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Como Aprender A Analizar


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  1.877 Palabras (8 Páginas)  •  163 Visitas

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Cómo aprender a analizar

El examen de las propias creencias y de las ajenas no consiste solamente en preguntar por los argumentos que las apoyan y evaluarlos. Como el método de la refutación socrática enseña, filosofar también consiste en pensar las implicaciones de una creencia y examinarlas. Pero ambas cosas no son posibles si antes no es claro lo que la creencia significa, si antes no se ha analizado su contenido.

Cómo analizar el contenido de una creencia

Toda creencia o toda opinión se expresa por lo general en una oración completa con sentido. Analizar el contenido de una creencia es preguntarse por el significado de cada una de las partes de la oración con la que se expresa la creencia.

El significado de los términos clave. Por su puesto, no todas las partes generan dificultad, así que hay que aprender a distinguir los términos clave. Por ejemplo, si yo afirmo que “Todo lo que vivo es un sueño” o que “Una opinión es verdadera dependiendo del punto de vista de cada cual”, en cada oración puedo distinguir términos clave: “lo que vivo” y “sueño” en la primera y “verdadera” y “punto de vista del cada cual” en la segunda. El análisis consiste en preguntar que es lo que se debe entender por cada uno de esos términos.

Afirmaciones sin sentido. El análisis puede permitir desechar creencias o preguntas sin sentido. “¿Dónde está el espacio?” es una pregunta absurda, pues la definición más básica del término clave “espacio” es la de “el lugar en el que todo se encuentra” . otro ejemplo, si afirmo que “el terremoto tiene la intención de hacer nos daño”, también digo algo absurdo, pues la palabra clave “intención” ´solo se aplica a personas y en casos excepcionales a animales.

Técnicas para aclarar el significado de un término. ¿En qué sentido se está usando la palabra X? O ¿qué es lo que en este contexto se entiende por X? Son excelentes preguntas para analizar el contenido de una afirmación. Pero ¿cómo saber lo que la palabra está significado? He aquí tres métodos científicos efectivos:

Pensar en el término opuesto. Si me cuesta trabajo pensar que puede significar “subjetivo” en una frase puedo pensarlo como el opuesto de “objetivo”. Pero si opongo “subjetivo” a “verdadero”, cometo un error, pues “subjetivo” no es lo mismo que “falso”.

Pensar en un ejemplo. Así le ayudo a la otra persona a entender de qué estoy hablando. Si no encuentro con facilidad el ejemplo, es muy probable que tenga un concepto confuso.

Utilizar la estrategia de la traducción. Busco una palabra con la que pueda reemplazarse el termino en cuestión sin que se altere el significado de la creencia. Quizás la nueva palabra sea más clara. Quizás incluso deba cambiar la palabra.

Como analizar una pregunta

Es fácil formular una pregunta con apariencia filosófica y lanzarse, sin más, a responderla. Pero así como toda opinión requiere de un análisis previo, también las preguntas deben ser analizadas, pues podemos caer en la trampa de hacer preguntas que suponen cosas falsas, inciertas o indiscutibles.

Si alguien nos pregunta: ¿desde hace cuánto no asesinas iguanas para comértelas?, no le debemos responder. La pregunta supone que en el pasado hemos consumido iguanas y eso puede ser falso. También supone que hemos comido iguanas y, aunque eso puede ser cierto, el uso de la palabra “asesinato: en la pregunta supone que hemos hecho algo malo, lo que es discutible.

Si la pregunta que se nos plantea contiene un término no definido previamente, hay que examinar su sentido de la misma forma que se hace en el caso de las opiniones. La pregunta por la definición, “Quien es X”, es el tipo de pregunta ideal para iniciar una reflexión filosófica, ya que no suponen nada y obligan más bien a analizar y posteriormente evaluar las posibles respuestas.

Cómo dialogar argumentadamente.

Para que nuestras reflexiones sean cuidadosas y bien hechas, es bueno disponer siempre de algún interlocutor que las cuestione. En este sentido, el dialogo filosófico, o dialogo argumentado, es uno de los mejores métodos para pensar con rigor.

Cotidianamente discutimos sobre muchas cosas. Pero una discusión filosófica no debe entenderse como una pelea. Cuando dialogando argumentadamente con otros nos podemos ver obligados a aceptar que estamos equivocados, que no hemos perdido, sino que hemos ganado, pues hemos aprendido algo nuevo.

Tipos de desacuerdo

Por lo general, un debate se origina en un desacuerdo. Para desarrollar con rigor un dialogo argumentado, hay que comenzar por identificar el tipo de desacuerdo. ¿sobre qué estamos debatiendo?, es una útil pregunta filosófica.

Desacuerdos verbales. Cuando las personas no están de acuerdo con uso de una palabra. Se resuelve haciendo precisión sobre el término acordando un nuevo uso del término o cambiándolo.

Desacuerdos sobre la verdad de una creencia. Se resuelve defendiendo la creencia con argumentos que le hagan evidente, atacando creencia con argumentos que muestren su falsedad, proponiendo un contraejemplo o sencillamente cambiando de creencia.

Desacuerdos sobre la pertinencia de un argumento. Cuando las personas no están de acuerdo en que argumento sirve para sustentar la tesis en discusión. Se resuelve defendiendo el argumento con nuevos argumentos que lo hagan relevante o cambiando el argumento.

Desacuerdos con respecto al peso de un argumento. Cuando las personas no están de acuerdo en que el argumento es bueno. Se resuelve defendiendo el argumento con nuevos argumento que lo hagan más fuerte o cambiando el argumento.

Qué argumentos son mejores.

Cuando dialogamos argumentadamente debemos evaluar los argumentos propuestos. Pero ¿Cómo saber si un argumento es mejor que otro? Estudiando los tipos de argumentos y sus reglas de construcción; es decir, estudiando lógica. Por el momento, podemos aprender a usar dos procedimientos elementales para poner a prueba un argumento:

El test de validez. Cada vez que alguien proponga un argumento, distingamos las razones o premisas ofrecidas de la tesis o conclusión que se quiere defender. Luego de ello, preguntemos ¿la pretendida conclusión del argumento puede

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