La vocación filosófica como medio a la sabiduría.
BúhodeMinerva ☭ Ensayo6 de Octubre de 2016
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La vocación filosófica como medio a la sabiduría.
Escobar Guzmán Claudio Elihú
Introducción a la investigación filosófica.
Semestre 2014-1
Introducción.
Este ensayo tiene como fin de el de desarrollar con los textos leídos durante el semestre un tema de la teoría del conocimiento platónica y el de aprobar la materia de Introducción a la investigación filosófica de manera satisfactoria.
La investigación estará ubicada en la filosofía clásica griega helenística, en especial lo que respecta a Platón en su teoría del conocimiento.
Se abordara desde la problematización de cómo se puede alcanzarla sabiduría, con el supuesto de que la vocación filosófica es el camino. Esto solo se toca en algunas de los diálogos platónicos.
Este documento será de tipo expositivo, con un método de investigación sintético y analítico sobre cada uno de las lecturas realizadas a lo largo del semestre, con el fin de poder recabar la mayor cantidad de datos relacionados al problema central del documento.
El trabajo estará divido de manera tal que se puedo abordar las bases de la teoría del conocimiento platónica, que es implica desarrollar los fundamentos metafísicos de esta, los fundamentos ontológicos y por ultimo relacionarlos fuertemente con las diferencias entre la vocación sofistica y filosófica a manera de contraste.
Así como también cabe aclarar desde un principio las diversas limitantes para poder realizar este trabaja que son desde la más evidente como el acceso nulo de los obras originales, así como el desconocimiento del idioma original, además del cierre de la biblioteca de la facultad y el tener que acceder a los texto en otros lugares donde son menos accesibles.
La vocación filosófica como medio a la sabiduría.
Para abordar el camino que da Platón a la sabiduría (en la teoría del conocimiento) y al bien (en cuestiones éticas), tenemos primero que desglosar como entiende el mundo y el entorno en que se desarrolla, en que está basada su concepción del conocimiento, es decir, tendremos que revisar las cualidades metafísicas que determinan en gran manera el pensamiento platónico
Para Platón había cuestiones importantes a tratar en como conoce el hombre, partiendo primero de que como hombre estamos divididos en dualismos ontológicos y antropológicos, que determinan en que nivel de la “escalera” rumbo a la sabiduría, estamos.
Primero hay que explicar cómo se divide ontológicamente el mundo según Platón. Él los divide en dos mundos: el mundo de las Ideas y el mundo se los sensible.
El primero es el mundo donde se desarrolla el alma, es decir el mundo del conocimiento discursivo. En este encontramos los escalones más cercanos a la sabiduría, sin embargo aun no lo es, debido a que es un mundo donde se intenta desprenderse del mundo material y del cuerpo, se hace referencia en algunas ocasiones aun a imágenes y representaciones para ejemplificar ideas, como el caso de las matemáticas, la geometría, etc.
Aunque el fin último de este mundo es el conocimiento por vía de meras ideas que estén desprendidas de cualquier vicio de los sentidos, es decir la sabiduría, que es el grado máximo del conocimiento en la teoría del conocimiento platónica.[1]
El segundo mundo, el mundo de lo sensible, es el que, debido a su dependencia absoluta con los sentidos y el cuerpo[2] se encuentran los escalones inferiores, aquí es donde impresiones de los objetos reales (pinturas, reflejos, etc.) y los objetos como se presentan, es decir, el entorno tal cual lo perciben los sentidos predominan en el entendimiento del hombre. Son escalones y niveles necesarios de recorrer antes de poder
salir “de la cueva”[3]. Este mundo es en el nos encontramos la mayoría antes de empezar una vida estrechamente relacionado con una vida dedicada a la vocación filosófica.
Debido a su relación absoluta con las impresiones de la vista (el sentido más engañoso) es un mundo donde el alma no desarrolla su capacidad cognitiva, pues turbada por estas impresiones poco fiables y precisas, no puede llegar a dilucidar la verdad en ellas.[4]
Para esta división ontológica del mundo Platón, tendrá que también dividir al hombre de manera antropológica para poder ubicarlo dentro de estos mundos.
La división presentada para este caso es: el alma y el cuerpo.
Debido a sus cualidades cada uno ocupa su lugar ya sea dentro del mundo de la Ideas o de lo sensible.
El alma, que es la parte más divina para el cuerpo la cual se encuentra “en una especie de prisión”[5] que no es otra que el cuerpo, es la parte que puede y debe llegar al verdadero conocimiento por medio del desprendimiento o liberación total de esta prisión.
El alma como se desarrolla en el mundo de la Ideas[6] es la que puede y da entendimiento a la cuestiones metafísicas que se expresa por fuera de lo material, por ende el cuidado y precaución de una vida aretos para tener un alama bien educada es primordial en el filósofo.
El cuerpo, la parte material del hombre la dependiente y servil al mundo de lo sensible, es la parte que se ubica menos cerca de la sabiduría, es el contenedor de alma, de la cual el filósofo no debe temer desprenderse, pero tampoco debe obligarse a alma de salir del cuerpo[7], pues esto sería romper con el designio divino de necesariamente vivir para poder tener que pasar y hacer una vida dedicada plenamente a la vocación filosófica.
La estás divisiones entonces tienen como fin explicar cómo llegar a la sabiduría, pero para antes poder dar inicio a la tarea de cómo se llega, hay que explicar que es y como el conocimiento juega un papel primordial en este ascenso.
Primero hay que aclarar que sabiduría y conocimiento no son la misma cosa.
La sabiduría es el grado máximo del conocimiento, es la “verdad” en su estado más puro y que solo se alcanza al final de todos los escalones del ascenso del conocimiento, está por encima de la inteligencia y que dentro de lo cognoscible no es más que una luz que apenas se llega a notar.[8] Es más bien un nivel al que solo se puede acceder después de la muerte, por eso la posición del filósofo, frente a la muerte, que no debe temer del bien mayor de conocer la verdad absoluta.
Además de esto el afán por alcanzar la sabiduría, la idea del bien y de llegar actuar por medio de puros pensamientos no relacionados con hechos materiales, es también la que hace que durante nuestra conduzcamos nuestra alma por una vida que actúa con justeza y medida, es decir una vida aretos.
Partiendo de esto entonces Platón planteara de manera concreta lo que para él es el conocimiento, dado que esta no es aun la sabiduría. Esto, claro está, no sin antes explicar el papel del alma en el conocimiento.
El conocimiento es una reminiscencia[9], sentencia la filosofía platónica, lo que hay que explicar es como esta reminiscencia a través del alma puede ser conocimiento.
Para esto platón dará la premisa de que el alma es inmortal[10], con esto justificará que el alma que ya lo ha visto y conocido todo en sus otras vidas como en el Hades lo único que tiene que hacer es recordar lo que ya conoce.
Esto lo ejemplifica con un esclavo al cual lo hace realizar operaciones de tipo matemáticas y geométricas, que son propias del alma[11]. Al realizar dichas operaciones el esclavo logra contestarlas por propia cuenta aun cuando nunca tuvo estudios de matemáticas.
Esto en teoría comprobaría que el alma al regresar a su repositorio –cuerpo- regresa también con todo aquello que ya observo, dicho fenómeno lo que causa es que el alma solo tenga que tener cierto tipo de ayuda para poder recordar lo que por evidencia ya conocía.
Esta “ayuda” es conocida dentro del pensamiento de Platón, como la mayéutica, que es su método predilecto poder extraer el conocimiento de los hombres que se encuentra dentro de sus almas.
La mayéutica es en griego el arte de parir o ayudar a parir, la diferencia que tiene entre el hecho mismo de ayudar a parar a una mujer y el término en la teoría del conocimiento, es que Platón expresará que esta no se ha de ocupar de los cuerpos de la mujeres, sino, del alma de los hombre y el no examinará su cuerpo, sino, ayudara a dar a luz a las ideas que se encuentran dentro de la misma.[12]
Este arte no consiste en transmitir el conocimiento, sino, por vía de cuestionamientos, el sujeto en cuestión irá quitándose de encima su ignorancia, pues al poner las cuestiones que propone a la luz de los ojos del alma este podrá darse cuenta de que tanto de lo que dice es verdad o no.
Platón relata en los diálogos como este un arte divino proporcionado a Sócrates que es estéril de conocimiento ya a su edad. Esto le costará a Sócrates muchas veces ataques de parte de sofistas que lo critican por no decir nada y solo polemizar.
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