquellos aspectos que no podemos controlar. Con relación a los que sí podemos hacer una lista de ideas importantes:

• La alimentación es un factor clave. El consejo mejor habla de comer de todo tipo de alimentos, especialmente naturales. No dejarse llevar sólo por el placer gustativo y alimentarse solo de lo que nos gusta mucho.
• La ingesta de productos insanos es atentar contra nosotros mismos. Por supuesto que el tema más grave son las drogas. Sabemos perfectamente qué producen en nosotros y adónde nos llevan: a la autodestrucción y a la muerte, al fracaso como personas. Pensad que esos que se lucran con su venta buscan voluntades débiles, especialmente de personas de vuestra edad porque todavía no habéis fortalecido vuestro carácter y podéis ser débiles. Ya sabéis, el miedo a decir que no y parecer distinto. Sed valientes y apartaros de cualquier posibilidad en ese sentido. El consumo de alcohol estaría incluido en este punto, por supuesto.

Además de las drogas y el alcohol hay otros peligros. De hecho, cualquier vicio lo es. Comer desaforadamente y sin límites es gula. Y todo exceso es malo.

• Debemos cuidar diariamente nuestra higiene corporal. Por nosotros mismos y por respeto a los demás. Ya sabemos que somos animales y nuestro cuerpo se ensucia, huele o se lastima. Pero esa parte natural la hemos organizado para darle un “aspecto” humano a través de nuestras innovaciones culturales. La limpieza diaria es preceptiva. No hacerlo así es foco de enfermedad y también de exclusión social. Pensad si vosotros podéis estar molestando a los demás con vuestra dejadez higiénica.
• Algunas actividades que hacemos pueden entrañar peligros objetivos. Hay que extremar las precauciones. Está claro que debemos hacer cosas en nuestra vida como trabajar o disfrutar del ocio y algunas veces esas actuaciones comportan peligros objetivos. Existen los deportes de riesgo o los trabajos peligrosos. Por supuesto que no se está recomendando no hacerlos si es producto de la necesidad o de una forma de entender también la vida. Pero hay que insistir en ser siempre prudentes y respetuosos con las normas de seguridad.
• Cuidado con las prácticas o inercias que nos parecen inofensivas pero a la larga nos hacen daño: inactividad por falta de ejercicio, la obesidad, la extrema delgadez, etc. Se trata de repasar qué cosas de las que hacemos habitualmente, sin ser peligrosas o dañinas en sí mismas, pueden rebajar nuestra calidad de vida a la larga. Por ejemplo comer demasiados dulces, beber, fumar, llevar una vida excesivamente sedentaria. Nuestro cuerpo no puede ser nuestro enemigo. Al contrario, debe ser nuestro aliado para paladear las maravillas de la vida. Estar anoréxico u obeso es un problema muy serio que debe afrontarse con mucha seriedad también.

B.- El cuerpo y la belleza.

La estética es una ciencia que tiene por objeto de estudio la belleza. Y es una belleza unida al disfrute de los sentidos. La palabra procede del griego αἴσθησις (aisthesis) «sensación, sensibilidad». Por lo tanto cuando se habla de belleza aplicada al cuerpo nos referimos claramente al aspecto sensible de éste y cómo es recibido por los demás.

Cuando hablamos de cuerpos bellos podremos distinguir entre el cuerpo en sí mismo o el envoltorio externo de los cuerpos.

Lo fundamental será siempre aceptarnos y querernos seamos como seamos. Porque siempre se puede embellecer aquello que tenemos por naturaleza. Y no se trata solo de cuidar el sentido de la vista como podéis imaginar. La belleza corporal también consiste en oler bien o moverse con elegancia, por ejemplo.

Aunque se dice que lo que importa en la persona es su presencia interior, y eso es verdad, eso no significa que deba descuidarse la exterior. Otra cosa muy distinta es convertirse en un esclavo de la apariencia o sólo cuidar eso.

¿Por qué es bueno o adecuado cuidar nuestro aspecto externo?

• Porque si lo hacemos nos sentiremos mejor con nosotros mismos. A todo el mundo le gusta sentirse limpio, ordenado, pulcro, bien vestido. Es una sensación que podemos notar cuando a veces nos miramos al espejo y nos gusta lo que vemos. Nos alegramos y salimos a la calle con un ánimo superior. Es normal. La prueba de que es tal y como lo decimos es que para celebrar acontecimientos importantes nos ponemos nuestras mejores ropas y vamos de punta en blanco.
• Porque seremos más atractivos para los demás. Cuando decimos atractivos queremos decir que los demás nos percibirán con mayor simpatía porque a todo el mundo le gusta estar cerca de lo bello antes que de lo feo. Vivimos en un mundo donde, nos guste o no, las apariencias cuentan mucho.
• Porque no vivimos solos y podemos molestar al otro según nuestras formas de presentarnos ante los demás. En efecto, hay maneras de vestirse, por decir algo, que pueden ofender al vecino, al compañero de trabajo, a las personas anónimas con las que tenemos que tratar. Ropas sucias, ropas que enseñen partes del cuerpo íntimas, ropas inadecuadas para determinados contextos.

• Peligros de un excesivo culto a la imagen.

• Como en casi todo en la vida, nada es bueno o malo absolutamente, blanco o negro… hay también grises. Queremos decir que aunque acabamos de reflexionar acerca de lo conveniente que es cuidar nuestra imagen también hay que señalar inmediatamente que no se puede ser esclavo de nada, tampoco de la moda o de nuestro deseo de agradar cueste lo que cueste. Cuidarse es bueno y dar una buena imagen también. Pero no debemos olvidar que la persona es mucho más que su aspecto externo. Si solo nos preocupamos del exterior y somos malas personas o individuos carentes de valores morales entonces habremos fracasado en nuestra vida.

• Para pensar: La verdadera belleza está más allá del aspecto externo. Es una belleza de carácter, de personalidad, de acciones para con uno mismo, con los demás y con las cosas que componen nuestro mundo.

• Estamos cansados de ver en las películas o incluso en la vida real casos de personas guapas, con bonitos cuerpos y ropas caras, que carecen de principios y son soeces, maleducados o irresponsables. Mucho por fuera y nada por dentro. Vacíos. Hay quien solo piensa en mirarse al espejo para recrearse con su imagen. Es como el mito de Narciso.

Para buscar información: (Busca información sobre este mito)

• La moda es un monstruo insaciable, siempre quiere más y más de nosotros. Utiliza la publicidad para adueñarse de nuestra voluntad.

Uno de los peligros que rondan el tema del aspecto externo de las personas es el poder de la moda para imponer tendencias y hacer que deseemos lo que no necesitamos. En ocasiones eso supone que «queremos ir siempre a la moda» y hacemos gastar a nuestros padres mucho dinero por una cuestión de capricho, no de necesidad. Debemos ser pues racionales, maduros y responsables con relación a esta sociedad de consumo en la que vivimos. Continuamente nos bombardean para que compremos cosas para ponernos y si no es así parece que estamos desfasados. Hay que tener las ideas muy claras y tener la personalidad suficiente para saber anteponernos a los dictados de la moda.

...