Adopción y parejas del mismo sexo

Adopción y parejas del mismo sexo

Autor: Jorge Iván Cuervo R.

Si hay un tema que causa polémica es el de la posibilidad de adopción de niños y niñas por parejas del mismo sexo. Todos los prejuicios alrededor de la homosexualidad salen a relucir, y aun aquellos que han aceptado la posibilidad de la conformación de parejas del mismo sexo se fruncen cuando de adoptar niños se trata.

En Colombia pueden adoptar las parejas heterosexuales que demuestren convivencia ininterrumpida de dos años, y las personas solteras, viudas o separadas. Es decir, que un homosexual solo puede adoptar, pero si está en una relación no puede hacerlo, todo un absurdo.

El primer prejuicio de quienes se oponen a la adopción de niños por parte de personas del mismo sexo tiene que ver con la posibilidad de que el niño o niña adquiera una orientación sexual similar. Este argumento parte de un error que es el de aceptar que la condición homosexual es una anomalía y, en esa medida, es preferible evitar el surgimiento de más personas homosexuales. Estadísticamente, las personas de orientación homosexual provienen más de relaciones heterosexuales, y hay estudios serios que indican que la orientación sexual de un niño no está determinada por la orientación sexual de sus padres.

El segundo prejuicio indica que no es deseable la adopción por parte de parejas del mismo sexo en el contexto de una sociedad que discrimina al homosexual. Generalmente se señala que no es bueno hacer pasar al niño por escenarios de discriminación. Este argumento implicaría que personas blancas solo pueden adoptar niños blancos para evitar la discriminación en una sociedad racista.

Un tercer argumento tiene que ver con la imagen de un padre y una madre como presupuesto de normalidad emocional en los niños y niñas, lo cual desconoce que ese ideal en la realidad ya no se cumple. Tenemos familias de una sola persona, o familias donde solo hay mujeres, sin ser lesbianas, o incluso familias donde los hermanos mayores cuidan de sus hermanos menores.

Ahora bien, lo que no creo que exista es un derecho de adopción por parte de las parejas del mismo sexo, como tampoco lo existe para las parejas heterosexuales. Lo que existe es una expectativa de ser padres adoptantes, para lo cual deberán demostrar su idoneidad y “competir” con otras parejas. Lo que es inadmisible es que sean descartadas de plano por su orientación sexual.

Lo cierto es que la Corte Constitucional viene sacando el bulto a una sentencia en el caso de una mujer que quiere adoptar a la hija de su cónyuge, a lo cual se suma que la iglesia Católica viene desarrollando una campaña de rechazo a esa posibilidad que cuenta con el apoyo y la intimidación del Predicador General de la Nación.

Curiosamente, esta semana la Corte profirió una sentencia que obliga al reconocimiento de una herencia al compañero sobreviviente de un sacerdote homosexual. Siendo tan extendida esta orientación en la institucionalidad católica, ya entiende uno la preocupación de las jerarquías eclesiásticas en discriminar a los homosexuales.

OBJETIVOS

1. Dar al hombre la percepción directa de su propio mundo.

2. Incentivar sobre la búsqueda de otras explicaciones relacionadas al motivo del humanismo, tanto a nivel individual como social.

3. Servir como base para Divulgar las razones por las cuales todo ser humano es un ciudadano del mundo.

4. Reconocer algunos de los conceptos conocidos y no conocidos del humanismo y el desarrollo de un objetivo principal del bien para si mismo

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