Coltán en nuestras manos: un problema ético en nuestras vidas

Coltán en nuestras manos:

un problema ético en nuestras vidas.

Breves nociones sobre la implicación del coltán en la Guerra del Congo y reflexiones acerca de los problemas éticos que esto conlleva para la ciencia y la tecnología.

Regina Lagos González

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

Grado en Filosofía, Historia de la Ciencia Contemporánea

Junio 2017

Índice

1. Presentación del problema.

2. Ciencia y tecnología en el mundo de hoy.

3. Breves apuntes sobre la Guerra del Congo y su relación con el coltán.

4. Cambios producidos en los últimos años respecto a las implicaciones de ciencia y tecnología en el Conflicto del coltán.

5. Reflexiones: el problema ético que plantea el coltán para la ciencia, la tecnología y para el mundo.

6. Anti-conclusión: más reflexiones.

«Janet, una mujer de 32 años y cuatro hijos (…) vivía con su marido en una aldea que atacaron los rebeldes. Mataron a su marido y la llevaron a ella y a sus hijos a la selva y, una vez allí, ataron a Janet a un árbol y la torturaron a base de apagar cigarrillos en su cuerpo y violarla. “Pasaron los días, la soltaron del árbol y la dieron de comer carne. Ella quería ver a sus hijos y no la dejaban, hasta que un día le dijeron que la carne que le habían dado para alimentarse eran sus hijos. Ella no asimilaba aquello y le trajeron un saco con las cabezas de los tres niños»

Esta historia o, más bien, esta realidad, fue descrita en la conferencia de entrega del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia de 2014 por Caddy Adzuba, la periodista que recibió dicho premio y que lucha por dar visibilidad a las violaciones de los derechos humanos en materia de abusos sexuales que suceden en la República Democrática del Congo. Añadió posteriormente que no es un caso único, que esto sucede más habitualmente de lo que se cree y que el desarrollo tecnológico y las multinacionales tienen mucho que ver en el conflicto que ha hecho posible que esto esté sucediendo.

Lo que demuestran estos testimonios es que la realidad de la República Democrática del Congo no se parece a la nuestra, y con «nuestra» se puede hablar de todo el mundo occidental, del jardín del norte del Edén como lo denomina Francisco Fernández Buey; la cuestión es que, queramos o no, en un mundo interconectado tanto tecnológica como económicamente nosotras, las personas de «esta realidad», no solo tenemos algo que decir de «esa realidad», sino que, además, tenemos algo que ver.

1. Presentación del problema.

La ciencia es ese gigante que domina «el mundo desarrollado», hace tiempo que dejamos de lado la superstición y nos entregamos a la razón más medible, observable, una razón basada en los experimentos que pueden ser repetidos e innumerablemente reafirmados.

La ciencia es sinónimo de progreso y eso ha quedado perfectamente grabado en nuestras mentes.

La tecnología y la ciencia caminan de la mano, el desarrollo científico necesita de una instrumentación que es proporcionada por la tecnología y el desarrollo tecnológico necesita de teoría científica para muchas de sus creaciones tecnológicas, pero hay que entender que ni ciencia ni tecnología son elementos que puedan ser separados del resto del mundo. Estos dos ámbitos se nutren de los recursos, del capital, de los agentes que en estos participan y se ven afectados por situaciones políticas, por conflictos, por intereses…

El tema central de este análisis tratará de reflejar que en «nuestra realidad» se presenta una casi-imposibilidad de determinar qué es ciencia y qué es economía, dónde empieza y dónde acaba la idea de desarrollo, qué es progreso y, sobre todo, que la ciencia no queda desligada de todos los demás aspectos de la realidad como, por ejemplo, los conflictos bélicos. La ciencia y la tecnología tiene consecuencias como el resto de acciones, pero para desentrañar las mismas hay que zambullirse en una tarea de investigación a muchos metros de profundidad y no serán ni la ciencia ni la tecnología quien nos proporcionen la bombona de oxígeno.

Este trabajo de investigación solo pretende representar los primeros metros de descenso por un vasto océano plagado de preguntas. Aquí se tratarán de reflejar unas breves nociones de un complejo conflicto, el de la Guerra del Congo, lleno de implicaciones tanto tecnológicas, como científicas, políticas y económicas. A través del coltán se tratará de plantear una reflexión acerca de la ética en la ciencia y la tecnología y hacer ver que la ciencia nunca será una entidad separada de todo lo demás pues, aunque tratemos de considerarla como un Dios imparcial, sus resultados nunca serán perfectos e inmutables como las ideas platónicas, sino que, al encontrarse dentro de este mundo, la ciencia se va a ver afectada por innumerables agentes que marcan, en gran medida, su camino. Ciencia y tecnología transcurren en este mundo y como tal, lo afectan a la vez que se ven afectadas por el mismo y sus consecuencias se reflejan en cada una de las personas que lo habitan; aunque en algunos sitios, el reflejo es más agrio que en otros.

2. Ciencia y tecnología en el mundo de hoy:

El progreso científico y desarrollo tecnológico parecen haber contraído matrimonio, uno de los motivos por los que puede que esto haya sucedido es porque el progreso tecnológico parece haber contraído matrimonio con todos los aspectos de la realidad; la tecnología representa las herramientas con las cuales damos forma al medio, intercedemos en él y lo trasformamos, siendo a la vez un producto y un medio para producir nuevas herramientas; pero parece que en el caso de la ciencia, la relación es un tanto especial.

Se puede observar que ciencia y tecnología siempre han ido de la mano, los instrumentos han representado un medio tanto para la observación, como para experimentación y podría parecer que las ciencias puras pueden escapar en algunos casos a la tecnología; si se piensa en las matemáticas, por ejemplo, es plausible la idea de un avance en la materia tan solo con un boli y un papel, pero parece que en pleno siglo XXI esta idea ha quedado obsoleta puesto que la transmisión de información juega un papel crucial en nuestros días. Solo hay que mirar a nuestro alrededor, la vida está informatizada, el portátil es un elemento de trabajo indispensable y los smartphones una extensión de nuestro brazo.

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