Articulo De Opinión(1)

Miriam Elizabeth González Arriaga

DCNE / Grupo "B" / 02 de Diciembre del 2013.

ARTÍCULO DE OPINIÓN

La ciencia, un pilar en mi formación

 Introducción

Desde que tengo uso de razón, la humanidad ha estado fuertemente condicionada por la interpretación científica de lo que nos rodea, del universo. La ciencia pone todo bajo la luz de la razón, la observación y la experimentación científica. En base a algunos textos que he leído del Doctor Ruy Pérez Tamayo, científico mexicano destacado por sus numerosas publicaciones sobre divulgación científica, decidí desarrollar este trabajo, con mi propia opinión acerca de la ciencia.

El problema radica en que actualmente las personas en general no consideran a la ciencia como algo importante, específicamente en México, sino como algo que hay, sin saber en concreto de dónde procede o cuál es su finalidad. Yo quiero hacer una reflexión acerca de esto, transmitir mi sentimiento de gratitud a la ciencia, pues la ciencia lo es todo. Me considero una joven con poca experiencia científica en comparación a otras personas, pero lo que he conocido de ciencia, me ha bastado y motivado para seguir enfocándome en ella: en el pasado, a través del desarrollo de un proyecto de investigación (del cual daré detalles más adelante) y en el futuro, dando continuidad al mismo una vez que finalice mi carrera y pueda hacer más extensos mis conocimientos. Pero, ¿qué hay de mi presente? La ciencia está en cualquier lugar al que yo dirija la mirada, de ahí su importancia. Estoy enamorada de la ciencia.

 Desarrollo

¿Qué es ciencia? Según el Diccionario de la lengua española (DRAE, 2001), ciencia es el conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. En mi opinión, no basta con una definición de ciencia, sino con saber para qué sirve la ciencia. La respuesta más simple podría ser que para casi todo. Por ejemplo, lo que una persona normal hace durante la primera hora del día, que es despertarse (quizá con ayuda de un reloj despertador), prender la luz, bañarse con agua caliente (si es el caso y lo acostumbra, rasurarse) vestirse para ir a trabajar, desayunar o no, salir, transportarse al sitio de sus ocupaciones por medio de su automóvil o de un autobús; absolutamente todo eso es producto de la ciencia. Antes de que se desarrollara la ciencia como la conocemos ahora, es decir, antes del siglo XVI, las personas normales hacían lo mismo en la primera hora del día, pero en forma completamente diferente: no había reloj despertador (quizá su

función la desempeñaba un gallo), no había luz eléctrica (prendía una vela), no había agua caliente en el baño, se vestían con ropa fabricada en casa, y se iba a trabajar a pie o a caballo. La razón por la que la ciencia sirve para casi todo es porque genera el conocimiento, y éste a su vez confiere poder, este poder se traduce en poder hacer, en modelar y transformar a la realidad en beneficio de los seres humanos.

La ciencia moderna se basa en la renuncia a las explicaciones sobrenaturales de los fenómenos propios de la naturaleza, a la búsqueda de respuesta a las grandes preguntas y al intento de contestar cualquier pregunta sobre la naturaleza por medio del uso exclusivo de la razón2. Todo esto es posible gracias al mayor regalo que la ciencia nos ha dado: el método científico.

Es importante señalar que, según Pérez Tamayo, el "método científico" es la suma de los principios teóricos, de las reglas de conducta y de las operaciones mentales y manuales que usaron en el pasado y hoy siguen usando los hombres de ciencia para generar nuevos conocimientos científicos1. Pero yo sé que tiene un significado más allá de esta enunciación, pues es lo que ha permitido que la ciencia exista, crezca y genere por un lado sus leyes y teorías y por otro lado todos los inventos y bienes de consumo y de servicio derivados de ellas. Se trata nada menos que del único método que nos permite conocer la verdad sobre la naturaleza. Para penetrar con paso muy lento pero firme en el mundo de la realidad lo único que sirve es el método científico, que simplemente consiste en tener ideas y ponerlas a prueba. Las pruebas a las que sometemos a las ideas científicas son las observaciones y los experimentos que realizamos para saber hasta dónde corresponde la teoría con el mundo real. El método científico es el regalo más espléndido que la ciencia ha entregado al hombre, es la llave que le permite entrar al mundo al que pertenece y, al conocerlo, conocerse también a sí mismo como realmente es. La verdad que le espera podrá no coincidir con sus sueños pero ya ha demostrado, y seguramente seguirá demostrando en el futuro, ser mucho más maravillosa que lo que ninguno de nosotros puede soñar.

La ciencia y su método son toda una forma de pensamiento crítico, basado en no creer las cosas por creerlas, sino por la verdad, es la forma de explicarlo todo, abre criterios, quita prejuicios y hace que el mundo sea lugar mucho más hermoso e interesante. Pero no todos pensamos así; los tres argumentos más comunes para no escoger a la ciencia son que es muy difícil, que es mucho trabajo, y que los científicos están muy mal pagados2; aunque yo creo que depende de qué tanto nos guste la ciencia para poder enfocarnos en algún área de la misma, y poder sobresalir de la común sociedad. La preocupación constante del hombre de ciencia es avanzar tanteando por la tierra desconocida, percibir en la realidad nuevos procesos y buscarles una explicación conforme con todo lo pertinente que creemos saber4.

La ciencia no tiene límites porque depende en gran parte de la imaginación humana; el hombre de ciencia que no se equivoca nunca y que jamás comete un error, no es científico y no se ha dado cuenta. Las verdades científicas se demuestran con facilidad, pues es posible confirmar que las predicciones hechas a partir de ellas se cumplen, son verdaderas y además lo son de manera permanente e irrefutable2. Pero, ¿cómo se lleva a cabo el forjamiento de las verdades científicas? Actualmente, muchos profesores orientan su enseñanza hacia la formación de futuros científicos, sin tener en cuenta, que se trata de formar básicamente a todas las personas de modo que la gran mayoría de la población pueda disponer de los conocimientos y destrezas necesarios para desenvolverse en la vida diaria3. Existe, de manera muy generalizada, un interés y una curiosidad inicial por el mundo científico en los niños, pero este interés decrece y se mantiene regularmente bastante bajo a lo largo del período de escolarización obligatoria. En mi opinión, yo creo que es muy deficiente el hecho de que los aspectos científicos se impartan

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