“AGUA Y ÉTICA” CLASE N° 3

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“AGUA Y ÉTICA”

CLASE N° 3

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1. “El hombre históricamente ha pensado y teorizado a cerca de los problemas ambientales y sus vínculos con la naturaleza”,  ¿por qué esta cuestión forma parte del pensamiento filosófico?

Indudablemente, la idea de “naturaleza” es compleja y la misma ha sido discutida y saturada de modelos históricos. Sin embargo podemos establecer que el vínculo del hombre con lo natural nunca fue dotado de una particularidad armoniosa porque desde siempre ha existido una supremacía de una parte hacia la otra, es decir hablamos de que el hombre siempre se ha sentido como la corona de toda evolución posible motivo por el cual la misma vanidad lo inclinó a presentar una actitud destructiva hacia el medio ambiente sin mediar conciencia de sus acciones e intentado ciegamente no ser participe ni responsable de las consecuencias que hoy en día estamos vivenciando.

A partir de lo mencionado, mi interrogante es el siguiente ¿cuál es nuestro lugar en la medio natural? Y sin duda alguna podemos establecer que nuestro lugar es el de la máxima responsabilidad posible con el mismo porque lo que no puede hacer un mineral, un árbol o un animal lo podemos hacer nosotros es decir, podemos razonar y tener a partir de esto un papel de apoyo y trabajo mutuo con el medio ambiente, jamás debe estar en nuestro deber el tener una actitud de destrucción y de aprovechamiento del mismo algo que vemos reflejado en la situación actual. Por ende, la filosofía que en su esencia nos permite preguntarnos y reflexionar sobre nuestra existencia y sobre todo lo que nos rodea lo cual me permite plantearme lo siguiente: ¿si el ser humano fue creado para convivir con sus semejantes, conservar el medio natural y el agua (además de que los mismos le permitían subsistir), porque hoy en día dejamos de venerarlo y pasamos a ser la principal amenaza de todas las especies y del equilibrio ecológico?

1. ¿Qué principios morales hay que tener en cuenta al abordar los conflictos relacionados con el agua?

El agua, es un elemento de la naturaleza, integrante de los ecosistemas naturales y factor fundamental para el sostenimiento y la reproducción de vida en el planeta ya que constituye un eje indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos. Hoy en día, el uso desmedido de la misma ha desencadenado diversas consecuencias visualizadas principalmente en la importante escasez y contaminación de este líquido lo que amenaza actualmente a varias zonas del mundo, este suceso forma parte de uno de los grandes retos que debe afrontar la humanidad para el bienestar de las futuras generaciones.

A partir de lo mencionado podemos establecer que toda forma de vida depende esencialmente del agua motivo por el cual estamos obligados a cuidar y a concientizar sobre el trato que la misma merece como fuente de creación.

Es así que a partir de lo moralmente establecido el agua es un derecho humano por lo que a nadie se le puede negar el acceso a la misma para satisfacer las necesidades básicas independientemente de si el sujeto tenga o no a su disposición la posibilidad de pagar este servicio, ya que el agua no debe ser un negocio privado en donde solo puedan acceder algunos cuantos sino más bien el  Estado debe estar a disposición y consentir a sus pueblos con la misma. A partir de este consentimiento del agua a los pueblos, podemos significar que la misma es un bien común la cual debe ser gestionada como un bien público universal  promoviendo el control democrático del suministro para así evitar su privatización y contaminación a gran escala porque la misma es moralmente establecida como un  producto básico para la subsistencia. Todos los bienes esenciales como el agua, el alimento, el aire, la vivienda y la vestimenta forman parte del destino universal de los bienes  el cual sostiene nuevamente que la disponibilidad de los mismos es universal, lo cual nos permite visualizar otro principio moral la opción preferencial por los pobres quienes se ven más perjudicados a la hora de acceder al suministro de agua a consecuencia de que la misma es vista como una mercancía.

1. ¿Qué cuestiones éticas plantea la privatización del agua?

Para iniciar, la ética es una rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y el deber.

En base a este concepto podemos decir que éticamente la privatización del agua es una acción totalmente negativa para ciertos sectores sociales que presentan altos índices de indigencia por lo que en varias ocasiones se les complica tener a disposición altas sumas de dinero que le permitan tener acceso al agua de calidad, además el privatizarla va en contra de lo moralmente establecido porque la misma forma parte de los derechos humanos al igual que todos los bienes básicos (alimento, oxigeno, vivienda, vestimenta) que no pueden ser negados a las personas que se encuentren en una situación de vulnerabilidad por la absoluta necesidad que tiene de los mencionados bienes básicos.

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