Cartas A Una Publicista

CARTA I

La vida está llena de cartas, como necesidades y forma de comunicación, con todo lo que hay en ellas de magia hallazgos, confesiones.

“Yo sostengo que la carta es por lo menos, tan valioso invento como la rueda en el curso de la vida de la humanidad”

CARTA II

De ahí que algunos piensen que la publicidad tiene algo de prestigio y anticipo. Vive del presente, pero anuncia el futuro. La energía social es su alimento. La necesidad de que conozcan las leyes fundamentales de la sociología; los grupos sociales en acción, en el tránsito de la economía de consumo de la realidad de sus motivaciones y creencias.

Los mecanismos subconscientes de cada individuo además de indagar las formas de comportamiento como valores y representaciones simbólicas de la comunidad a la que pertenece.

La publicidad no solo está condicionada por el comportamiento de la sociedad, sino que es producto directo de ella. Conductor de las relaciones sociales y mediadas de todas las cosas que incitan o expresan el deseo humano constituye el soporte más poderoso de la publicidad

Cada mensaje publicitario contiene una carga de esa energía social que origina el propio público y que simultáneamente, orienta el camino para llegar hasta el, como sujeto motivador de compra.

Publicidad institucional se distingue creciente mente por su contenido social: las pautas sociales dan sustancia a la pauta social dan sustancia a las pautas publicitarias. La imaginación es más importante que la lógica. Descubre y ensalza el encanto escondido de los objetos captando las fluctuaciones de los deseos humanos, complejo que no basta ls cinco sentidos hay que sumarle el sexto el de la intuición.

CARTA III

Siempre he creído que ser publicista es una profesión apta especialmente para el género femenino dadas sus ductilidades y flexibilidades.

La profesión de la publicidad es una suma de experiencias, es el punto de la partida sea concepto que, finalmente es el que perdura y capitalista la inversión publicitaria .Las ideas, cuanto más buenas mejor, auxilian y enriquecen el concepto, en que la medida que no se aparte del ni lo distorsionen el publicista trabaja con palabras y se impregna en sus muchos sentidos y connotaciones. Lo cierto es que la publicidad sugiere, y vende mercancías, vive el realismo puesta al día.

Debe estar preparada para ejercer esa facultad esclarecedora de conocer lo similar desde la semejanza de las cosas y los sentimientos que los provee, es una especie de maratón en el que son muchos los que salen y pocos los que llegan el optimismo no es préstamo ocasional sino prenda de constancia y permanencia . La sensibilidad de una mujer es y una condición natural que le permite capturar mejor las motivaciones de los consumidores y además por ella misma es consumidora principal.

CARTA IV

La publicidad es, ante todo, un oficio de lenguaje reino de la palabra .dominio acabado de la frase. Aprendizaje incesante.

La marca – el nombre del producto- es la gran tuerca que los demás elementos refuerzan o aprietan. La marca no solo es un nombre: forma parte determinante de la calidad del producto de lo que significa y sugiere. De hay su importancia en esa trilogía publicitaria en la que deben reunirse el sustantivo (la marca) el adjetivo su atributo y el verbo (la acción que los une).

Estos tres factores dan una medida justa a la base sin obstaculizar el libre tránsito de las palabras y juegos verbales.

CARTA V

Gran número de seres humanos creen que el poder cabalístico del tres estriba en su fuerza natural para sublevarse contra la esclavitud del dos y la superioridad de uno.

El tres es considerado por Aristóteles como el número de la perfección divina y la generación humana.

Wilbur Schramm: “Para asegurar el éxito de la penetración de una campaña, el nombre de la marca ha de repetirse 3 veces en cada mensaje”

Los encarecimientos verbales y escritos del triple, placer, de la triple potencia; de la triple personalidad; de la triple eficacia; de las triples ventajas; de lo triplemente comprobado.

CARTA VI

Cada palabra es parte de una realidad algo que le ocurre e impulsa al ser humano y habita en las cosas que le rodea.

El lenguaje de la publicidad es heredero, como otros muchos de un principio general, el que proclama que las palabras hacen a las cosas. Para lograrlo las palabras se articulan, se estiran y se doblegan hasta dar con la distancia adecuada, entre la sugestión y la realidad.

CARTA VII

Los publicistas no han inventado a la sociedad de consumo, dependiente de ella, son sus servidores.

El consumo como tema de esta carta y su importancia desde la base y hasta la cúspide totalizadora de tu aprendizaje y compromiso social. Para tener conciencia plena de esta sociedad la del consumo, en la que vas a ejercitar tu capacidad profesional y lo que ella reclama de responsabilidad social y de sensibilidad humana.

La sociedad de consumo debe ser considerada como una revolución social, cuanto significa el salto de una economía de concentración a una economía de distribución; de una economía de posesión a una economía de participación. No se puede inducir a nada que no exista previamente en el ideario del consumidor está obligado a entenderla a reflejarla en sus mensajes obediente a las necesidades y deseos del público.

CARTA VIII

Has de recordar uno de los primeros consejos que yo recibí: Un publicista sin cultura carece de estatura.

Si la capacidad de imaginar es un atributo esencial del oficio creativo. Hoy la publicidad es una suma de

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