Antropologia Filosofica. Actualidad y urgencia del problema

ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

UNIDAD I

En dicha unidad desarrollaremos el contenido de ¿Quién es el hombre? ¿Quién soy yo? ¿Cuál es el sentido de la existencia humana? Estos interrogantes dominan todo el campo de la Antropología Filosófica; que  han sido en todas las épocas y en todos los niveles de la cultura los inseparables compañeros de viaje del hombre.

La Antropología filosófica aborda al hombre como sujeto personal y lo estudia en su globalidad, su apertura al futuro y su sentido último.

1. Actualidad y urgencia del problema

A primera vista da la impresión de que la humanidad en el momento presente de la historia está más madura para dar una respuesta a estos interrogantes que en los tiempos pasados. En efecto nunca ha sido tan amplio como hoy el desarrollado de las ciencias del hombre: la medicina, la biología, la sociología, la economía, la psicología etc. Cada uno de estos sectores científicos organiza un vasto panorama de conocimiento concreto sobre el hombre, para los cuatro o cinco años de estudios universitarios constituyen una primera iniciación.

Las inmensas posibilidades que la civilización técnico-industrial ofrece al hombre están llenas de ambigüedad. Después de dos guerras mundiales y los campos de exterminio en donde fueron suprimidos millones de hombres inocentes no es posible mirar al progreso científico y técnico con la misma ingenua superficialidad. Quizás estemos asistiendo a la más amplia crisis de identidad que está atravesando el hombre.

Sobre el tema, las palabras que escribió más Scheler no parecen haber perdido su actualidad:

“En la historia de más de diez mil años somos nosotros la primera época en que el hombre se ha convertido para sí mismo radical y universalmente en un ser problemático. El hombre ya no sabe lo que es y se da cuenta de que no lo sabe. Solamente haciendo tabla rasa de todas las tradiciones referente a este problema, contemplando con sumo rigor metodológico y con extrema maravilla a ese ser que se llama hombre, se podrá llegar nuevamente a unos juicios debidamente fundados” (Joseph Gevaert (1976), El problema del hombre, p. 12-13).

En este contexto de pérdida de identidad, de incertidumbre y desconcierto respecto a la imagen del hombre, la reflexión filosófica, crítica y sistemática, sobre el ser y el significado del hombre se convierten en una de las tareas más urgente de nuestro tiempo.    

1. Génesis del problema filosófico del hombre

Los problemas antropológicos se imponen por sí mismos, irrumpen en la existencia y se plantean con su propio peso. No es en primer lugar el hombre el que suscita problemas; es el propio hombre el que se hace problemático debido a la vida y a la condición en que vive.

La antropología filosófica no crea ni inventa los problemas del hombre. Los reconoce, los asume y los examina críticamente e intenta dar una respuesta que pueda iluminar la problemática concreta y existencial.

1. Admiración y maravilla

La reflexión sobre las dimensiones fundamentales del hombre puede nacer de la maravilla y la admiración frente al universo o frente al hombre y sus creaciones. Admiración ante el hechizo de la amistad y del amor, de los ojos inocentes de un niño, de una acción noble. También la experiencia religiosa puede abrir semejantes horizontes de maravilla por ejemplo el salmo 8: ¿“Qué cosa es el hombre para que te acuerdes de él…”? Maravilla, por consiguiente ante el valor y el misterio que se revela en la existencia humana.

1. Frustración y desilusión

Muchos hombres viven absortos en sus empresas exteriores o en la superficialidad de una vida de masa que se muestra poco inclinada a la reflexión. Solamente entran dentro de sí en el choque con la realidad, esto es, en la experiencia de la frustración, del fracaso o de la derrota. El fracaso de nuestros propios proyectos, la fatiga y la dureza del trabajo, el cansancio de vivir, la soledad, el abandono de tantos amigos… El contraste entre lo que uno es y lo que le gustaría o debería ser para ser plenamente hombre, nos invitan a reflexionar los interrogantes de siempre ¿Quién es el hombre?

1. Lo negativo y el vacío

Esto se verifica especialmente en las culturas industrializadas y racionalizadas. El hombre vive alienado, como número en medio de una gran masa impersonal que lo explota sin tener en cuenta sus problemas personales. El hombre no vive solamente de economía, de política, de tensiones sociales. La experiencia del vacío y la nada no es más que un modo negativo de protesta y de repulsa de una civilización que debería servir al hombre, pero que

ahora en sus aspiraciones más profundas y más personales.

1. Raíces más profundas del problema antropológico

La problemática antropológica parece estar sostenida por experiencias e instancias específicas: por una libertad que busca ser ella misma; por las relaciones con las otras personas; finalmente por una necesidad insoslayable de encontrar un significado a la existencia humana.

1. Libertad que realizar

La antropología nace de una libertad inquieta y necesitada, necesariamente responsable de sí misma y de su propia existencia, pero al mismo tiempo ansiosa de comprenderse a sí misma y de descubrir el camino que tiene que recorrer. Libertad inevitable, pero libertad incierta, amenazada en el mundo y expuesta a la tradición de sí misma.

1. La convivencia con los demás

Los problemas antropológicos tienen un contenido comunitario y social. Nacen específicamente en el espacio de los vínculos que nos unen con los demás hombres en el mundo: en el trabajo, en el dolor, en el gozo del amor y de la amistad, en la muerte del ser querido, en los conflictos que dividen a los hombres y en la esperanza que los une.

1. Necesidad de un significado global

La pregunta por un significado último y definitivo está también ligada al hecho de que cada uno de los hombres se percibe en cierto modo a sí mismo como una totalidad que vale infinitamente más que la suma de sus actos, de sus virtudes y de sus defectos. La pregunta por el significado último del hombre está vinculada inseparablemente a la intención metafísica general que se manifiesta como necesidad de aclarar y de comprender el fundamento del ser y el puesto del hombre en el universo.

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