CINISMO: RETRATO DE LOS FILÓSOFOS LLAMADOS PERROS

CINISMO: RETRATO DE LOS FILÓSOFOS LLAMADOS PERROS

(Emblemas del perro)

El cinismo se denomina, en filosofía, la doctrina de los cínicos, un grupo de filósofos la cual consideran que la única preocupación del hombre debe ser la virtud, por lo tanto se cree que a través de esta se puede alcanzar la felicidad.

Es importante mencionar que los cínicos rechazaban todas las leyes y las convenciones sociales; rechazaban la fama, el poder o la riqueza, por consiguiente sostenían que estos valores, dictados por las convenciones, no formaban el camino virtuoso.

El griego Antístenes fue su fundador y Diógenes de Sinope uno de sus filósofos más conocidos y representativos de su época. Reinterpretaron la doctrina socrática considerando que la civilización y su forma de vida era un mal y que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza.

El cínico cubría apenas sus necesidades básicas; descuidaba su higiene y su vestimenta, se despojaba o renegaba de los bienes y las riquezas, carecía de familia y sustento, y se encuentra ocupada a advertir, a cada dos por tres, la frivolidad y la corrupción de la sociedad en que vivía. El cínico, pues, gozaba de gran libertad.

El cinismo es un movimiento que progresó en Grecia, durante los siglos III y IV a.C., y así mismo continuó en las grandes ciudades del Imperio Romano: Roma, Alejandría y Constantinopla hasta el siglo V.

La base fundamental del nombre de este movimiento está relacionado a uno de sus creadores, el primero fue Antístenes, quien decidió ponerle este nombre por el lugar donde solía enseñar, era un gimnasio llamado Cinosarges, lo que traducido, vendría a ser perro blanco o perro veloz. Después, por el comportamiento de Antístenes y Diógenes les apodaron kínicos, debido a que sus comportamientos se asemejaban al de los perros.

Michel Onfray es un filósofo francés con cerca de 100 obras publicadas en las que formula un proyecto hedonista, ético y ateo. En Cinismos: Retrato De Los Filósofos Llamados Perros, Onfray se dedica a hacer un retrato de los cínicos más que todo representantes llamados “perros” y entre eso su mayor: Diogénes. El libro contiene doce capítulos en donde cada uno de ellos narra anécdotas en las que se caracterizan por presentar el cinismo filosófico y de qué manera estos llegan por sí mismo a realizar una visión propia e independiente a lo que consideran “correcto”. Por otro lado, el autor no solo hace visible el cinismo filosófico sino el cinismo vulgar, el hipócrita y frio.

Finalmente, se necesita llevar este concepto de cinismo de la “antigüedad” al presente, pues se necesitan de este para que las personas lo tengan en cuenta y se encarguen de cuestionar las capacidades que se tienen por indudables, como la búsqueda a beneficiar a todos los ciudadanos. La iniciativa que tuvo el autor de ir por el camino de la filosofía algo moderna de la mano con lo auténtico para explicar lo narrado y vivido por los representantes del cinismo fue clave para demostrar que él rescata en su documento los valores del cinismo anticuado.

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