La filosofía del siglo XX según Delfgaauw

En el texto La filosofía del siglo XX de Delfgaauw , en los dos subtemas que se han leído, nos habla acerca de dos cosas, el trasfondo histórico y el actual.

Para empezar menciona que todas las preguntas que se plantean desde la filosofía tienen que ver, de una forma muy particular, con las dudas esenciales que siempre se plantea el ser humano y que dan las condiciones de posibilidad de su existencia misma. Sin embargo, estos cuestionamientos no se hacen siempre de la misma manera, puesto que estamos determinados históricamente y eso provoca que tengamos, en cada momento histórico, diferentes maneras de preguntar y, por ende, diferentes formas de responder.

Durante el siglo XIX ocurre un hecho muy particular, que es el que se da un diálogo entre las distintas ciencias, solo que, para ello, ocurre también una separación entre las distintas ciencias, que van buscando emanciparse unas de otras. Por ejemplo, en el siglo en cuestión, el pensar físico está provocado por lo dicho por Newton en el año de 1687, sobre todo en un intento por mecanizar y hacer calculable toda la naturaleza. Esto significó un progreso para la física.

Ahora bien, este proceso marcó también un paso importante para las matemáticas, puesto que estas estaban, de cierta manera, subordinadas a la física, eran solamente utilizadas en cuanto requeridas por la otra. Es en este ambiente que las matemáticas demuestran su importancia como ciencias independientes.

Estos progresos en la ciencia y la técnica abren paso a un materialismo y a un determinismo, los cuales no solamente se buscaban aplicar a la naturaleza, sino al ser humano también. Esto hizo creer a los pensadores que se acercaba un momento en el cual la miseria humana sería superada, aunque también aniquilaba la posibilidad de la libertad, por ejemplo, en el ser humano.

Este ver al ser humano como determinado ayuda al progreso de otras ciencias, apoyándose de la biología, concretamente en lo que afirmaba Darwin acerca de la evolución en su obra Sobre el origen de las especies. Estas ciencias son, por ejemplo, la psicología y la historia, que a su vez se distancian de la filosofía para hacer sus propias aportaciones al campo del pensamiento, teniendo como ejemplo la idea del progreso propuesta por Marx.

En el campo de la religión, surgen las ideas de que cada cual puede concebir a Dios a su manera.

Filosóficamente hablando, los pensadores en este tiempo se ven poco inclinados a la reflexión profunda puesto que, como se ve, están fuertemente influenciados por un positivismo que promete la “redención” por sí mismos del ser humano.

En el siglo XX este espíritu de pensamiento se ha perdido y surge, en cambio, una especialización de las ciencias que se radicaliza cada día más, por tanto la idea de unidad se esfuma. Ahora los hombres de ciencia comienzan a hacerse preguntas que antes estaban reservadas para los filósofos como ¿es posible comprender las leyes de los macro y microprocesos o solamente los adivina?

De aquí que, por ejemplo, tomando en cuenta la teoría de la evolución, se comience a ver a lo vivo como “una estructura que es algo más que la suma de sus partes” . Se hace análisis también, desde esta perspectiva, del lenguaje con las ciencias filológicas, viendo que el hombre se estructura en su lengua y ésta, a su vez, ya no se entiende como determinada.

En el campo de la filosofía se retoma la reflexión acerca de lo que se entiende por religión y que efectos tienen en la sociedad. Esto porque aquel orgullo que se tenía antes sobre la ciencia y la técnica se esfuma, lo que también lleva a cuestionar si es acaso que existe realmente el progreso, si no es que estamos más bien en un retroceso, cuáles son las condiciones desde las que de verdad se pueda hablar de la existencia de un progreso real. La paz ya no se ve como un medio que será alcanzado mediante el desarrollo

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