El sentido de la vida
Poke GallarEnsayo22 de Julio de 2023
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ENSAYO SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA, por Emanuel Gallar.
Hay quienes piensan que el sentido de la vida está después de la muerte, que a partir de que uno muere, se encuentra con lo que estuvo buscando desde que se preguntó porqué vive. Hay otros que, por el contrario, creen que luego de la muerte se halla la eternidad. Hay gente que, erróneamente, piensa que el sentido de la vida de las personas varía de acuerdo a la clase social en la que se cría. Otros piensan que la búsqueda del mismo se da a partir de la ausencia de tal. Finalmente, existen quienes opinan que no existe un camino a seguir, que no hay un lugar a dónde llegar. En mi opinión, para quienes quieren comenzar la búsqueda del sentido de la vida, tienen que asumir que no existe; deben inventarlo ellos mismos. Creo que el sentido es sólo algo neutro, indefinido e irreal que nos hace sentir que está ahí. El humano es el único animal racional, que crea cosas a través de un proceso de análisis. El sentido es y será uno de sus mejores inventos. Nos permite soñar, volar con nuestra imaginación, quizás nos hace conocernos a nosotros mismos. Yo creo que hay que tener un sentido para vivir, aunque no exista, y creo que todas las personas lo van a tener algún momento de su vida.
Se puede hablar de la vida como un largo camino por recorrer, como una mesa servida para cenar, como un rompecabezas sin armar, o como un sueño. Pero, ¿cómo se sigue un camino que aparentemente está allí y hacia dónde lleva? ¿Quiénes se sientan con nosotros en la mesa? ¿Cómo se supone que el rompecabezas está bien armado, que hemos utilizado todas las piezas? ¿Cómo hacer que la vida sea más que un sueño?
Mientras yo crea que mi sentido es el que creo que es, será ese, ya que lo invento y defino como quiera. Tengo conocimientos acerca de varios puntos de vista, de los cuales a continuación nombraré aquellos con los que no concuerda mi pensamiento. Descarto el hedonismo porque si se sigue la lógica de que “algo bueno para mí le da sentido a lo que soy y, por lo tanto, a mi vida” es probable que voy a caer en una contradicción de entender que “vida” es “lo que soy”. Descarto también el sentido dado por el Carpe Diem, porque así es como se ve la vida sólo como un conjunto de partes y no como el todo verdadero que es.
Otro punto de vista al que muchos siguen, es el de que el amor da el sentido a la vida. El amor es quizás la palabra más subjetiva que ha inventado el hombre desde sus orígenes. Existe una infinidad de tipos de amor que no sabría definirlo. El amor fraternal, maternal y paternal, incondicional, sexual, idealizado, platónico y puro, entre muchos otros más. Queda “sentir amor”. Ese amor a secas, que no lleva clasificación, porque es simplemente amor. Estoy seguro de que aún no lo he sentido, y por lo tanto no puedo postular una opinión de sentido basándome en eso, a pesar de que podría ser este mi sentido. Quiero ser comunicador social y periodista deportivo, pero mi vida no va a terminar ahí. Voy a ser periodista, voy a viajar por todo el país, me voy a jubilar, pero mi vida no va a terminar ahí. Voy a estar a segundos de la muerte, e inclusive así, no tendría una vida completa. Luego de haber muerto, recién se podrá decir que viví mi vida completa. Sólo va a quedar mi alma, analizando todo sin que mi cuerpo la prive de comprender, porque para mí el cuerpo es como una cárcel que hace impotente al alma.
Albert Camus opina que sólo los suicidas saben cuál es el verdadero sentido de la vida. Pero, ¿hay que suicidarse para poder encontrarlo rápido? La respuesta es no. Mientras más viva y más conozca, más cerca voy a estar de, luego de haberme muerto, entender qué sentido llevó mi vida.
Sólo cuando esté muerto puedo saber el sentido de mi vida, porque, hasta ese momento, no estará completa. No puedo asegurarme una proyección de vida porque me parece que será así, no puedo cegar mi vida ante un sentido, tampoco puedo alcanzar a comprender y seleccionar sólo una de las infinitas respuestas que tiene una pregunta tan simple, pero no fácil, ¿Cuál es el sentido de mi vida?. Nunca lo voy a saber, pero si puedo creer en él. Siempre he entendido la diferencia entre “creer” y “saber”. Saber muchas cosas no podemos, mucho menos si es el sentido. Al ser el verbo “ser” un verbo objetivo, que habla de la realidad, que va de lado con el saber, no puedo responder cuál “es” el sentido de mi vida, y siento una decepción por los muchos compañeros de curso míos que no se habrán detenido a entender, palabra por palabra, la mismísima pregunta a cuya respuesta le brindaron tanto tiempo.
(…)
¿Cuál creo que es el sentido de mi vida? Luego de tanto análisis, quizá en vano, luego de tantos descartes y tantos acercamientos, creo que mi sentido, lo único que no pude descartar, lo que mantuve como punto en común en las cosas que descarté, es el compartir para desenterrar mi significado: dejar en la Tierra, luego de muerto, la esencia de lo que eras, dejar ese testimonio que permita a alguien algún día entender el alma que llevabas, haber vivido la vida no sólo para ti, sino sabiendo que para alguien más eras importante, significabas algo. Puedo yo creer que tengo un significado, puede otro creer que tengo un significado. Si dos cabezas piensan mejor que una, si logro hacer que muchas personas crean que tengo un significado, estaré más cerca de encontrar mi verdadero significado. Aunando mis creencias y las de los demás estaré (y estaremos) más cerca de encontrarle significado a todo. Se le quitará la diversión a la vida, pero quedará, obviamente, la vida en sí misma. Mi sentido es darme significado. Así como la palabra “puerta” tiene significado, el cual explica su sentido de existir, yo necesito un significado. Cuando lo halle, sabré cómo ahondar mejor en mi vida y atacarla desde la arista más conveniente, completando el sentido, para poder morir y dejar vagar al alma tranquila, hacia donde vayan las almas humanas y ser feliz.
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