Certeza Y Escepticismo

CERTEZA Y ESCEPTICISMO

¿Cuántas veces hemos asegurado tener certeza de algo tan sólo por que nos parece razonable? Mas de alguna vez hemos cometido errores tratando de demostrar que estamos en lo cierto cuando no es así, la mente nos engaña y somos presas de aquello que nos aseveran los sentidos.

Partiendo de que certeza y certidumbre proceden del latín certus (seguro), podemos decir que estar en lo cierto posee menor fuerza que estar seguro de algo. Para estar seguro de algo es necesario diferenciar entre los niveles de seguridad que se tiene de algo y los de posibilidad de que sucedan, que es lo es exactamente la certeza. Esto conlleva creer o no una incertidumbre, no tiene sentido creer más o menos, ya sería como decir: «tengo la más o menos certeza de que no me gusta el pescado». Existen cinco sentidos de certeza:

• Cierto, como estado mental, como lo que es psicológicamente indudable

• Cierto, como «lógicamente necesario», proposiciones contingentes inciertas

• Cierto, como lo que se «autoriza a sí mismo». Cogito cartesiano

• Cierto, como proposición incorregible e inmejorable

• Cierto como lo que está más allá de una duda razonable

Como oposición a la creencia en la certeza de las cosas, surgieron los escépticos, aquellos que tienden a tomar la noción de conocimiento de los filósofos y a mostrar que es inalcanzable, o en otras palabras aquellas que tienden a «considerar con cuidado». Sostienen que la verdad de algo solamente sucede cuando ese saber no tiene posibilidad de ser falso.

Muchos filósofos han tratado de refutar la postura de los escépticos, dándole al conocimiento el carácter de inteligencia artificial, la cual se presenta en la selección animal, donde el saber actúa como un instinto de los sentidos. Sin embargo, esto no convenció a los escépticos, puesto que ellos sostienen, aparentemente, que el conocimiento posee muy pocos requisitos y el que el hombre no puede saber nada.

El filosofo René Descartes se propuso revocar la retorica de los escépticos, y para demostrarle que su postura era falsa, puso en duda todas las fuentes de conocimiento con el fin de encontrar un conocimiento que fuese resistente a la duda. Así, ideó un cuadro relacional donde afirmaba la existencia de dios y por ende, de un conocimiento verdadero, pero al mismo tiempo, también ponía en cuestión la aparición de un genio maligno, por lo que al tratar de refutar a los escépticos, termino por darles un arma de con la cual defenderse.

Tal vez es cierto que la propuesta de Descartes no logró trascender en la manera que él deseaba, pero en definitiva el principio de cogito ergo

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