Contractualismo

El contractualismo según Epicuro

Permite unificar los aspectos más divulgados de su pensamiento esto es, sobre todo, su física y su ética; y entenderlos como elementos componentes de una forma de entender el mundo que se presenta como filosofía (forma de vida) y como filosofía verdadera: su logro consiste en la conquista de la autonomía plena del individuo, del control humano sobre el mundo. En líneas generales, los griegos, al menos hasta Epicuro, entendían que el mundo estaba determinado desde instancias superiores al hombre. Así, todo movimiento y acción que se produjera en el cosmos tenía que ver con el orden y disposición generales del mundo; la libertad del filósofo dependía siempre e indefectiblemente de las cosas de allá arriba, de su disposición y vida.

La parte nuclear de Epicuro esta en el origen de la realización filosófica del pensamiento. En el contractual ismo Epicuro deduce que, el buen gobierno exige la anulación y disolución del hombre como sujeto particular en favor de los planes cósmicos diseñados con exactitud. La voz del hombre se ahoga en la de su grupo correspondiente, En ese complejo entramado Epicuro presenta su novedosa visión del mundo y del hombre mostrando en el desarrollo de todos sus aspectos una plena coherencia y estricta unidad.

Así pues, lejos de ser una cuestión marginal o anecdótica, de allí parte esa realización filosófica del hombre gobernante.

Epicuro refuta los planes políticos de Platón y los denomina como <<engaños colectivos>>,. Epicuro señala que la política y la filosofía se han independizado, y que también, es una yuxtaposición a la resultancia de sus fines.

En lo social Epicuro razona en la innovación para organizar lo idéntico, lo cual consiste en homologar la parte de la objetividad de la realidad humana; la sensación como el origen del lenguaje y el pensamiento, es decir, la opinión depende de la evidencia, y el lenguaje vacio genera opiniones y argumentos vacios.

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