Columna De Hierro
alfredo43227 de Noviembre de 2013
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¿Por qué estoy estudiando la licenciatura en Derecho? ¿Por qué elegí la carrera de abogado? ¿Fue una decisión razonada? ¿Fue por el beneficio económico que algún día alcanzaría? El mundo material y globalizado actual me lleva a una posición individual y materialista, el mejor auto, el mejor traje, el mejor teléfono celular...
¿El Estado soy yo? o ¿Lo que tengo soy yo? De acuerdo a la lógica individualista, el abogado soy yo, eso es seguro, la pregunta es ¿Quiénes son los demás? Recordando a Althusser la “ideología” logró su objetivo al cambiarme de individuo a sujeto (sujeto del verbo sujetar). Soy dependiente de lo que tengo, de la opinión de los demás, de mi status social.
Con todo, debo pensar en aquel sujeto que un día fui: único, irrepetible, aquel sujeto que debo recuperar. Y es urgente que lo recupere porque debo reconocerme en todo lo que valgo, reconocerme como ser inteligente, valioso, pensante y sobre todo, humano.
Sea que crea en un ser superior, en el destino o en la vida, mi misión está aquí y ahora. Todo mi esfuerzo debe centrarse en un examen, en una tarea, en una lectura: la calificación es sólo un número, lo que realmente importa es el esfuerzo que doy en cada momento, y nada, de lo que siembre quedará sin cosecha. Cosechar es obligatorio, por eso cuidemos lo que sembramos.
El aquí y ahora me prepara para lo que seré en mi vida: un brillante abogado litigante, un juez renombrado, un ministerio público famoso...
La carrera de abogado es tan versátil que puedo pensar todavía en cual de todas sus ramas quiero ejercer, siempre con ética; ahora bien, cosecharé mañana lo que hoy siembro. ¿Seré capaz de sembrar esfuerzo, tenacidad, fuerza de voluntad, avidez de conocimiento? ¿Podré cosechar sabiduría, honradez, espíritu de cooperación?
Cuando escucho comentarios de que a estas alturas no puede cambiarse a nadie, lo pongo en duda; mientras estemos sembrando, cosecharemos en su momento, todo depende de aquello que hoy estemos haciendo, el más pequeño esfuerzo, un acto amable por cualquier persona, explicar la clase al compañero que faltó, sentirme parte del universo, con todo lo bueno y lo bello que éste representa hará que este mundo cambie. Sobre todo, que mi
mundo valga la pena de ser vivido.
Por qué no valorarme en toda la extensión de mí ser, por qué no reconocerme ser humano privilegiado, con una oportunidad única y brillante en la vida: ser abogado. Reto intelectual, moral y de grandes empatías.
Cuántos allá afuera no lo lograron. Puedo pensar que soy muy inteligente y por eso estoy aquí o simplemente tengo el poder económico para pagar una escuela privada sin necesidad de examen de admisión y qué significa ser abogado? Más allá de un código de ética, del decálogo del abogado, ¿qué significa ser abogado?: Tener el destino de otro ser humano en las manos, lidiar con la angustia de una madre que nos pide defendamos a su hijo.
Como ser humano único y excepcional que soy, ¿negaré el servicio en horas no laborables o porque el cliente no cubre mis expectativas en honorarios profesionales?
Sé que hoy falta todavía tiempo para que me titule, pero algo es cierto, no es un papel lo que me hará mejor persona, es porque logré ser mejor persona que me titularé como abogado, para brindar mi mano y mis conocimientos a aquel que lo solicite, sea de la posición social que sea, independientemente de lo mucho o poco que me pueda pagar, simplemente porque soy una persona realizada profesional y personalmente: soy un ser humano único, valioso e irrepetible, soy un abogado.
Mi profesión de abogado tan tristemente tildada, desgastada, de la que todos hacen mofa. Aun así, reconocemos a los abogados honestos, a los jueces incorruptibles, tal vez sean los menos, pero están ahí, librando una batalla contra el mundo. ¿Es eso defender
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